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El Basilisco
El Basilisco, revista de filosofía fundada en 1978 por Gustavo Bueno
 


El Basilisco, número 11, noviembre-diciembre 1980, página 48

Luis Javier Alvarez
& Alberto Hidalgo Tuñón

Entrevista a Manuel Granell

El Basilisco, número 11, noviembre-diciembre 1980, páginas 48-56.

Pregunta: Ya que vamos a considerar su vida y su obra, ¿podría decirnos cómo se inició su vocación filosófica?
R. Se centra en el curso académico 1924-25, durante el cual viví en Madrid y que considero fundamental en mi vida. Acababa de terminar en Oviedo los dos primeros años de estudios en la Facultad de Ciencias, y sólo me quedaban dos materias –«los dibujos»– para ingresar en Arquitectura, cuyos exámenes –ultrafinísimos cedazos– debían verificarse en la propia Escuela, en Madrid. Y a la Villa y Corte me fui, para prepararlos. No iba un dibujante solamente, sino un fanático de las Musas. Alternando con las ciencias y los dibujos –Escuela de Artes y Oficios, profesores Jiménez y Hevia; taller del pintor Soria–, reiteradas lecturas de Antonio Machado y de Juan Ramón, que me convirtieron en responsable de numerosos desafueros poéticos. Además, me había topado –digo bien, había dado de bruces, tropezado, chocado– nada menos que con El Sepulcro de Don Quijote, las románticas páginas iniciales de Miguel de Unamuno a su Vida de Don Quijote y Sancho. Obsérvese lo peligroso del cock-tail el Unamuno de la «cochina lógica», del «pégame tu locura, Don Quijote mío», a los 17 años de un pichón de poeta que ya se había puesto en marcha, sin saberlo, para rescatar el sepulcro de Don Quijote; o sea, que se empeñaba por la senda de la verdad, de la sinceridad, de la autenticidad. ¿No era trilita para un «héroe»? Pero tal «héroe», claro está, no lo era de la acción, sino de la contemplación. En lugar de salir al campo de batalla, se encerraba en su cuarto para leer los Ensayos del ardoroso mentor, releer algunos más afines a las propias inquietudes, como el Secreto de la Vida, el de la privativa semilla, con su «ansia de más vida», «hambre de Dios», «ansia de sobrevivirse».

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