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Gustavo Bueno

Gabriel Albiac, Gustavo Bueno y Julio Rodríguez Aramberri

Sobre Althusser: el “corte epistemológico”

Sistema, revista de ciencias sociales, Madrid, octubre de 1974, nº 7, páginas 131-135.

Facsímil en pdf: marzo 2010

«Puntualización de Gabriel Albiac. En su trabajo sobre Las limitaciones del materialismo dialéctico (Sistema, nº 5, p. 42, nota 5) cita Julio Rodríguez Aramberri, con una credulidad acrítica digna de mejores empresas, los siguientes párrafos de G. Bueno, referentes a Louis Althusser: «En la traducción francesa de El capital, antes citada (Garnier-Flammarion, París, 1969), presentada por Althusser, se nos ofrece un ejemplo de la 'práctica-teórico-práctica' del 'corte epistemológico': la supresión de este párrafo (el del 'coqueteo', en el postfacio citado, J. R. A.), verdadero nudo gordiano para el althusserismo, cortando el texto de Marx mediante tres puntitos suspensivos (p. 583).».»

«Respuesta de Gustavo Bueno. Desde luego que el corte lo hizo Marx: esto se daba por supuesto aun antes de la lección filológica del señor Albiac. En mi artículo sobre los Grundrisse, decía «cortando el texto de Marx», sin ignorar que Marx lo hubiese cortado, pero en circunstancias tales, como veremos, que, una vez cambiadas, no sólo se está autorizado a decir que se está «cortando», sino que se está «recortando» –es decir, volviendo a cortar–, con respecto al texto original extractado. El texto de El capital, presentado por Althusser en la edición de Garnier-Flammarión, en efecto, sólo quita un punto a los cuatro puntos suspensivos de la traducción francesa de 1872-75 (que tenemos a la vista).»

«Respuesta de Julio Rodríguez Aramberri. La sabia y amable puntualización de don Gabriel Albiac a una nota marginal en mi trabajo Las limitaciones del materialismo dialéctico («Sistema», nº 5) me sugiere las siguientes reflexiones: 1. El señor Albiac me fuerza a tomar parte en una partida de dobles del tenis intelectual. Como, en este caso, me ha tocado jugar junto a la red, dejo pasar su loft para que lo recoja mi involuntario, desconocido pero admirado, compañero el profesor Bueno, en cuyo trabajó Significado de los «Grundrisse» en la interpretación del marxismo («Sistema», nº 2), parece haberse originado este divertido embrollo. Por lo que se refiere a mi «credulidad acrítica», aclararé que no me siento avergonzado de ella. No sólo me ha dado bastante buenos resultados hasta el presente, sino que, concretamente en el caso de Gustavo Bueno, me hace sentirme especialmente satisfecho en general. La larga, seria y original actividad teórica de Bueno le hace digno de un crédito extendible a muy pocos. 2. La aventura erudita del señor Albiac –sea dicho con todos los respetos para el trabajo científico serio– me parece por lo general irrelevante. Si con su actitud el señor Albiac pretende trivializar con acusaciones de «frivolidad intelectual o simple mala fe» los modestos resultados de mi artículo, no voy a ser yo quien le siga a ese campo. Cada cual se satisface con las victorias dialécticas que quiere o puede.»

 

Facsímil del original impreso de este artículo en formato pdf