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Teselas

El Ave Fénix

Gustavo Bueno analiza en esta tesela el mito del Ave Fénix.


Gustavo Bueno, El Ave Fénix

Tesela nº 61 (Oviedo, 10 de noviembre de 2010)

Transcripción GTGB ⋅ t061
El Ave Fénix
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Vamos a hablar hoy del Ave Fénix.

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El Ave Fénix es un mito, se considera un mito. Un mito del cual tenemos noticias abundantes en escritores antiguos como pueda ser Plinio, como pueda ser, pues qué se yo, Amiano, &c. Hay muchos testimonios antiguos. Y entonces, el mito es, recuerdan todos, “Existía un ave, un pájaro (parecía ser del tamaño de un águila) en África que vivía un montón de años. No sé sabe bien si doce mil, unos, otros dicen, mil novecientos años, o doce mil años. Y cuando llegaba el momento en que ella se sentía que iba a morir, entonces se hacía una especie de cama con maderas aromáticas, con resinas de diferentes colores, las ponía al sol, salía una llama y entonces se consumía en sus cenizas y de esas cenizas salía otra Ave Fénix”. Que es lo que ha trascendido, el Ave Fénix es la que sale de sus cenizas.

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Ahora bien, este mito es de un interés extraordinario, desde un punto de vista lógico y filosófico. De la lógica de clases, precisamente, y filosófico en general, de la identidad sustancial y esencial. Porque, es a través de este mito principalmente como la famosa idea de una clase unitaria, clase de un solo elemento, resulta que está expresada en forma mitológica. Hay también otras situaciones pero no demasiadas. El Ave Fénix, entonces, nos presenta la idea de una clase, todas las aves fénix que teóricamente, mitológicamente, han existido en el mundo, que pueden ser millones, pues se supone que el mundo es eterno como suponían los antiguos. Entonces, esta clase de aves fénix sucesivas forman una clase, pero una clase cuyos individuos son únicos, tienen unicidad en cada caso, en cada momento. No hay dos aves fénix simultáneamente, sino sucesivamente. Y entonces estas aves fénix sucesivamente forman una clase unitaria pero de un modo muy especial porque hay una multiplicidad de fenómenos de aves fénix pero una única sustancia que se presentan así.

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Entonces, resulta que el Ave Fénix ha sido ya, por otra parte, aunque de un modo tangencial, reconocida en toda la lógica tradicional como una expresión de una situación lógica paradójica y límite. Concretamente, lo que llamaban los antiguos, las especies únicas. Por ejemplo, Santo Tomás, aplicado a los ángeles, los ángeles son especies únicas. Especies que tienen un solo individuo, que era el ángel. Y esto Santo Tomás lo decía porque los ángeles los interpretaba como especies inmateriales, por tanto, no podían individualizarse porque no tenían materia, que era el principio de individuación. Por tanto, los individuos eran especies únicas. Unamuno hizo famosa esta expresión en lenguaje español cuando decía, yo soy Miguel de Unamuno, especie única. Es decir, yo soy la única especie, no soy individuo, soy especie. Porque individuo, claro, implica siempre una serialidad, implica siempre una especie de clonicidad -con otros individuos de la misma especie-, y entonces Unamuno defendía y revindicaba el derecho de llamarse especie, no individuo, especie única. Un ángel en el fondo. Era un ángel de Santo Tomás.

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Y, de hecho, en los tratados de lógica escolástica, se ponían, cuando se hablaba del caso de las especies únicas o del individuo en una sola especie, se ponía como ejemplo el Ave Fénix, efectivamente. Es decir, que el Ave Fénix es uno de los ejemplos que viene de la tradición escolástica, en los manuales de Súmulas. También se ponía el Sol, una cosa muy curiosa porque el Sol era único pero al mismo tiempo tenía una categoría de especie..., porque no había más que un Sol en el Mundo. Entonces el Sol era una clase, era una especie, pero al mismo tiempo con un solo individuo. Es decir, los escolásticos no pensaban ya, cuando hicieron estos ejemplos, estas Súmulas, no pensaban ya en un Sol como una clase de elementos, como aquellos mitos de que hemos hablado varias veces de tribus africanas que se habla de un poblado del Sol. Hay un poblado del Sol en donde cada día va saliendo un Sol nuevo. Aquí tendríamos una situación de lógica de clases simplemente donde el Sol es un elemento de la clase, clónicos. No, aquí se supone que el Sol es ya único. Y que está girando. Y entonces, este objeto único, singular, que no tiene parecido y no tiene parangón en ningún otro, sin embargo, es más que un individuo clónico puesto que no tiene repetición, es irrepetible. Y también ponían como ejemplo muy curioso, claro dentro de la tradición bíblica, a Adán antes de Eva. Es decir, cuando Dios crea a Adán en el Paraíso antes de Eva pues Adán presenta unos problemas lógicos característicos a este tipo de lógica por esta razón. Porque Adán es Hombre, pertenece a la especie del Hombre, pero hay un solo Hombre hasta que Dios crea a Eva, y además tiene que crearla porque por sí mismo Adán no hubiera dado lugar a nadie puesto que era de un género masculino. Es decir, que entonces resulta que estos ejemplos, el Ave Fénix entre ellos, está incluido realmente en el asunto.

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Entonces la cuestión del Ave Fénix plantea esta cuestión, de cómo un mito, sin embargo, encarna una estructura lógica que permite y obliga a decir que se trata de un mito totalmente lleno de interés lógico. De un mito que está utilizando estructuras lógicas, de lógica de clases además. Y esto es una paradoja para muchos que suponen que el mito es irracional. En qué consiste aquí la irracionalidad. Hombre, consiste en la irracionalidad de que por supuesto la materia de este mito es completamente fantástica, no hay tal situación. Pero sin embargo plantea una cuestión límite de la lógica de clases, y de los todos y las partes en general.

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Y sobre todo plantea, además de lógica de clases, plantea la situación de la conexión entre las identidades esenciales y las sustanciales, es decir, lo que llamamos sinalógicas e identidades diairológicas. Porque claro, las aves fénix, sucesivamente, resulta que todas ellas forman una continuidad, una continuidad sustancial, diríamos. El Ave Fénix que aparece de las cenizas del anterior tiene la misma sustancia. También se podría suponer, se podría interpretar de otro modo, que cada Ave Fénix es creada otra vez por la Naturaleza o por Dios, en cuyo caso cada Ave Fénix ya no tendría continuidad sustancial con la otra. Pero el hecho de que las cenizas sean las mismas, pues parece que tiene que haber allí una especie de continuidad material, física, biológica, química si se quiere, para que las aves fénix formen una continuidad sustancial. Y al mismo tiempo, la multiplicidad de esta sustancialidad, en la multiplicidad de apariciones, de fenómenos, de individuos, que son individuos fenoménicos, que son apariencias.

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De manera que, en definitiva, yo lo que quería subrayar aquí es cómo un mito como el Ave Fénix está lleno de estructuras lógicas funcionando a situación límite que se encuentra en otros lugares, no únicamente en los mitos. Y, por tanto que hay que reivindicar el carácter racional de los mitos.

Final ❦ 08:20

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