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Interviú
nº 1302, 9 de abril de 2001
Gran Hermano | «El ojo clínico»
página 14

Carlos y Eva
Gustavo Bueno
 

Gustavo Bueno

Carlos y Eva han sido colocados por sus compañeros (es decir, desde el «interior») en los lugares opuestos más extremos de la escala de valoración: Carlos recibió ocho nominaciones y Eva ninguna. Esto significa prácticamente que el grupo deseó expulsar a Carlos en primer lugar (en segundo lugar, a Fayna); y significa también que Eva fue aceptada por todos como miembro indiscutido del grupo.

Desde el «exterior» las cosas, en materia de valores, no se ven exactamente del mismo modo, lo que es explicable si tenemos en cuenta no sólo la diversidad de «jueces» sino también la diversidad de «elementos de juicio». Los del exterior no pueden ver las mismas cosas que las que pueden ver los del interior; pero tampoco los del interior pueden percibir las mismas cosas (incluso muchas de las que ocurren en la casa) que ven los del exterior (las cámaras no permiten ver, desde el exterior, muchas escenas y situaciones producidas en el interior, pero tampoco los del interior pueden ver muchas cosas que se ven desde el exterior, por ejemplo las referidas en el confesionario).

A pesar de todo hubo una gran coincidencia en la valoración que de Carlos se hizo desde el interior y desde el exterior, al menos a efectos prácticos; acaso porque el juicio de valor se basó en un elemento de juicio muy fácil de definir: la actitud «violenta y machista» de Carlos asociada casi unánimemente (desde el exterior al menos) a sus opiniones políticas simpatizantes con el franquismo. Partidos políticos (IU, PSOE, PP) y otras asociaciones o instituciones (Instituto de la Mujer, &c.) pusieron el grito en el cielo y criticaron severamente, tanto o más que a Carlos, al programa que seleccionó a semejante espécimen. El programa ha aceptado estas críticas y, tras invitar a Carlos a que abandonase la casa antes de que fuera eliminado por el público del miércoles próximo, lo «extrajo» de la casa, preventiva y violentamente, al alba y en paños menores, a fin de asegurar la paz y el orden perfectos.

Estamos ante un caso interesante de «democracia asistida», mediante la intervención del «poder ejecutivo», que se anticipa al «juicio popular», porque lo da ya por supuesto; con lo cual consigue, a su vez, poner en el disparadero a la segunda de la lista, Fayna, quien, por cierto, aún siendo la más directamente afectada por la supuesta violencia de Carlos, no consideró su conducta como reprobable y menos aún se consideró ella como una mujer maltratada. Tampoco el resto de sus compañeros, incluso quienes nominaron a Carlos, dieron a sus comportamientos la importancia que, profesionalmente, le dieron los partidos políticos o instituciones del exterior. Se supone que Fran, que mejoró notablemente su posición en la lista de nominados, recibirá un apoyo masivo y justo desde el exterior, y no sólo desde Barcarrota, su pueblo, con su Alcalde y Ayuntamiento al frente.

A mí no me extraña, en absoluto, que se haya producido esta corriente, salida de madre, de «todos contra Carlos», convirtiéndolo en chivo expiatorio de los profesionales de la democracia, en cuanto símbolo de las actitudes «machistas, violentas, no dialogantes, intolerantes...» que además, para más inri, pueden ser asociadas, por «culpa» del propio Carlos, al Innombrable, a Franco.

Lo que sí me extraña es que la conducta de Eva haya quedado exenta de cualquier reprobación, tanto desde el interior, como desde el exterior, siendo así que la conducta de Eva, a mi juicio, implica una «subversión de valores» mucho más grave, tanto desde el punto de vista ético, como desde el punto de vista moral, que la «subversión de valores» apreciada en la conducta de Carlos.

Acaso la explicación esté en que la conducta de Carlos simboliza el desprecio a determinadas tablas de valores políticos consensuados por la democracia partitocrática, mientras que la conducta de Eva representa la subversión de determinadas tablas de valores éticos y morales ante las cuales la partitocracia mantiene una tolerante actitud agnóstica.

[ 5 abril 2001 / se sigue el original del autor ]

 
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