El Basilisco, revista de filosofía fundada en 1978 por Gustavo Bueno
Gustavo Bueno
El puesto del Ego trascendental en el materialismo filosófico
El Basilisco, número 40, 2009, páginas 1-104.
Introducción: el mito del Mapamundi corno alegoría del Ego trascendental
1. ¿Qué entendemos por «mito» en esta introducción?
Entendemos por mito, en su sentido formal (mito formal, en cuanto contradistinto al mito material) el proceso de reorganización analógica de un «campo extraño» (por respecto del «campo ordinario»), a partir de un modelo positivo o paradigma institucionalizado, definido en un campo propio --«campo ordinario».
La institución básica que actúa como modelo puede ser el fragmento delimitado de un proceso natural más amplio (un parto, en el que figuran, como partes formales, la madre, el hijo, el cordón umbilical...), o un fragmento de un proceso de invención artificial (una escultura, una pintura, un ballet, una simulación, como la simulación de un agujero negro en pantalla de ordenador o en acelerador de partículas).
La «reorganización mítica» de un campo analógico exterior por la aplicación de un modelo positivo institucional es una operación racional que utiliza la analogía de la que resulta el mito material, analogía vinculada al lenguaje (vinculación que no autoriza a reducir el mito a su condición de relato dado en un lenguaje de palabras). En el supuesto de que el mito material conduzca a resultados irracionales, incluso delirantes, no haríamos sino corroborar la tesis de la génesis racional del mito (es gratuito suponer que lo irracional precede a lo racional; mayor fundamento tiene la suposición de que lo irracional es el resultado de la composición o desarrollo de construcciones racionales previas).
Y si los mitos presuponen ya una organización lógica institucionalizada del campo, los mitos no podrán considerarse, según esto, como la «fase irracional» previa a «la razón» (del mito al logos). Los mitos no son productos espontáneos de una fantasía mitopoiética irracional (como tampoco la capacidad somnífera del opio es atribuible a su virtud dormitiva).
El concepto formal del mito, tal como lo hemos definido, es ya un concepto crítico, en cuanto presupone el conocimiento de la distancia entre el modelo institucional básico y el mito material resultante de él. Sin embargo, el mito material no implica por sí mismo una «conciencia crítica»; puede ser a veces indicio de una actitud acrítica primitiva o infantil. Es el caso de quien interpreta la organización mítica de un dominio del mundo como si fuera su «organización espontánea». El mito pigmeo del dios arquero puede ser tomado como una «revelación» o como una «intuición» de lo que ocurre en la tormenta: un dios arquero ha tomado el Arco Iris para disparar los rayos como flechas. El mito pigmeo procede de una institución racional positiva, la del arco y las flechas ordinarias, pero supone la aplicación de esta institución a la reorganización analógica del campo meteorológico amorfo. Sólo cuando desmitificamos la supuesta intuición o creencia pigmea, su «revelación» se nos muestra como una transformación del mito material en un mito formal, lo que equivale a su mitificación. De aquí la paradoja de la equivalencia entre la desmitificación y la mitificación, en estos casos (remitimos a El mito de la cultura, págs. 23-24, de la primera edición, págs. 41-42 de la séptima edición).
Introducción. El mito del Mapamundi como alegoría del Ego trascendental.
Capítulo I. Cuestiones preliminares. §1. Cuestiones ontológicas. §2. Cuestiones gnoseológicas.
Capítulo II. Cuestiones «egológicas». §1. Cuestiones ontológicas. §2. Cuestiones gnoseológicas.
Capítulo III. Ego categorial. §1. El Ego gramatical y el Ego jurídico. §2. El Ego psicológico. §3. Ego denominativo institucional (etnológico). §4. Ego denominativo natural (Ego etológico). §5. Ego orgánico (ego denominativo natural).
Capítulo IV. Ontología del Ego categorial. §1. Planteamiento de la cuestión. §2. La posición de E en Mi. §3. La naturaleza de E en función de M1 (E = E ∩ M1). §4. La materialidad de E en función de M2 (E = E ∩ M2). §5. La naturaleza de E en función de M3 (E = E ∩ M3). §6. Nexo ente la ontología especial (del Ego categorial) y la ontología general (del Ego trascendental).
Capítulo V. El Ego trascendental en el contexto del Espiritualismo realista e idealista. §1. El Ego trascendental alcanza su representación antes en el espiritualismo que en el materialismo corporeísta. §2. Las manifestaciones teológicas del Ego trascendental. §3. El Ego trascendental del idealismo kantiano. §4. El Ego trascendental en el idealismo de Fichte. §5. El Ego trascendental de la fenomenología de Husserl.
Capítulo VI. El Ego trascendental en el materialismo filosófico. §1. Lo que no es E. §2. El puesto de E en el sistema del materialismo filosófico. §3. El significado del ego para la filosofía en sentido estricto. §4. Las variaciones de las posiciones del Ego y su correspondencia con las fases de la historia de la filosofía occidental.
→ Este artículo ha quedado refundido en el libro El Ego trascendental
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