El Basilisco, revista de filosofía fundada en 1978 por Gustavo Bueno
 

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Ernesto López Gómez

Palop Jonqueres o el prejuicio progresista

El Basilisco, número 11, noviembre-diciembre 1980, páginas 73-75.

Comentar ahora, casi a finales de 1980, un artículo que Pilar Palop Jonqueres publicó en 1978 estará, probablemente, fuera de lugar. Pero ocurre que yo no lo había leído antes y que, de todos modos, me temo que los prejuicios de que Palop hace gala en ese escrito no han desaparecido todavía. El artículo en cuestión lleva el impresionante título de «El sofista y el filósofo. La enseñanza de la filosofía a la luz del Protágoras de Platón».
Para resumir de algún modo la tesis de Palop en ese artículo, copio a continuación uno de los primeros párrafos del mismo, que creo la evidencia bastante bien:
«Quienes esperen ver en Sócrates al preclaro y sabio defensor de la sabiduría apolínea, el filósofo consolado y consolador, podrán enseguida comprobar cuan equívoca es esta imagen y hasta qué punto ocurre justamente lo contrario. Porque es precisamente Protágoras, el sofista, quien va a personificar en esta ocasión un concepto comme il faut de la sabiduría filosófica; es él quien la concibe y la presenta como un oficio específico, gremial (académico, diríamos nosotros), de gran importancia política, orientado a la edificación de las virtudes ciudadanas y, por tanto, perfectamente enseñable y útil. En cambio, Sócrates defiende aquí la alternativa contraria, según la cual la filosofía sería un saber inespecífico, mundano, primordialmente gnóstico, además de contradictorio, inenseñable e ineficaz » (El Basilisco, n° 5, pág. 19).

• Pilar Palop, El sofista y el filósofo. La enseñanza de la filosofía a la luz del Protágoras de Platón
• Gustavo Bueno, Crítica a un crítico de Pilar Palop

→ Facsímil del original impreso de este artículo

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