Gustavo Bueno
Mundialización y Globalización
Lección pronunciada el lunes 19 de julio de 2004, en Santo Domingo de la Calzada, dentro del I Curso de Filosofía, “La Globalización” (Curso de verano de la Universidad de la Rioja en Santo Domingo de la Calzada, 19-23 julio 2004).
Gustavo Bueno, Mundialización y Globalización (1h 51m)
Santo Domingo de la Calzada, 19 de julio de 2004
Transcripción GTGB ⋅ c002
Mundialización y Globalización
1 ❦ 00:04
Muy bien, bueno, buenos días y bienvenidos a todos a Santo Domingo de la Calzada y a este local concretamente.
2 ❦ 00:13
Vamos a dar comienzo, como está en el programa, a este Curso que tiene un carácter de ensayo, un carácter de experimento, a ver cómo resulta y cuyo tema como ya conocen ustedes, es el tema de globalización y cuestiones ligadas al asunto.
3 ❦ 00:33
La conferencia, o la lección, que me corresponde desarrollar en este momento es una cosa muy general, como lo dice el propio tema: “Mundialización y globalización”.
4 ❦ 00:49
Las ideas fundamentales que voy a exponer aquí, la mayoría ya las conocen, de manera que no esperen nada nuevo. Las conocen ya, pues, son prácticamente las que están expresadas en este libro que ha aparecido hace un par de meses, o tres meses. Pero claro, yo el libro no lo puedo exponer porque, primero, ocuparía mucho más tiempo, y luego, no sería el estilo de una lección{1}. De manera, que lo que voy a hacer es lo que vaya dando de sí el tiempo. Dicho de otro modo, un poco para proceder de un modo galeato, que dada la naturaleza del tema no esperen tampoco en esta primera lección una cosa muy sistemática, porque no es posible. El segundo tema, sobre el terrorismo, es más cerrado y es más fácil de dar una exposición más cerrada. Y esto es un poco más abierto, de manera que esto va a seguir. Y, además, voy a decir también lo siguiente, que voy a tratar de exponer el asunto no de un modo crítico de frente –tratando de hacer una crítica de lo que es la globalización, por ejemplo, como está en el libro– sino que, más bien, voy a seguir un punto de vista emic.
5 ❦ 02:11
Emic, quiere decir lo siguiente, digo para los que no estén al tanto{2}. Es una reconstrucción, que utilizamos nosotros mucho, de la famosa distinción de Pike, entre el punto de vista emic, y el punto de vista etic, que son los dos puntos de vista que los antropólogos, en primer lugar, y los lingüistas (Pike era lingüista y antropólogo cuando hizo esta distinción); que se reduce en esencia a mantener el punto de vista del agente, y el punto de vista del observador. Y Pike utilizó esta distinción, vamos, sacó esta distinción de fonética y fonémica. Claro, una distinción completamente chapucera; dijo, punto de vista fonémico, emic, y, punto de vista fonético, etic. Pero, sin embargo, la distinción prosperó sobre todo por lingüistas, antropólogos, y ha adquirido un extraordinario incremento porque es indispensable –realmente indispensable–. Hay distinciones paralelas anteriormente pero no tan claras como ésta. El ejemplo de Pike, para situarle, ya que vamos a utilizar muchas veces esta distinción, el ejemplo donde Pike la acuñó, fue los indios mixteca en México. Donde él fue a tratar de interpretar la lengua mixteca, sin intérprete. Y, entonces, observó –claro–, empezó a hablar con aquellos indios, y naturalmente grababa las conversaciones, las transcribía fonéticamente, pero no sabía lo que se decía. Y, entonces, en esas transcripciones fonéticas, que era el punto de vista etic, resulta que estaba observando desde fuera cómo hablaban aquellos indios. Todavía más paradójico, lo que hablaba, cuando él lo leía a otros, lo entendían los otros, y él no entendía lo que había dicho, no sabía lo que estaba diciendo. Y, al cabo del tiempo, según los métodos que él siguió y que están expuestos en un libro monumental, que lo escribió en tiempos, pues, fue más o menos traduciendo al inglés, interpretando y esto lo llamó el punto de vista fonémico y el punto de vista émico, emic. Y, entonces, por eso la distinción es clarísima, vista en este origen, porque es el punto de vista del agente, lo que está el indio mixteca hablando, y lo que está el observador, que no entiende los motivos del agente, lo que está escuchando. Es evidente, que el punto de vista del agente, el punto de vista emic, pues, en principio es uniforme; o se puede asegurar que un grupo social que utiliza determinados rituales o lenguajes, pues, tiene un punto de vista común. El punto de vista etic es muy heterogéneo porque depende del punto de vista donde te pongas, de manera que hay muchos puntos de vista etic, esa es la cuestión. La distinción de Pike en lingüística, se generalizó inmediatamente a otros terrenos de la antropología (claro, como es evidente), de la historia; y, en general, es una distinción prácticamente, yo creo, que irrenunciable, vamos es imprescindible.
6 ❦ 05:22
Aquí el punto de vista emic significa, en el tema de la globalización, pues, más o menos, lo interpretamos así. Es el punto de vista de los agentes de la globalización; es decir, del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial, de la propia ONU (o instituciones que son de ella). Es el punto de vista de los propios agentes de la globalización oficial, que llamamos.
7 ❦ 05:44
Pero también el punto de vista de los movimientos alternativos de la antiglobalización, que tienen unos puntos de vista evidentes. Los que acuden a las manifestaciones desde Chile hasta Cancún, Calcuta. Y, entonces, este punto de vista de las manifestaciones antiglobalización yo doy por supuesto (claro, esto hay que demostrarlo) –pero doy por supuesto–, que son también globalización. Es decir, que la antiglobalización es la contrafigura de la globalización. Esto se ve clarísimamente en algunos grupos de este tipo, por ejemplo el grupo Attac donde claramente lo que quieren es una globalización alternativa, e incluso utilizando los propios mecanismos de la globalización oficial, como es la tasa Tobin, famosa, que está utilizando todos los mecanismos del sistema del capitalismo globalizador. Otros no, otros son mucho más radicales pero no menos globalizadores.
8 ❦ 06:41
Entonces, ya con esta aclaración previa terminológica, simplemente quería advertirles de que voy a procurar, cosa que es muy difícil, situarme en el punto de vista emic tratando de describir la globalización tal como la conciben los agentes de la globalización.
9 ❦ 07:02
Y, entonces, confío que la crítica salga por sí misma. La simple reexposición de los agentes de la globalización, yo creo, que es suficiente para establecer la crítica. Y por crítica entendemos aquí también lo siguiente. Como todo el mundo es crítico, claro, ¿quién se atreve a decir que no es crítico?, todo el mundo es crítico, necesariamente. Todo el mundo es crítico. Por crítica entendemos aquí, como siempre, la clasificación. Aquí por crítica entendemos clasificar, tratando de clasificar, eso es criticar. Cribar, distinguir, clasificar.
10 ❦ 07:40
Con estos prenotandos, como decían antes, vamos a empezar.
11 ❦ 07:49
Quizá un modo rápido de empezar y de situarnos en el tema es el siguiente. Recordar que hace 20, 25 años, por ahí sería por los años 80 o setenta y tantos, estalló un movimiento europeo, que luego se extendió por América, que se denominó el “posmodernismo”. Allí está Baudrillard, Lyotard, y Vattimo, y toda aquella gente. En realidad era una especie de invento italo-francés editorial, que tuvo un éxito extraordinario, sobre todo en América hispana fue tremendo. Me tocó por aquellos años estar yo en alguna república de aquellas, Honduras, y Santo Domingo, y demás. Y todos los dominicales de la prensa estaban todos dedicados íntegramente al posmodernismo; entrevistas con estos señores, y los llevaban por allí, y los traían, era una cosa increíble. Y ellos creían que era el único tema del que hablábamos también en España. Aquí se hablaba mucho, sobre todo se habló mucho después, pero entonces era una cosa sorprendente. A mi me sorprendió ver esa impregnación de posmodernismo.
12 ❦ 09:10
Entonces, la esencia del posmodernismo pues, como todo el mundo sabe, era el haber acabado con los grandes relatos, que decían ellos; se acaban los grandes relatos. Por grandes relatos entendían, sobre todo el relato del materialismo histórico en los días aproximados de la caída de la Unión Soviética. El gran relato del marxismo se había hundido y con esto se habría hundido toda una nueva época que era la época del modernismo de los grandes relatos donde estaba Hegel y Marx, &c. Y había pasado ya a una época mucho más adecuada a los hechos, la época del pensamiento fragmentario, del pensamiento débil, que le decían ellos, porque ya los grandes relatos habían pasado a la historia casi de la metafísica.
13 ❦ 09:59
Ya en la época, ya en aquellos años era muy difícil sostener esta interpretación de ellos, porque no era verdad. No era verdad que se hubieran acabado los grandes relatos. Pero es que años después, y en nuestros días –y éste es el punto de vista donde yo quería empezar–, los grandes relatos han vuelto a resucitar, con tal potencia que nuestra época, es decir, nuestros años, los años primeros de este siglo XXI, es la época de los grandes relatos, precisamente, si hay otra. Yo no creo que haya habido otra parecida de los relatos, no grandes, grandísimos (grandes relatos). Y, además, con nombre propio cada uno de ellos. Voy a enumerar unos cuantos, pero hay muchísimos más. Los más señalados de los que se me ocurren son de este tipo.
14 ❦ 10:48
Primero, grandes relatos cosmogónicos, la Teoría del Big Bang. Si quieren más gran relato ¿verdad? El origen del mundo, absolutamente todo. Allí está el Big Bang hace veinte mil millones de años hubo una gran explosión y de allí salió todo en lo que estamos ahora. El gran relato completo, además tenido como si fuera una verdad científica, la última palabra de la ciencia (el gran relato). Es un mito, completamente un mito, pero, vamos, esto no nos corresponde aquí hablar de este asunto. Por ejemplo, otro gran relato es la idea de la biosfera. Es decir, formamos una biosfera, toda la esfera terrestre está organizada en una unidad una “sympathia ton holon”, que diría Posidonio, de una “simpatía de todas las cosas” que son los seres vivientes y la ecología, en fin, todo esto. El planeta Gea, toda la mitología de Gea de Lovelock y todos estos. Pues, por ejemplo, otro gran relato es la idea de la paz perpetua. Hemos llegado a una fase de la humanidad donde estamos en la paz perpetua. Es la época del reinado de Kant, como ya dijimos el otro día en Gijón. El relato de los relatos es precisamente Kant, fue la tesis que mantuvimos el otro día en Gijón. El Big Bang en el fondo es un desarrollo de la cosmología de Kant que fue el iniciador, para reconocer todo el mérito, y la paz perpetua no digamos. Precisamente el año pasado cuando las manifestaciones en España pidiendo la paz{3}, La paz perpetua de Kant se reeditó cinco veces en España, que es una cifra realmente sorprendente. Es decir, estábamos bajo la sombra de Kant, y seguimos. Nuestro siglo creo que es kantiano, es decir el fin de los grandes relatos ha sido sustituir esos grandes relatos hegelianos o marxistas por los grandes relatos kantianos, que son los que están... Ahora citaré algunos autores, en relación directamente con la teoría de la globalización y con la paz, que han escrito libros o artículos que están invocando a Kant directamente, es decir, que no solamente es una interpretación es casi explícito. Me estoy refiriendo a Doyle y a otros muchos.
15 ❦ 13:06
He enumerado el Big Bang, la biosfera, la paz perpetua y ya para terminar la mundialización y la globalización, así, que igual ¿más gran relato?, la globalización, este es el gran relato. Estamos inmersos en grandes relatos: globalización y mundialización.
16 ❦ 13:28
Pues entonces vamos a empezar por esta distinción, puesto que es la que nos ocupa. El tema de la lección se llama: “Globalización y mundialización”.
17 ❦ 13:38
La distinción la voy a exponer en dos planos. Primero un plano puramente abstracto funcional, dos ideas funcionales. Por lo menos así las hemos expuesto otras veces. La palabra “mundialización”, la palabra “globalización” son dos ideas funcionales. ¿Qué queremos decir con esto? Pues lo mismo que dicen los matemáticos. Una función tiene una característica, tiene un campo de variables independientes, un campo de variables dependientes de su función. Y el campo de variables dependientes son los valores de la función y esos valores son los conceptos realmente. Dicho de otro modo, la característica de la función prácticamente no es un concepto, es simplemente un instrumento para construir conceptos. Esto dicho en términos tradicionales, la característica es un concepto sincategoremático; es decir, que por sí mismo no significa nada, siempre tiene que estar unido a otro. Y, entonces, aquí esta exposición abstracta, o funcional, tiene a su vez dos fases. Estoy exponiendo lo que pide yo creo, lo que piden los propios conceptos, es que están ahí como todo el mundo puede comprobar. Primero hay una forma de exponer una función de un modo no paramétrico, como pasa en matemáticas en la ecuación de las cónicas, hay un modo no paramétrico; y después hace falta introducir parámetros. Los conceptos son los mismos, pero con un parámetro. Es lo mismo que hablar de circunferencia sin decir el radio que tiene la circunferencia, cuánto mide el radio. O una elipse sin decir cuánto mide el parámetro, la elipse queda definida pero no se sabe qué tipo de elipse es. Bien, pues, es esto mismo. Y, entonces, la exposición puede tener estas tres partes. Bueno, que se me está ocurriendo ahora esta división intentando organizarme un poco la masa de cuestiones que se abren de momento aquí. Primero una exposición funcional abstracta. Después dos líneas sobre los parámetros de la función. Y después empezar con la globalización ya directamente y la mundialización, no ya paramétrica sino incluso aplicada a los fenómenos que nos ocupan. Esa es la cosa. De manera que con esto yo creo que cumplimos la primera tarea. Y luego la segunda es mucho más organizada por sí misma. Esta organización que yo confiaba que tenía que salir al empezar, pues ya ha salido, de manera que más o menos es esto porque lo pide el hierro, como decía aquél, lo pide el hierro.
18 ❦ 16:16
Lo de lo pide el hierro es una expresión que es muy bonita, propia de un herrero de Bañares que es una villa que está a cinco kilómetros de aquí. Esto lo sé yo por televisión, luego me han confirmado que es verdad. Es un herrero que le encargaron hace años en la catedral de Burgos una verja, diciéndole que se tomase todo el tiempo que quisiera para forjarla y que cobrase lo que quisiera. Y llevaba aquel señor ya, cuando yo vi en televisión le vi en un reportaje, llevaba ya pues quince o veinte años haciendo la verja. Y, bueno ¿usted qué hace? Pues yo trabajo, –no sé si catorce horas diarias, decía el hombre, allí en el yunque– cada vez sé menos, no sé qué, no sé cuánto. Y dice bueno ¿y cuándo piensa usted terminar? Dice, yo, lo que pida el hierro. Que es una expresión, yo no he encontrado otra cosa más feliz. Pues esto es, también, lo que pida el hierro.
19 ❦ 17:15
Pues lo que pide el hierro aquí, yo creo, primero es empezar a distinguir mundialización y globalización funcionalmente. Yo creo que lo que tienen de común estas dos grandes ideas es, pues, que son ideas holóticas, de todos y partes. Son dos tipos de todos y partes. La globalización es una idea funcional de todos distributivos. Y la mundialización de todos atributivos. Supongo que la mayoría saben de qué va esto. Perdonen los que no saben, pero es que estamos en un curso general. El curso no está dirigido únicamente al gremio de filosofía, sino a todo el público en general, y por tanto hay que hablar para que todo el mundo lo entienda. Y mucha gente en el gremio de filosofía tampoco conoce esta terminología. De manera que para qué vamos a engañarnos. Simplemente el ejemplo más rápido que se me ocurre, y perdonen otra vez, los que ya me han oído cuarenta veces este asunto. El ejemplo más rápido es, si cogemos unos polígonos, unos pentágonos y los recortamos en unas cartulinas, y los distribuimos, doce pentágonos, pues, tenemos un conjunto, o totalidad de pentágonos, distributivo, cada pentágono está separado de los otros. Ahora, si los pegamos por las aristas y formamos un sólido, esto ya es un todo atributivo, están todos ligados, además las aristas ya han dejado de serlo, están fundidas unas en otras. Ésta es la diferencia. Es decir, los todos atributivos, que aquí son fundamentales como vamos a ver, porque aquí en la globalización esta distinción está constantemente funcionando. Y, precisamente, por no tenerla presente en los análisis, pues, los economistas que son los que tratan sobre este asunto, me refiero a Stiglitz, me refiero a Estefanía para citar algún español muy conocido, en un librillo muy conocido. Como no conocen esta distinción, pues, se pierden completamente, y se introducen en discusiones y pseudoproblemas completamente, por no tener presente qué tipo de conceptos están utilizando.
20 ❦ 19:32
La idea es la siguiente, globalización es un concepto distributivo, ¿por qué? Porque hay muchas globalizaciones. Y mundialización es un concepto de totalidad atributiva, ¿por qué? Porque solamente hay un mundo. Bueno, esto hay que demostrar todo esto, claro. Vamos a ver por qué. La idea de mundialización, los términos mundialización y globalización suelen ser muchas veces interpretados como equivalentes, son terminología equivalente. Yo recuerdo una conversación, que dada la categoría del interlocutor que era el señor Iglesias, que es el Presidente del Banco Interamericano de residencia en Estados Unidos, y que está metido enteramente en problemas de globalización. Tuve ocasión de comer con él, que le hicieron Hijo Predilecto de Oviedo, hace tres o cuatro años, y estuvimos hablando de esto. Y me acuerdo que él me dijo con toda convicción: No, no, yo prefiero hablar de mundialización, –dijo él– porque globalización es un término anglosajón. Y realmente es una cosa que yo como soy español prefiero hablar de –claro, siendo un señor que vive toda su vida en Estados Unidos y sobre todo el cargo que ocupa– mundialización. Yo le puse algunos reparos pero no me hizo caso, como es natural. Sencillamente es una cuestión de casticismo. Y, claro, es muy curioso el tratar de sostener esta diferencia estética, más bien, porque no la hay.
21 ❦ 21:10
El término globalización es tan antiguo, o más, como el término mundialización, en español y en latín. Otra cosa es que haya tenido una evolución semántica diferente. Hay distinciones más o menos artificiosas, por ejemplo, es muy común la siguiente. Bueno, globalización se refiere, por ejemplo, a dos fases distintas de un mismo proceso. Dado un proceso similar, por ejemplo, un proceso que es casi compartido. (Y esta tarde hay una conferencia que va en este sentido, la de Urdáñez, me parece va en ese sentido). La mundialización empieza en el siglo XVI con el descubrimiento de América, idea de Marx aplicada a la economía, porque en el siglo XVI, con el descubrimiento de América empieza el comercio internacional y empieza a ampliarse los mercados fuera del horizonte europeo, y cuando empieza a poderse hablar de los inicios de una nueva economía mundial. Y, entonces, se dice bueno, mundialización es el proceso de los grandes descubrimientos de la integración de todos los pueblos de la Tierra en una sola unidad, principalmente comercial y cultural. Y, globalización sería esto mismo pero en la fase ya última de las nuevas tecnologías y de la economía capitalista, o lo que fuera; ahí multitud de interpretaciones. De manera que sería el mismo concepto pero en dos fases históricas diferentes. Y cuarenta mil variedades sobre el mismo tema. Pues, una mundialización, no hay diferencia histórica, es lo mismo, se puede hablar de una cosa o la otra, y se habla. La prueba es que los economistas que hablan de... Concretamente me acuerdo de Estefanía, pero lo mismo dice Stiglitz, y lo dicen otros muchos, el mismo Guillermo de la Dehesa; dicen lo mismo, donde se ve también la inseguridad total que tienen acerca del concepto (lo que se demuestra andando). Cuando dice Estefanía, después de haber expuesto técnicamente, desde el punto de vista de la economía lo que es la globalización, entonces él se eleva a la gran profundidad histórico filosófica, y dice. En realidad, ya los fenicios globalizaron, porque iban haciendo los periplos aquellos por África (Hannón, o lo que fuera). Y los romanos globalizaron, entonces, todo el mundo globalizó; entonces, ya se llega a la máxima profundidad filosófica. Y, claro, la idea de globalización no se distingue de la otra.
22 ❦ 23:48
Y, efectivamente, por el uso de los términos sería muy difícil encontrar una justificación léxica, filológica, de uno y otro, soy el primero que lo reconozco, por tanto mi defensa se basa en dos criterios. Primero, uno filológico pero histórico, es decir, etimológico, pero no es suficiente, claro, porque la etimología no prueba esto. El segundo criterio se basa en el concepto. Unos conceptos funcionales que voy a pasar a exponer rapidísimamente. Entonces, estos conceptos diríamos puramente lógico-materiales, estos conceptos son los que requieren nombres característicos y lo más adecuado para estos nombres es precisamente esta distinción entre globalización y mundialización. Yo creo que ésta es más o menos la situación.
23 ❦ 24:45
¿Qué es entonces, según el punto de vista que vamos a exponer aquí, la globalización? Pues, la globalización es la operación que consiste en hacer un globo. Globalización es una operación que consiste en hacer un globo. Y, ¿qué es un globo? Pues, lo dice Cicerón y es el argumento principal en que me baso (y Varrón), pero Cicerón tiene un texto explícito, que lo tengo por ahí señalado, dice: “Globus es el término que utilizamos los latinos para designar lo que los griegos llaman sphairos”, “esfera”, es decir, el globo es la esfera. Eso es lo que dice Cicerón y esa es la tradición a la que hay que atenerse, cualquiera que sea la evolución semántica, a mi juicio, que haya experimentado esta idea, además que globo se ha mantenido siempre. Es decir, el globo como esfera ha sido constante. Desde las cátedras de globo, el globo terráqueo, y el periódico El Globo, en fin, el globo se ha mantenido siempre; ya en forma paramétrica cuando se da el parámetro del diámetro terrestre, es decir, el globo terráqueo. El globo terráqueo por antonomasia y el globo por antonomasia es el globo terráqueo. Y el parámetro es el diámetro terrestre, o el radio terrestre, como se quiera hablar. Y este globo terráqueo, el otro día en Gijón, se recordó la cita en La paz perpetua de Kant, Kant habla del globus terraqueus precisamente en el contexto de la paz perpetua, lo cual es un dato importantísimo, en este contexto ideológico en que nos estamos moviendo. Es decir, que la idea del globo terráqueo está ahí presente, globo terráqueo, no dice la Tierra, ni el mundo. Entonces, ¿qué quiero decir con esto? Que si globo significa esfera, entonces, necesariamente, dada la importancia que ha tenido la esfera; la esfera es la base de nuestra civilización, en cierto modo. Cualquier historiador de la astronomía sabe que quien introdujo en el mundo el círculo, en cosmología fue Anaximandro y los griegos; la astronomía está hecha sobre las esferas, los círculos esféricos, &c. Y, por tanto, los astros y la esfera fue concretamente –como hemos también aplicado muchas veces el concepto–, la esfera fue la clave del descubrimiento de América{4}. Es decir, la medida de la esfera terrestre por Eratóstenes y Posidonio (como aquí ya hay alguien presente que me lo ha subrayado en tiempos) midieron prácticamente el perímetro de la Tierra a una escala similar a la que poseía Colón, y nosotros. Y, gracias a que esa esfera estaba funcionando como tal, se pudo descubrir América. Por eso era imposible que la hubieran descubierto los americanos, eso es un hecho que también la gente no se da cuenta, es imposible. Cuando en la Expo 92 hubo un intento, por parte de algunos indigenistas de venir a descubrir Europa con canoas. Pues, el asunto no era la dificultad puramente náutica de atravesar el Atlántico, que podían haber atravesado, sino es que si hubieran llegado a Europa no hubieran visto nada, porque unos acantilados. Como viceversa si alguien hubiera llegado en una canoa a Argentina no hubiera visto América ¿por qué? porque América no se podía ver, porque América era un concepto que suponía el globo terrestre y las medidas, es decir, es totalmente imposible. Ahora se podrá ver desde un satélite, pero entonces era imposible. Entonces, tratar de introducir el relativismo aquí con la esfera, (claro, tratándose de esferas) esto es una cosa que es sencillamente ignorancia de la cuestión; el que dice semejante cosa, incluyendo a todos los indigenistas que venían a Europa a descubrirla con canoas, eran unos pobres diablos, unos necios completamente. De hecho no vinieron pero porque no podían venir, claro.
24 ❦ 28:46
Entonces, la esfera, por tanto, tiene que ser finita, tiene que tener un radio finito, ¿por qué? Porque si tuviera un radio infinito dejaría de ser esfera, como es bien sabido, el centro estaría en todas partes y la circunferencia en ninguna. La esfera tiene que ser finita. Inmediatamente se deduce aquí que las esferas pueden ser múltiples, que no hay una sola esfera, un solo globo, quiero decir, que hay muchos globos, inmediatamente. Que van desde los globos de Júpiter que es el tamaño mayor que se conoce, hasta los glóbulos (luego hablaremos); los glóbulos, los globos pequeños o globitos. Son los glóbulos, desde los glóbulos rojos, hasta las células que empezaron a llamarse glóbulos también, pero que también tienen forma esférica. Entonces, las esferas son múltiples y por tanto pueden estar en relaciones muy diversas, las relaciones propias de la geometría del espacio, de la topología. Pueden estar incluidas unas en otras como en una caja china, están unas esferas incluidas unas en otras, como estaban las esferas de la concepción del mundo de los griegos, de Aristóteles, por ejemplo. La Tierra en el centro y luego un montón de esferas hasta la esfera de las estrellas fijas al fondo, estaban allí todas encajadas unas en otras. Pueden estar separadas, pueden estar tangentes hay todas las posibles distancias que conocemos por la geometría elemental y superior porque esto es lo mismo.
25 ❦ 30:11
Entonces, ¿qué quiere decir? Pues, que la idea de globalización empieza por de pronto a poder ser, en abstracto, múltiple, no hay una globalización, sino que puede haber múltiples globalizaciones, depende del parámetro que tomemos. Y, que hay una acepción muy interesante para nuestros efectos, donde yo he visto la aplicación, la utilización, aunque sin este énfasis que estamos haciendo aquí, pero la están utilizando, la idea. Que es en los libros de Melk y de Huntington, el famoso autor del conflicto de las civilizaciones, donde está comparando las civilizaciones con globos, son esferas, globos compuestos de partes que luego se chocan entre sí, partes que están encajadas las unas en las otras también, según que se vayan superponiendo. Entonces, la concepción de las civilizaciones, que viene a ser la idea de Spengler, y después de Toynbee, más o menos, pero ya dada la forma plástica de esfera. Bueno lo que se llaman esferas culturales, para qué querer ir más lejos, lo utilizan los antropólogos hoy día (las esferas culturales); y es uno de los caballos de batalla del problema de la globalización. Esferas culturales es un concepto utilísimo, que está totalmente disuelto por todos los antropólogos culturales e historiadores. Es un concepto que procede, seguramente, de los círculos culturales de Ratzel del siglo XIX, el geógrafo, (los círculos culturales), pero claro el círculo es un concepto que está en el plano, y la esfera es lo mismo pero ya en tres dimensiones. Entonces, las esferas culturales conciben precisamente al planeta, desde el punto de vista de la historia de la cultura, como un conjunto de esferas. ¿Qué quiere decir esto? Pues, que son finitas que están recluidas en sí mismas que son inmanentes, autónomas, que es un poco como las concebía Spengler, más o menos. Quizá la expresión más aproximada, las famosas culturas de Spengler, que él las interpretaba como organismos, como superorganismos en una perspectiva totalmente biológica, cada organismo duraba unos diez siglos, decía él. Era totalmente inmanente, autónomo, por ejemplo, la cultura griega, la cultura mágica que decía él; la cultura fáustica, la nuestra. La cultura fáustica habría empezado en el siglo X con los otones y estaría acabando estos años –la decadencia de occidente, famosa–, y esto sería una esfera (un organismo es una esfera también, claro). Basta recordar que la teoría celular de Rhasewsky, por ejemplo, se basa enteramente en interpretar las células, que son la base de todo organismo ulterior, como la esfera; es un módulo esférico que le sirve a Rhasewsky para hacer toda una teoría que últimamente nosotros hemos analizado bastante por otros intereses.
26 ❦ 33:01
Entonces, la idea de esfera cultural tiene este sentido, este contenido, es una multiplicidad, una totalidad, cerrada en sí misma inmanente con vida propia con una vida según que sea un organismo individual de cincuenta, ochenta, cien años, hasta diez siglos. Con una serie de fases, pero que no hay propiamente interacción más que externa entre las culturas. Spengler, un ejemplo famosísimo, entre San Agustín y Santo Tomás no hay nada que ver, San Agustín pertenece a la cultura mágica, Santo Tomás a la cultura fáustica, entonces, hay sí, ciertas semejanzas externas que él compara como empotrada en una catedral gótica podemos ver una jamba de un templo griego, pero aquello está completamente incorporado a otra estructura completamente diferente, y entonces, está simplemente formando parte de la nueva estructura, de la nueva esfera, de un modo completamente material, no formal. En esta perspectiva, la cuestión central en la globalización, y uno de los que plantean los antiglobalización, es la reivindicación de las identidades culturales de las esferas culturales; precisamente, de esto se trata. Se trata de demostrar que hay una determinada identidad cultural. Esa palabra “identidad” totalmente metafísica que el que la utiliza no se ha parado en pensar, en analizar, qué es esa idea, particularmente, cuando funciona con esa invención de las señas de identidad. Las señas de identidad de Goytisolo, que se lo inventó hace un montón años y eso ha cuajado como la pólvora. Claro, el concepto de señas de identidad es totalmente tramposo. Porque señas de identidad sugiere que hay algo de lo cual eso son señas, supuesto que hay una sustancia por debajo. Es como un síntoma, los síntomas de identidad; cuando lo que está por demostrar es que haya, por debajo de las señas, algo. Es decir, juntar unas cuantas señas de identidad, pongamos por caso la sardana, la butifarra, y demás, para decir, señas de identidad de la esfera cultural catalana, que como es una cultura con identidad propia, necesita un Estado, &c.; esto es lo que hacen los vascos, lo que hacen los gallegos, o los del Bierzo (y todos lo que quieran hablar), y los catalanes. La identidad está entendida allí como esfera, es una identidad esférica, y de ahí que al ser esférica y estar incomunicadas, el relativismo sale por sí mismo. Entonces, tan valiosa es una cosa como la otra porque es cuestión de diámetro, el hecho de que uno sea más amplio que otro no quiere decir que tenga más valor, &c. Y, las esferas son irreductibles, y hay que mantener esa identidad, pues, como el botánico mantiene el último helecho que aparece por allí, para que no se pierda. ¿En qué? En la armonía del universo, en el concierto universal de la paz perpetua, en una palabra. Y, entonces, en ese concierto universal formado por esferas, que están armónicamente girando unas a otras, como los astros de Aristóteles, pues, ahí está la idea de esfera funcionando a todo meter, la esfera de globalización.
27 ❦ 36:12
Y, el mundo en cambio, ¿qué es? Pues, desde el punto de vista léxico, el mundo también es plural, porque excuso decir, los tres mundos de Popper, los mundos de los sociólogos y economistas, el tercer mundo, el primer mundo. Mundo se utiliza también en plural; mundo, o universo. Pero yo creo que se utiliza de un modo puramente analógico y metonímico, o metafórico. A mí la clave me la da lo siguiente. La observación que todo el mundo habrá hecho, mucha gente que se pare a pensar (a mí siempre me ha extrañado, y les invito a que lo confirmen), que cuando se hace una exposición de pintura, sobre todo de pintura, o de plástica, de cerámica, &c. –pero sobre todo de pintura es donde más lo he oído, también, en música, mucho–, se habla, el universo de Saura, el universo de Picasso, o el mundo de Goya. ¿Esto qué quiere decir? Pues, esto quiere decir que el mundo de Picasso, mundo o universo, universo todavía parece más solemne. ¿Esto qué quiere decir? Yo lo interpreto precisamente, el comisario de la exposición o comisaria, cuando habla del universo de Picasso, o de Saura, quiere decir, aquí hay una esfera cerrada inmanente y los que vienen aquí no hace falta que vayan a otro lado, aquí lo tenemos todo, es suficiente, es autosuficiente, y aquí tienen de todo lo que quieren tener; y, además, tienen argumento para toda su vida, el universo de Picasso. Claro, es una bazofia a mi juicio decir eso; una cosa puramente propagandística, porque ni es universo ni es nada, pero en fin, se dice y se acepta como si tal cosa. ¿Por qué? Porque la idea de mundo tiene unicidad, no hay más que un mundo, sencillamente, no hay más que un mundo; sencillamente por esta razón. Entonces, léxicamente se podrá decir lo que se quiera, pero el que dice esto lo dice mal, entonces, que utilice otra palabra; esa es la crítica al léxico. Por eso es tan difícil cuando estamos en un análisis filosófico parece que estamos apoyándonos en la filología, no, no es que estamos intentando dar la filología de los conceptos, que es muy distinto. Y que me perdonen los lexicógrafos y lingüistas que hay aquí, pero yo creo que los propios lingüistas están siempre sometidos a unas normas lógicas las cuales están siempre presidiendo sus propios análisis lexicográficos, etimológicos, &c., porque si no, no sabemos de qué hablamos.
28 ❦ 38:49
El mundo simplemente es único por esta razón principal, no ya por nuestra tradición filosófica, porque ahí está Lucrecio y sobre todo Demócrito, que dijeron que los mundos son infinitos, son innumerables. Los mundos son innumerables, pero la tesis de la unicidad del mundo está establecida por argumentos de este tipo, que no hago más que enunciar, argumentos de este tipo. Si hubiese muchos mundos simultáneamente, y es un tema que está hoy en día otra vez en el tapete con el Big Bang, y la teoría del mundo finito e ilimitado de Einstein, &c., está otra vez en plena actualidad entre los físicos y los cosmólogos. Si hubiese varios mundos y estuvieran totalmente incomunicados del nuestro, entonces, es como si no hubiera más que uno. No tenemos ningún derecho a suponer que hay otros mundos, es una cosa puramente de delirio. Uno podrá creer que hay otros mundos pero primero que no puede representárselos, porque no tiene posibilidad de representárselos más que como una especie de variación del nuestro. Y sobre todo, si se supone, por hipótesis, que no tiene contacto con nosotros entonces no hay más que un mundo, lo demás es sencillamente que queda fino que hay varios mundos, es una afirmación totalmente gratuita, que con su pan se lo coman. Y, si se supone que hay varios mundos pero que tienen algún contacto, el contacto tiene que ser por lo menos electromagnético, tiene que haber algún contacto, y entonces, ya es un mundo sólo, claro. Es un solo mundo desde el punto de vista de toda la doctrina física. Entonces, resulta que el mundo es único y además es una tesis que muchas veces citamos a Mauthner autor de una frase (mentor de Wittgenstein); una frase muy famosa hablando de este asunto diciendo, es una insolencia hablar de mundos en plural como si hubiera varios, cuando no hay más que uno, el mundo es uno, un único mundo.
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Por eso la crítica que nosotros hacemos a Popper reside precisamente en esto, en haber utilizado Popper, con inconsciencia absoluta, el concepto de mundo para hablar de los géneros de materialidad. No se puede llamar mundo porque es que tergiversa completamente la situación, es que no son mundos, sencillamente porque no son mundos. Y cuando se habla del tercer mundo, y el segundo, pues, no son mundos tampoco, son regiones o lo que fuera, no son esferas, no son mundos. Y por eso los problemas del relativismo cultural (del que se hablará en su momento en este curso, que están muy relacionados con la globalización como vemos), los problemas del relativismo cultural vienen de este caso precisamente. La tesis que nosotros hemos defendido en El mito de la cultura{5} es, precisamente, que no hay esferas culturales y por tanto no hay choque de civilizaciones, porque no hay civilizaciones. Porque la civilización es única, por lo menos en el concepto clásico de civilización, de los clásicos de la antropología –me refiero–, es una sola, si no, no es civilización.
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Y porque en el concepto de los clásicos –me refiero–, y porque las diferentes esferas no son tales unidades sino que cada una de ellas es conjuntos –casi mosaico, muchas veces– de rasgos culturales diferentes que son los que son incompatibles entre sí. Para hablar rápidamente un ejemplo, y aproximarnos al asunto. Si nosotros hablamos del islamismo y del cristianismo, o de la civilización musulmana (mágica, diría Spengler, o fáustica, la nuestra), como dos esferas, pues, entre ellas habría una incompatibilidad absoluta, el choque de civilizaciones. Pero esto es porque se supone que son dos esferas culturales, dos culturas. El mito de la cultura es esto realmente, el principal mito de la cultura, desde el punto de vista político es éste, es concebir la cultura como una esfera, ese es el mito principal; una esfera que, además, tiene inmediatamente atributos políticos, tiene que ser el Estado, &c. Y, entonces, si se rompe la hipótesis..., entre islamismo y cristianismo lo que hay son un mosaico de rasgos culturales compartidos, naturalmente, porque ambos proceden de otras culturas anteriores, y hay rasgos que son incompatibles, rasgos totalmente incompatibles. Entonces, decir, no, es que son compatibles. No, no, es que eso no tiene sentido, hay rasgos incompatibles. Por ejemplo, todo lo que tiene que ver con la religión, ahí la incompatibilidad es total, por mucho que se diga. Es total, porque es imposible que el dogma de la encarnación cristiana en donde Dios, la Segunda Persona, se hace hombre, eso es incompatible con la doctrina del dios aristotélico musulmán de Alá, donde eso es una blasfemia como se dijo constantemente, y las luchas de moros y cristianos pues han sido seculares, porque es incompatible. ¿Cuándo deja de ser incompatible? Pues, cuando los moros dejen de creer eso o los cristianos lo otro. Es decir, cuando dejen de ser moros y cristianos en ese punto concreto, y ese es el problema. Entonces, hablar de las culturas árabes es un modo de dignificar ciertos rasgos que son mucho más fácil de tratar, y de criticar, y de triturar, que hablar de una esfera cultural donde ya se introduce una cantidad de supuestos, que prácticamente hace imposible la discusión. Porque decir, no, no, usted no comprende esto, porque está en otra esfera de la mía. Yo estoy en la misma esfera que usted, por lo menos ese es el punto de vista racionalista mínimo. Es decir, en cuanto racionalistas no podemos tolerar que alguien esté en otra esfera, es totalmente intolerable, yo no lo he tolerado nunca jamás. Es que yo estoy en otra esfera, ni hablar, usted tiene que estar en la misma esfera y si no, usted no existe, o no existo yo, y como eso es imposible, entonces tenemos que reducirnos unos a otros necesariamente. Aquí no cabe tolerancia, para decirlo de otra manera, no hay tolerancia posible. Yo no le tolero que usted diga que está en otra esfera, porque no. Y, entonces, lo que usted dice yo lo puedo interpretar perfectamente, y si usted no puede interpretar lo mío, peor para usted.
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Entonces, la idea es ésta: el mundo es único, por tanto la mundialización es única también, y es un todo atributivo. El mundo es la complexio omnium substantiarum, que decía Wolff, la “complexión de todas las sustancias”, que están totalmente vinculadas sinalógicamente de un modo atributivo. Pero no quiere decir que todas estén influyendo en todas, según la teoría de la symploké, pero en fin dejamos este asunto. La unidad del mundo no quiere decir que todas las partes del mundo sean homogéneas, esa es la teoría reduccionista del Big Bang.
32 ❦ 45:33
¿Qué es la globalización y qué es la mundialización, con parámetros? Pues, ya lo he dicho, los globos en general pueden ser cualesquiera, pueden ser esferas culturales, pueden ser globos astronómicos (lo que han sido, realmente lo que han sido), pueden ser los globos de una esfera armilar. Pero cuando introducimos el parámetro pertinente para cada caso, de lo que estamos hablando aquí al hablar de globalización, todo el mundo que ha venido aquí a hablar de globalización utiliza la palabra que se utiliza hoy día en todos los periódicos, en todos los medios de comunicación, y en todos los libros que hablan sobre globalización. Salvo las excursiones que hagan a los fenicios algunos economistas. Quitando esas excursiones marginales a los fenicios, cuando se habla de globalización todo el mundo entiende, pues, ¿qué? Globalización, del globo terráqueo, planetaria, todo el mundo entiende eso. O, por lo menos, lo tiene en cuenta siempre; luego, si no lo entiende será rectificando esa primera acepción, rectificándola, limitándola, pero siempre todo el mundo entiende esa primera acepción. Parámetro: el diámetro terrestre.
33 ❦ 46:41
Y, mundialización, ¿cuál es el parámetro? Claro, porque mundos puede haber muchos, como hemos visto, puede haber múltiples mundos. Pues, el parámetro es este mundo donde estoy yo, donde estamos nosotros. Este mundo, el mundo de los fenómenos donde estamos el kosmos jóratos, el mundus aspectabilis, el mundo éste. El Sol, la Luna, la Tierra, Francia, Alemania, España, esto, nosotros que estamos aquí viéndonos, este es el mundo. Porque, claro, el mundo de los extraterrestres también es nuestro mundo, están ahí al lado como si dijéramos, si calculamos las distancias astronómicas, qué más da estar aquí, estar en la Luna, que estar en la galaxia de Andrómeda, prácticamente es cuestión de años. Entonces, el mundo es éste. Está interconectado, no todo con todo por la symploké, pero está interconectado.
34 ❦ 47:32
Pues, de esto vamos a hablar entonces. De la globalización paramétrica y además aplicada a este caso. Y la mundialización en ese sentido. Vamos ahora a detallar un poco más estas ideas aunque realmente ya no hace falta moverse de ellas, yo creo que por mi parte yo ya he dicho todo, prácticamente es esto. Pero ahora vamos a ver los problemas que se plantean cuando empezamos, desde estas ideas generales, funcionales, a aplicar los problemas que se plantean.
35 ❦ 48:07
Primero, lo que podemos llamar el fenómeno de la globalización, lo que llamamos globalización ahora. Y, este fenómeno (a pesar de los fenicios, otra vez), lo cierto es que la palabra globalización se utiliza hace muy pocos años, en este sentido, en este contexto. Es decir, que globalización se puede retrospectivamente decir lo que se quiera, incluso –luego nos lo encontraremos seguramente– se puede sostener la tesis de que la globalización ha sido una característica del género humano, que desde siempre ha estado globalizando. ¿Por qué? Pues, porque se supone, que, si por ejemplo, el año ocho mil antes de Cristo (digo esto porque me acuerdo muy bien de las fechas por razones que van a ver, nemotécnicas), si el año ocho mil aproximadamente había ocho millones de individuos llamados humanos, bueno y algo humanos, en la Tierra, en el planeta, distribuidos. Ahora somos seis mil quinientos, o cerca de seis mil quinientos millones. En lugar de estar ocupando unos lugares, unos hábitats muy circunscritos (pues, excuso decir, en la época de Atapuerca, claro que ocho mil es mucho después –pero en Atapuerca, todavía más a mi favor–, pues unos grupos que están distribuidos con tierras de nadie de kilómetros y kilómetros), pues, ahora estamos totalmente compactos, estamos distribuidos por todo el mundo. Total que la globalización habría sido un proceso, como demuestran las curvas demográficas, de incesante expansión de unos núcleos primitivos de homínidas, que se han ido extendiendo por toda la Tierra y la han globalizado, hemos globalizado la Tierra. Lo que pasa es que esta globalización es lo mismo que han hecho las hormigas, y que han hecho los virus, y el SIDA, y demás. Es decir, que es una plaga, sencillamente la forma de extenderse una plaga. Y, esto no lo digo yo, lo dicen los ecólogos, por ejemplo me acuerdo de Margalef, por ejemplo, en un libro que tiene sobre ecología dice esto con todas las palabras. Dice él, el hombre es una plaga como otra cualquiera, como pueda ser la plaga de la lamprea o una plaga invasora que se va extendiendo por todos los lados, como el bacalao; y, entonces, si no se extiende es porque hay otras plagas en sentido contrario que la frenan. Es decir, si no hubiera más que bacalaos en los cálculos que se hacen, no sé si en ocho o diez días, todo el océano sería pasta de bacalao, si no hubiera otros que se comen los huevos, o los frenan. Es decir, que entonces la globalización entendida en este sentido, pues, prueba demasiado porque globalizar, globaliza todo tipo de plaga. Todo tipo de plaga es globalizadora, entonces, de ahí, no estamos diciendo nada. Y, además, este modo de conseguir profundidad a base de generalizar las ideas de modo simple no hace más que desvirtuar realmente lo que es la globalización; desvirtuarla, sencillamente, es el modo de no querer saber nada de qué es lo que estamos viendo.
36 ❦ 51:14
Y, lo que estamos viendo, yo creo, que es un fenómeno, que es el fenómeno que llamamos globalización. Y, ¿qué queremos decir fenómeno? Pues, también dos palabras. Queremos decir con fenómeno, ahí está, el concepto de fenómeno, excuso decir también si es difícil, sobre todo cuando hay gente del gremio aquí escuchando, pero lo que quiero decir para que todo el mundo lo entienda. Utilizamos fenómeno en el sentido griego, en el sentido griego de la expresión, no en el sentido alemán para decirlo rápidamente. Yo creo que el concepto de fenómeno tal como lo instauró Kant, y después Hegel, y Husserl, &c., yo creo que ha sido una verdadera catástrofe para la filosofía, sí la filosofía idealista, sencillamente. Entonces, el concepto de fenómeno, es un concepto, como se opone a noúmeno, excuso decir, entonces resulta que, y ese es un concepto a mi juicio totalmente confuso{6}. La confusión de Kant, y de Hegel, y de Husserl, una confusión completa que para los alemanes estará muy bien (para los alemanes habrá estado muy bien), pero para los que somos mediterráneos, por decirlo así, está muy mal, francamente mal porque es inadmisible. Ejemplo, ¿qué entendían los griegos por fenómeno? En el contexto concreto del objetivo de la astronomía tal como la planteó Platón, y luego Eudoxio, &c., y Posidonio; el objetivo de la astronomía era el sozein tá phainómena, famosa, “salvar los fenómenos”. ¿Qué quería decir esto de salvar los fenómenos? Pues, eran los fenómenos de los planetas que como todo el mundo sabe, además de orbitar circularmente, bueno, o en elipses de excentricidad muy pequeña, prácticamente en círculos, pues, tenían retrogradaciones y, entonces, esto era el fenómeno. El fenómeno era una cosa realmente sorprendente que los planetas, que iban en una dirección, más o menos constante, de repente volvían para atrás, a la apariencia, a la visión, eso era un fenómeno. ¿Por qué era un fenómeno? Porque, primero, porque era una cosa rara, una cosa extravagante. Acepción que todavía se conserva entre nosotros perfectamente yo cito un caso que lo vi el año pasado en una feria, que ponía: pasen a ver el fenómeno de la vaca con dos cabezas. O cuando se dice, éste es un fenómeno, es decir, algo excepcional, algo que se sale de la norma, un fenómeno. Pues, esta es la idea griega de fenómeno. Y esta idea se opone, ¿a qué? Pues, a la norma, a la estructura, a la esencia, no al noúmeno. Y la estructura es tan de la realidad, tan del mundo, como el fenómeno, esa es la cuestión. Mientras que el noúmeno, pues, está más allá de la realidad, claro, el noúmeno ya no se puede ver. Por ejemplo, en esta relación de los planetas, para Kant el fenómeno sería no ya los planetas sino el propio fondo del cielo azul, también sería un fenómeno, porque el noúmeno es lo que está más allá del mundo, y eso ya son palabras mayores. Todo el mundo sería fenómeno, incluso el cielo azul. Pero claro, desde el punto de vista astronómico el fenómeno es otra cosa. Y, sobre todo, una consecuencia importantísima, que el fenómeno contiene ya la estructura, de un modo u otro, esa es la cuestión fundamental. Es decir, en el fenómeno está ya la idea, por decirlo así, o la estructura, ¿por qué? Pues, porque en el caso de los planetas, para no poner más ejemplos y perdernos, en el caso de los planetas que retrogradan, no habría tal fenómeno si no se supone ya que los planetas giran circularmente, que era el postulado de Platón y el postulado de la astronomía griega. Es decir, que los astros describen círculos perfectos, que su movimiento es circular. Es decir, que no es el caos que aparece a la visión prehelénica del universo, como se ve en otras culturas, y demás, pues, ya lo sabemos todavía quedan residuos en la Osa Mayor, en la Osa Menor, &c. La gran idea griega –lo que dicen varios historiadores de la astronomía–, la gran importancia de Anaximandro es que introdujo el círculo en la astronomía. Y al introducir el círculo cambió completamente la concepción del mundo; y este círculo que después se va perfeccionando es el que permite ver el fenómeno. Es un círculo, sí, pero los planetas van para atrás en algunas ocasiones. Y, entonces, se trata de salvar esos fenómenos, ¿qué quiere decir salvarlos? Pues, volverlos a restituir al círculo, de algún modo, eso es. Salvarlos es volver al círculo, y ¿cómo? Bueno, esto ya lo sabemos, toda la historia de la astronomía, los epiciclos, los ecuantes, en fin cosas artificiales, pero todo a base de círculos, y esto se va simplificando hasta Copérnico, &c., pero, en fin, el círculo sigue funcionando. La gran novedad es Kepler con decir que no son círculos son elipses, bueno pero la elipse y el círculo es lo mismo, topológicamente es lo mismo, es exactamente lo mismo, y además de hecho los físicos y el propio Newton dicen para simplificar voy a suponer que fueran círculos lo que describen los planetas, para los cálculos son lo mismo, luego se hacen las correcciones correspondientes y es lo mismo. Es decir, la ley de la gravedad se descubrió con los círculos sencillamente; naturalmente son elipses variables.
37 ❦ 56:51
Entonces, aplicándolo al caso, cuando hablamos de globalización en el sentido paramétrico y fenoménico la hablamos como un fenómeno raro, como una cosa rara. Rara, ¿qué quiere decir?, pues, nueva, algo nuevo, algo que observamos como nuevo. Y esta novedad yo creo que está incluida en el fenómeno y queda desvirtuada si empezamos a hablar de los fenicios, eso es lo que quiero decir (y de otras cosas, y de las de plagas). La globalización es un fenómeno nuevo. Y hay que dar razón de por qué es nuevo, si se puede. Y, entonces, ¿la novedad en qué consiste? Bueno, pues, todo el mundo lo sabe, así que hablo a lo que todo el mundo sabe. El otro día todavía una señora que decía esto no, no, con esto de la globalización (esto me lo dijeron aquí mismo en Santo Domingo, hace, el otro día) esto de la globalización es tremendo, me decía la señora, porque es que resulta que me enterado que el reloj mío está fabricado en Suiza, la corona en tal sitio y está montado en tal sitio, pues eso… Y eso no ocurría antes donde un relojero te hacía el reloj de artesanía de arriba abajo. Y, excuso decir, y la globalización, pues, todo el mundo sabe (pues qué sé yo): Que Lois ha cerrado, o va a cerrar, o va a hacer reducción de empleo porque cuatrocientos trabajadores resulta que en Marruecos, bueno, les sale ocho veces más barato; y la Dupont, también, el otro día en Asturias va a hacer una reducción de plantilla, porque no necesita tantos trabajadores, porque la fibra no es rentable, y así sucesivamente; y la SEAT. Y, entonces, los problemas de los sindicatos, pero, claro, los sindicatos quedan completamente sin saber qué hacer, porque resulta que ahora los sindicatos, ¿a quién reclaman, a quién reclaman, a la esfera? Pues, resulta que no. No, no, es que tenemos derecho, pero si la empresa se puede marchar a cualquier lado –dicen–, no, es que esto es la deslocalización de las empresas, claro es que ahora ya no es como antes, ahora cada empresa no está sometida a un Estado, sino que sencillamente por la libertad de mercados y la apertura de fronteras, pues, naturalmente una empresa puede marcharse donde sea más rentable económicamente.
38 ❦ 59:06
Ahora me acuerdo de una fórmula que me hace una gracia impresionante, como yo creo que la tiene. Nada menos que Guillermo de la Dehesa dice lo siguiente en un tratado que tiene sobre la globalización, dice lo siguiente, (como lamentándolo, él da una teoría de la globalización económica) y dice, si dejasen funcionar solas a las leyes económicas, la cosa iría distinta. Hace falta, es increíble el grado de estupidez para decirlo así, que el gremio puede producir. Gremialmente la economía es cerrada e inmanente, lo explica todo. Dice, claro, si dejasen a las leyes económicas como es debido pues la cosa sería de otro modo, pero como no las dejan, ¿y quién no las deja?, pues la política y demás. Pero, ¿de qué está usted hablando, dónde está esa economía de que usted habla? Y pensar que estos individuos están al frente del Banco Mundial, claro, la cosa es muy seria. Pero bueno así es.
39 ❦ 1:00:04
Sigo emic, sigo emic, no quiero yo hacer críticas desde fuera. Entonces, la idea de globalización supone en el fenómeno esta impresión de novedad de que hay algo nuevo, que se ha producido algo nuevo. ¿Cuándo? Vamos al léxico ahora, vamos al léxico y sí allí tenemos datos importantísimos. En el libro los tengo recogidos, pero así grosso modo son de este tipo. La palabra globalización en español es muy antigua por supuesto, pero el uso así popular y con este sentido, o parecido, es de aproximadamente quince o veinte años. Se registran tres o cuatro incidencias en mil novecientos ochenta y tantos. En mil novecientos noventa empieza a crecer, empiezan cifras de setecientas, ochocientas, novecientas veces en periódicos y la mayor parte de ellas económicas, la globalización económica, hay alguna acepción de carácter religioso, o cultural, o político pero la mayor parte de las incidencias, de las presencias de la palabra globalización es en escritos de tipo económico. Claro, esto es un hecho, esto es un cambio de frecuencias, en un idioma más o menos estabilizado, dentro de ciertos léxicos. Ciertos términos léxicos que de repente irrumpe uno de ellos y esto es un hecho nuevo, pues, como hay otras palabras muy conocidas. Una de las que yo tendré que hablar en el último día del curso es la palabra “solidaridad” que también se ha desbocado completamente y ahora todo es solidaridad. Y no digamos “cultura”; y “democracia”, para qué hablar. De repente hay en el juego léxico, los trenes semánticos, que llaman algunos lingüistas. Aquí la globalización es un hecho nuevo léxicamente y es ahí ya, es algo que hay que explicar en todo caso.
40 ❦ 1:01:57
{Interrupción de la grabación} En un aeropuerto internacional, excuso decir, allí todo el mundo está en un lado y en otro constantemente. Las monedas se cambian. Bolsa continua, estamos oyendo por la mañana y empieza con Tokio, y luego Frankfurt, y Nueva York, y Madrid, &c. Es decir, estamos en un mercado internacional continuo, de manera que esto es un hecho nuevo. Hecho, en gran parte, porque son nuevas la televisión, y muchas nuevas tecnologías, internet, &c. De manera que hechos nuevos sorprendentes, por ejemplo voy a contar la última cosa que he tenido (se me acaba de olvidar, era que, ah sí), que se trataba de asociar, digo esto porque ocurrió ayer, y por culpa de Gustavo Bueno Sánchez, tuvimos necesidad de ver las relaciones cómo se llamaban unas bodegas que han abierto en no sé qué parte en La Rioja y de las que yo sabía simplemente que había estado en un premio que nos dieron en Logroño hace un par de meses. Nos habían dado el Mercurio de Oro al director de unas bodegas y a mí, yo no me acordaba del nombre del bodeguero, lo siento mucho si hay algún pariente suyo, ahora ya lo sé perfectamente, no me acordaba. Entonces, lo más sencillo habría sido llamar por teléfono allí a la organización de esto y preguntar por el nombre, pero no, se les ocurrió cruzar en Google mi nombre y bodega y apareció inmediatamente el otro; a través de un organismo internacional aparece. Entonces, claro, la impresión que todo el mundo tiene de que estás en un mundo globalizado, donde ya no tienes que preguntar al vecino, sino que preguntas ahí a una organización de carácter internacional. Pues, eso es lo que todo el mundo conocemos, la globalización. Pero una cosa es el fenómeno, que se señala con el dedo, que consiste en un montón de síntomas heterogéneos cuya relación se ve más o menos vaga, pero otra cosa es interpretarlo; y por qué se llama globalización, esa es la idea central. Se podía haber llamado de otra manera, ¿por qué se nos ocurre llamar globalización a esto? ¿Qué es esto, por qué razón? Porque aquí hay un proceso gradual, como es natural. Es decir, hace cincuenta años había lo mismo, la televisión hace cincuenta años que está, nadie llamaba globalización a esto. Y no digamos el poder viajar de un sitio a otro en avión, o lo que fuera. El comercio, excuso decir, yo recuerdo, cito yo un texto de una economía política que yo estudié en Zaragoza en los años cuarenta de un manual muy famoso entonces, de von Kleinwächter, donde hace una descripción de los mercados internacionales, que quitando dos o tres palabras un poco arcaicas, pues podría servir para describir el actual, ahí tengo el texto. Y este Kleinwächter no lo llamaba globalización, era el mismo fenómeno –parece, el mismo fenómeno–, le llamaba simplemente la expansión del mercado; expansión de los mercados. Entonces, ¿por qué se llama globalización a estos hechos? Es decir, por qué se liga todo con nombre de globalización, esta es la cuestión. Y ahí viene la interpretación del fenómeno (para ir ya un poco entrando en el asunto porque veo que el tiempo, claro, ya obliga), la situación podría describirse así, que el fenómeno contiene ya una idea, como hemos dicho, la globalización. La palabra globalización con la que describimos el fenómeno y sin la cual no habría fenómeno. Si quitamos la palabra no hay fenómeno, sencillamente lo que observamos es: Que las empresas han aumentado mucho; los grandes dragones; hablaríamos de plaga, por ejemplo (hablaríamos de mil cosas más); de capitalismo voraz. En fin, de cuarenta mil fórmulas de describir la situación; podríamos hablar y de hecho se han hablado. Ahora, cuando se llama globalización estamos diciendo otra cosa, estamos precisamente diciendo el fenómeno; es decir, ligando un montón de cosas dispersas, y sin saber muy bien lo que decimos. Pero muchos lo saben demasiado bien, y todo el mundo cree que lo sabe demasiado bien. Sobre todo los que iban a las manifestaciones por la paz y contra la globalización, lo sabían sin saberlo, ahí está la cuestión, y siguen sabiendo sin saberlo; valga la paradoja. Yo siento mucho que voy a tener quizá que chocar aquí con alguno de los presentes que sean antiglobalización y pacifistas, pero bueno yo es que no es que sea tampoco belicista, pero en fin ya hablaremos de eso.
41 ❦ 1:06:28
Entonces, la idea está esencialmente ligada al fenómeno, lo que pasa es que hay muchas ideas de globalización, esa es la dificultad, que hay muchas ideas, que no hay una sola. Que hay muchas ideas y por lo menos para simplificar, una simplificación, por otra parte, que ya está hecha. Hay dos grandes grupos de ideas la globalización que vamos a llamar oficial, cuya línea es la que voy a seguir emic. La globalización oficial que es la que impuso el nombre de globalización, y la que utiliza el nombre, es la globalización del Banco Mundial, de Stiglitz, por ejemplo, ahora de Rato, el Fondo Monetario Internacional, &c. Es decir, la globalización oficial, la del G7, vamos a llamarle oficial. Y luego, los movimientos antiglobalización que son múltiples, como sabemos, pero que a pesar de que sean antiglobalización yo los voy a interpretar, de momento, como si fueran globalizaciones alternativas. La más llamativa –digo por su radicalismo, por lo menos teórico– es la de Zerzan en el libro, este, el hombre primitivo, o el primitivo del hombre, o algo así. Zerzan que estuvo a la cabeza de la antiglobalización de Sydney de las primeras antiglobalizaciones, y que escribió este libro que tradujeron al español en Vitoria el año del 11 S, el dos mil uno. Este libro –que le tuve que poner un prólogo{7}–, más o menos, viene a decir que la globalización la única vía abierta es la vuelta al primitivo; es decir, es un roussonianismo exacerbado. La situación actual no se debe ni al capitalismo, ni al comunismo, ni al feudalismo, ni a ninguno de los modos de producción marxista, ni siquiera a la agricultura como defendían tantos antropólogos, Sahlins, y demás. La agricultura fue el pecado original del hombre, donde pierde la libertad del cazador recolector, y que está sujeto a un horario esclavo que le impone los cultivos, por tanto hay que ir más allá de la agricultura. Y éste, todavía más allá, el pecado original es la caza, el hombre cazador, es cuando empieza la guerra y empiezan a matarse unos hombres a otros, y hay que ir hasta el hombre primitivo que es simplemente el recolector; el recolector vegetariano –se supone, claro– porque no tiene que matar a otro (quizá podría comer algún huevo de codorniz, de vez en cuando), pero en fin, recolectar, vamos. Entonces, este sería el futuro, que sería un futuro de tipo ecologista, &c. Y la Tierra se globalizaría por bandas de este tipo, grupos de esta índole, donde los hombres serían felices, el buen salvaje, diríamos. Porque la crítica que hace Zerzan, además, a la música –además sabe mucha música él– es interesantísima, la música como instrumento de dominación por la tónica y la dominante, excuso decir, como ponga la dominante es el ejemplo de (bueno es una cosa curiosísima quiero decir que este extremo). Sí, tiene un grupo de seguidores, pero vamos como también hay un club de defensores que la Luna es un queso de bola, y cosas de ese tipo, pero no tiene mayor importancia.
42 ❦ 1:10:05
La idea de globalización son varias, vamos a seguir la globalización oficial. A mi me parece que la globalización, como fenómeno, tiene siempre un fondo sobre el que se destaca y sobre el que se forma el concepto. Yo creo que el fondo de la idea de globalización, de una de las ideas –de la más pregnante, por decirlo así– de la globalización oficial, el fondo, es la economía política, es la economía. Es decir, el concepto de globalización está hecho desde las categorías de la economía política. ¿Qué quiero decir con esto? Un asunto se abre aquí tremendo, pero claro no estamos en un curso simplemente de exposición de alguna disciplina. Estamos en un curso con una gran impregnación filosófica y por tanto tendremos que regresar de las categorías, no sé si me explico. No podemos simplemente utilizar la categoría economía política así por las buenas, eso es lo que se discute, precisamente, porque ahí es donde están todos los prejuicios. Naturalmente yo sé que, esto, dirán, ¿bueno ustedes dónde van a parar?; pues, donde paremos, pero lo que no podemos, es decir, no, es un concepto económico político; bueno, y, ¿qué queremos decir con esto?, esa es la cuestión, (esto está muy bien dicho). ¿Qué, lo que tratan los profesores de economía? Pero ya hemos visto al señor Estefanía, o al señor de la Dehesa, lo que dicen, con todos los respetos. Entonces, ¿qué es eso de economía?, pues, claro. En dos palabras, resumiendo, pues, un libro de hace ya muchos años, bueno resumiendo no, citando, porque no se puede ni hablar de resumir: Categorías de la economía política que publicó La Gaya Ciencia por los años setenta o por ahí{8}.
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Allí realmente se establecía el problema de la economía, lo que es la economía. Economía es un concepto, como saben de origen griego, pues, por ejemplo Teofrasto en un escrito pseudo aristotélico, pero parece Teofrasto, y luego sobre todo Jenofonte, pues, distingue ya varias clases de economía. La economía la idiotiké que es la economía personal, que es una economía de idiotas –dicho literalmente–, idiotiké, “de lo propio”; la economía satrapiké, “del sátrapa”; y luego la politiké, “la economía política”. Es decir, que la expresión de economía política ya está en Teofrasto. Sin embargo, lo cierto es que la economía se interpretó ordinariamente como economía doméstica, oikos, “la casa”, economía doméstica. Y, con una observación de Teofrasto y de Jenofonte muy interesantes donde dicen, más o menos, que la economía doméstica, simplemente economía doméstica es una redundancia, (es como tin taín, o algo así), es economía doméstica porque es el nomos oikós. Economía, simplemente, es el conjunto de reglas prácticas que permiten la producción y administración de una hacienda; no es propiamente la casa en el sentido nuestro actual, que es la casa de la familia mono nuclear en el piso tercero derecha y donde además es funcionario, en donde la economía es de sumar y restar, y no tiene mayor; es decir, no hay ni economía, sencillamente no se puede decir economía: hago economomía, eso es ahorrar, es nada, no tiene nada que ver. Sino que la casa se entiende, la hacienda, donde tiene territorios agrícolas, factorías dispersas en diferentes sitios de la ciudad, o en ciudades distintas, e incluso con enemigos. Con enemigos, porque en economía –eso lo dicen Teofrasto y Jenofonte– hay que saber tratar a los enemigos para obtener mayor rendimiento. Donde ya la economía introduce algo muy distinto al mero ahorro, ya se parece mucho más a lo que será hoy economía; la negociación, estas cosas. Y una idea muy importante de Teofrasto-Jenofonte que es, más o menos, ésta: y cuando empiezan las cosas a tener valor económico es cuando se pueden vender –dice– porque una flauta solamente tiene valor cuando se vende. Esta es la distinción famosa de Marx, valor de uso, valor de cambio. Una flauta hecha artesanalmente, en una hacienda helénica, o medieval, simplemente es un valor de uso, no tiene valor económico; valor económico es cuando empiezas a cambiarla por otras cosas. Entonces, empieza la economía, en el intercambio, es decir, la economía va ligada desde el principio al mercado, de algún modo.
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Entonces, la economía política, como todos sabemos, es un concepto que está totalmente ligado con la globalización, esa es la cuestión. La economía política toma como unidad el Estado, sencillamente, la nación, la Nación-Estado, lo cual era un verdadero oxímoron, porque es una contradicción in terminis hablar de economía política, porque economía es economía doméstica, o hacendística; y así fue vista. Hay un caso muy conocido en España del primer catedrático de Economía Política que hubo en Zaragoza, me parece que se llamaba Normante, que le costó la cátedra, entre otras cosas, porque las leyes de la economía política eran vistas con mucho recelo por los moralistas, que son los que entendían, del préstamo, de la usura, del interés, &c.; y entonces, éstas eran cuestiones reservadas a la moral. El hecho de que hubiera un nuevo gremio que empezara a tratar estas cosas casi como leyes naturales de la oferta y la demanda, y demás –los fisiócratas–, fue visto con mucho recelo, y la economía política tardó mucho en introducirse en las cátedras, porque tenía efectivamente un tono muy crítico; por ejemplo, legitimaba la usura, lo que se llamaba usura antes, o el interés a alto precio, &c. Y, entonces, la economía política, sin embargo, fue la economía orientada entorno a la nación, al Estado. Basta el libro de Adam Smith La riqueza de las naciones, o bien, la denominación que los alemanes dan a la economía política “National-Oekonomie”, “economía nacional”, es la economía política. Y la economía política ha sido realmente aquella desde la cual se han establecido todas las famosas leyes económicas de toda la tradición económica desde Adam Smith, hasta Walras o Pareto, o lo que fuera.
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Entonces, ¿qué quiere decir esto? Pues, que yo creo que el esquema que se puede hacer simplificando mucho, claro, es el siguiente. La economía política aparece consolidada cuando las unidades de producción, mercado, distribución interna, son los Estados nacionales, con todo lo que implica del mercado internacional, las discusiones de librecambistas, &c.; en fin, el mercado internacional. Esto no quiere decir, ni mucho menos, que las economías nacionales hayan de concebirse como sistemas cerrados y clausurados, que es un poco la idea de Fichte en El Estado comercial cerrado. Hubo economistas que fueron por esta dirección, pero aún así Fichte tampoco es que pretenda la autarquía. Eso no lo ha defendido casi nadie, ni siquiera en la época del franquismo, pero en la época de la autarquía, jamás se pretendió; ningún economista ha querido la autarquía. Ni siquiera los nazis, tuvieron algunos ideales, pero no podían, era imposible, porque no tenían materias primas, de ahí la necesidad de expandirse realmente. Cuando aquello de la Buna de los nazis para sustituir a los neumáticos, hacer los neumáticos con petróleo, &c.; es decir, necesitaban petróleo, y tenían que expandirse. Entonces la idea de la economía política supone el sistema planetario dividido en naciones. Por lo menos en las grandes naciones hegemónicas y luego las subordinadas, las coloniales de donde se extraen las materias primas, y el mercado secundario, &c. Y, entonces, esta economía política supone relaciones internacionales, pero organizadas de tal modo, que la balanza comercial a ser posible, esté equilibrada, que sean intercambios simétricos, que esté equilibrada en la medida de lo posible; y si hay deuda, &c., ahora hablaremos de lo que plantea esto a la globalización.
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Entonces, ¿qué ocurre con esta economía nacional, con este sistema de economías nacionales? Pues, todas las estrategias del siglo XIX y del siglo XX, los repartos de África en la conferencia de Berlín de mil ochocientos (no me acuerdo) ochenta y tantos, pues es esto mismo, las zonas de influencia para ver cómo las economías, el equilibrio, &c. Entonces, la imposibilidad de mantener la armonía, ese estado que describe Lenin perfectamente en El imperialismo fase última del capitalismo. La que describe cómo esa ley famosa de mercados de Say, la ley, como saben, el óptimo de la economía política clásica –diríamos– es la ley de Say, de la armonía de los mercados; es decir, la oferta siempre tiene que equiparar la demanda, y viceversa. Y, por tanto, esa ley que ha sido tradicional en toda la buena economía, y lo sigue siendo en muchas, esa ley –que mantuvo todavía Bastiat en su famoso libro Armonías económicas, por los años cuarenta, de mil ochocientos–, el primero, que yo conozca, el primero de importancia, que derrumbó esa ley fue Hegel, precisamente. Fue Hegel, cosa que no se le reconoce muchas veces, por parte del gremio de los filósofos. Fue Hegel el que negó totalmente la ley de armonía de los mercados de Say. Y, además, el que instauró precisamente la doctrina del colonialismo en virtud de la superproducción, no de la infraproducción; de las crisis de superproducción, no de crisis de infraproducción. Es decir, cuando una economía está boyante y sigue, sigue acumulando, y hay superproducción entonces se produce un paro, naturalmente una crisis de paro. Entonces, queda una masa flotante de gente parada, que una de dos –dice Hegel, con todas las palabras– o bien a estos parados los sostiene el Estado, lo que es imposible según su dignidad, es imposible que alguien esté toda su vida viviendo de pensionista de un Estado sin trabajar, eso lo dice Hegel. Aquí no se diría esto, que me lo cuenten en Andalucía con el PER, pero en fin, eso lo decía Hegel, o bien la única solución es tomar esta masa excedente y mandarla a las colonias. Los efectos coloniales, es decir, la expansión, el expansionismo colonial es la idea que después tomó Marx, y Lenin, y Hobson, todos los teóricos del imperialismo del siglo pasado, del siglo XIX.
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Entonces, la idea de la economía política no supone autarquía, pero sí localización de las empresas en cada una de las economías políticas. Lo que se habría producido de nuevo en la globalización es principalmente este fenómeno que llaman la GLO-CO, las empresas globales, tipo la Siemens, tipo Microsoft, en fin, estas grandes empresas tipo la Merck sanitaria. Estas grandes empresas que tienen una serie de características, descritas perfectamente, empíricamente, por los bancos, y por los economistas, y en donde ya no es una empresa que tenga filiales en otra, sino que es una empresa que ya, teóricamente, no está adscrita a una economía política, que está como liberada de la economía política, ha salido fuera de ella, tanto en instalaciones, sede fiscal, &c. Y, por tanto, está como flotando entre las diferentes economías políticas y constituye una nueva forma de economía política, totalmente nueva, que es la economía global, eso es. Y esta economía global, teóricamente, estaría anunciando de algún modo la extinción del Estado; que eso es lo que yo creo que está en la base del concepto de economía global. La economía global de algún modo está anunci[ando...] {interrupción de la grabación} abusivas del Estado en todo lo que se refiere a planificación, a régimen aduanero, contingentación, contingentes, moneda por supuesto, cambio, &c. Tiende, por tanto, a una moneda universal, o por lo menos continental, la cosa del euro en Europa, pero grandes monedas internacionales, en donde la apertura de mercados, que es uno de los dogmas de la globalización –claro, la apertura de mercados–, el ataque al dumping, &c. Toda esta serie de mecanismos comerciales y de transacciones económicas, pues sea prácticamente universal, y entonces, los Estados quedarían prácticamente sin función específica, al parecer.
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Precisamente, las dificultades, que inmediatamente hay que poner a este concepto de globalización puramente económica, son éstas. Que el Estado no ha desaparecido, que es simplemente un mito suponer que la economía global está apoyada en una red de empresas globales, que no están localizadas, que están deslocalizadas, que es mentira. Primero porque los Estados son los que suministran, por de pronto, las infraestructuras, la policía. Aquellos en donde los trabajadores tienen que estar adscritos, y pagar sus impuestos, y si estalla una guerra tienen que ir a la guerra encima, por mucha empresa global que haya. Y esto sin contar todos los efectos culturales, &c. Bueno, total que, entonces, cuando hablamos de globalización el problema empieza aquí, yo creo, que la economía política queda desbordada. Queda desbordada, que no cabe decir, hombre si hubiera solamente leyes económicas; que queda desbordada. ¿Y por qué queda desbordada? Pues, porque la globalización no es un concepto económico, sencillamente. Hay que inventar una nueva economía global y ese mundo global único, es el que tendría unas leyes, que yo he intentado, un poco, incorporarlas a la idea general de economía (que no tengo tiempo aquí de exponer), como rotación recurrente, &c. Pero, que podría, teóricamente, darse a escala global, en el supuesto de que hubiera un Estado universal; o simplemente una sociedad universal que no necesitara Estado, porque las simples interacciones, o transacciones mercantiles, llegarían a estar tan automatizadas en una sociedad universal global, de paz perpetua, que se produciría una especie de autómata –así se dice por muchos economistas– de mercado ciego, pero autómata perfecto, en donde todos los intercambios se regularían; y podríamos sencillamente dedicarnos, pues eso, a la vida individual, a la felicidad de cada cual, de cada uno, en un Estado que automáticamente tendría asegurada su recurrencia. Claro, esta es la armonía, esta es la idea de la paz perpetua en el fondo, porque en el fondo es esto mismo que se dice.
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Ahora bien ¿qué ocurre aquí? (para ir perfilando un poco la idea general). Ocurre sencillamente, yo creo, que la idea de globalización que arranca de categorías económicas, desborda esas categorías, y esto, testimonio de los propios agentes de la globalización. El más conocido es Stiglitz, que fue director del Fondo Monetario hace muy pocos años y dimitió. Que hace una autocrítica a su gestión, sobre todo subrayando las dificultades técnicas de gestión –que de hecho, las que se han subrayado muchas veces– pues, que de hecho la globalización, que es lo que se llamaba el desarrollo antes. La idea del desarrollo, que fue de los años sesenta, setenta, ochenta –el desarrollo–, el desarrollo deja de llamarse desarrollo y empieza a llamarse globalización, eso es lo que hay que explicar. En dos palabras intentaré de dar la hipótesis. Ese desarrollo empieza a llamarse globalización ¿qué ha pasado ahí? El desarrollo, claro, tiene unos límites como es natural y no es puramente económico, ¿por qué? Porque el desarrollo supone, por ejemplo, inversión de capitales en otras zonas, en otras áreas que sean del tercer mundo, para decirlo rápidamente. Ahora, ¿quiénes pueden llevar adelante la gestión de esas inversiones? Es gente que está preparada naturalmente en los principios, no solamente democráticos, porque es una exigencia total, hace falta que el país sea democrático si no, no cabe desarrollo, ni cabe globalización. La primera condición es la democracia, excuso decir. Aquí ya no empieza la economía, empieza la política en serio, la economía política hace falta la democracia, que el país sea democrático. Y, entonces, si no hay democracia se impone como sea. Sea en Mali, sea en Cuba (claro, Cuba está aislada porque no es democrática, negó la democracia parlamentaria), en el Irak, hay que hacer la democracia, si no, no existe. La democracia parlamentaria es la condición previa para la globalización, pero entonces ¿dígame usted de qué está usted hablando, de economía, o de política? Salvo que dé una teoría de la democracia que se redefina, no como usted la redefine, sino se redefina de otro modo, lo que yo he intentado hacer en el Panfleto contra la democracia{9}. Que se redefina la democracia, en términos de economía pletórica de mercado, entonces bien, estaríamos de acuerdo. Pero no me diga a mi de la democracia como gobierno del pueblo, eso son puras fantasías moriscas, por decirlo así. Ahora si usted redefine la democracia de otro modo, sí de acuerdo. Pero, entonces es una tautología completamente, pero, claro, la idea de democracia, ¿quién la va a desarraigar de los demócratas? ¿Quién va a desarraigar la idea de que en una democracia parlamentaria es el pueblo quien elige? ¿Quién va a desarraigar esta idea? Es imposible, es más, ni te lo toleran, inmediatamente te dirían, es usted un fascista, es lo primero que te dirán, y tú tendrías que decir, y usted es un imbécil y estamos empatados, claro, pero no se puede decir así. Entonces, ¿qué ocurre? Pues, que la idea de la globalización empieza a ser política necesariamente, y entonces empezamos a ver, y aquí venía este cuadro (que no tengo tiempo de analizarlo), pero vamos dos palabras.
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Que la globalización es una idea que se utiliza, de muchos sentidos legítimos porque son globos que se hacen, y globos planetarios, pero no puramente económicos, sino en otros muchos tipos. Pues, por ejemplo, según el modelo primero “la democratización política”, que sería la teoría de Fukuyama, para decirlo rápidamente; es decir, se ha llegado a un mercado universal y a una democracia universal. Entonces, con esto ya es el fin de la historia, tenemos ya el autómata a punto de funcionar, faltan algunas bolsas, pero en fin, es cuestión de paciencia, de pocos años. Es la teoría de Bush primero, para decirlo rápidamente, porque Fukuyama era el asesor del Departamento de Estado{10}. Pues, por ejemplo, qué diríamos, la globalización tiene dos sentidos que están representados por uno y dos (los romanos). Los dos sentidos principales del cuadro son lo que llamamos globalización expansiva y contractiva. Esta distinción yo creo que es muy importante, por lo que voy a decir rápidamente. La globalización es totalización, si es expansiva quiere decirse, que a partir de un centro, de un núcleo, se va extendiendo, se va desbordando ese centro. La democracia que es lo más claro, a partir de un centro de democracia como pueda ser Estados Unidos, o Europa, después de la guerra mundial segunda, pues, esa democracia se va expandiendo por todo el mundo. O bien globalizaciones unilineales muy citadas cuando se habla de la globalización del inglés, o globalización del español. El español está llegando a ser casi un idioma universal, global, ¿por qué? Porque cada vez va creciendo más su tasa, y muy pronto –según dicen las estadísticas– va a alcanzar al inglés; y, entonces, por la globalización idiomática luchan el español y el inglés, principalmente, son dos tipos de globalización expansiva que van extendiéndose a partir de un centro. O, bien, la globalización de la democracia, otro ejemplo, y por supuesto la globalización de la religión, eso es evidente. La globalización de la religión porque la religión es proselitista, el catolicismo principalmente. Católico, ahí tenemos (ejemplo del todo) “katholou”, el “universal”, el “todo”, el “holon”; el universal. El catolicismo tiende a ser universal, claro, por propia definición. Y, el islamismo, también, y las otras, teóricamente, también, pero menos. Entonces, ese expansionismo religioso también es una globalización, tan legítima como la otra. Y, como resulta que están ligados, están totalmente vinculados.
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El segundo tipo de globalización lo señalamos con dos con romanos es la contractiva. Me voy a referir simplemente, para poder ya cerrar el asunto, a dos ejemplos, uno histórico y otro reciente, que están muy ligados, no por mí, que, vamos, los teóricos economistas e historiadores los han ligado. Me refiero al Imperio Romano en la época imperial, claro, ya consolidado, y Estados Unidos de ahora, la comparación que se ha hecho tantas veces. Aunque ahora en Estados Unidos he observado una tendencia incipiente hacia Esparta, en lugar de hacia Atenas y Roma. La idea de Esparta es realmente sorprendente, he visto por lo menos tres películas últimamente en esto de Telecable sobre Esparta, películas americanas, presentando a los espartanos como un verdadero modelo, no ya los gladiadores, como Gladiator. Aquella película que es, como muchos han observado, la primera película –el primer peplo– que es defendiendo Roma, no atacándola como Espartaco, y demás. Donde defienden a Roma desde el punto de vista del imperio, pero además defendiendo Roma, desde el punto de vista español realmente, porque el protagonista es español, es hispano, vamos, echando un ojo a la hispanidad, de algún modo.
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La idea es la siguiente, la idea es si se puede hablar de una globalización contractiva, no expansiva. ¿Por qué sería globalización? Pues, porque en principio todo el globo quedaría también interrelacionado alrededor de un centro, que actuaría de sumidero o de atractor, sencillamente atractor; no de difusor, de atractor. Esta idea de un centro atractor yo la he visto, creo que se puede ejemplificar con dos o tres ejemplos muy claros.
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Primero, el primero es el Imperio Romano tal como lo analizan algunos, porque aquí como es natural [son] hipótesis. El Imperio Romano según una serie de interpretaciones, bueno, muy solventes, ya desde Augusto no habría pretendido seguir expandiéndose, ya habrían comprendido que había unos límites a la expansión unos límites de desarrollo y que había que cesar aquello. Y, realmente, en la época de Adriano ya quedó prácticamente terminado no hubo incrementos territoriales, y se cerró prácticamente en la cuenca del Mediterráneo y los bordes; y eso fue el Imperio Romano, fue la ecumene. Y, entonces, el Imperio Romano, ¿qué es lo que pretendía? Pues, convertirse en el centro planetario del mundo conocido de todos los bárbaros que suministraban esclavos, materias primas, &c., que tenían que ir al imperio, esa es la idea central. Entonces, el Imperio Romano sería un ejemplo, hasta Constantino. Constantino ya habría transformado en imperio expansivo, precisamente, por el cristianismo, por el componente cristiano, id y predicad a todas las gentes. El segundo imperio el de Constantinopla habría sido totalmente distinto del primero. Y, entonces, el Imperio Romano sería un ejemplo de globalización contractiva. Claro, limitada al Imperio Romano porque todavía el parámetro no se ha cumplido, todavía no conocemos la esfericidad de la Tierra, se conoce, pero no se ha cumplido. El segundo ejemplo es el de Estados Unidos en la época actual. El argumento principal, porque esto es un asunto infinito, que se puede dar, yo creo, es esta cifra impresionante, que por los años (quizá me confunda en algún año, pero en fin, está citado aquí y en otros lados), vamos a ver, por ejemplo, en mil novecientos el déficit de Estados Unidos era de cien mil millones de dólares, en el dos mil dos era de cuatrocientos mil millones de dólares. Es decir, Estados Unidos de una situación de aislamiento monroísta, que empezó al principio, sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial y más adelante, sobre todo después del Plan Marshall, donde él inventó Europa. El Plan Marshall ha sido una invención de Estados Unidos, literal, ¿para qué? Para detener al comunismo, a la Unión Soviética, entonces, ¿qué hace Estados Unidos?, empezar, sencillamente, a producir, y a depender de todos los demás que necesitan de los dólares que tiene Estados Unidos, que están dependiendo del mercado mundial de los dólares de este déficit de Estados Unidos. Estados Unidos está enteramente siendo un atractor económico de todos los demás, que es el que les suministra prácticamente todo, porque allí se ha ido prácticamente todo lo que tenemos hoy, la investigación científica, los planes de investigación, &c., vienen de Estados Unidos. Entonces, el pensar que Estados Unidos está allí aislado –como muchos de ellos ven–, y por eso el interés de tantos teóricos de Estados Unidos por Roma, por la comparación con el Imperio Romano. Y, el tercer ejemplo (de un modo puramente esquemático) es China. En donde, “China”, que significa precisamente, “el Imperio del Centro”; la palabra “China”. Citamos en el libro unos trozos de la última posición china de hace dos años, en donde se entrevé –claro, porque esto son lo que los chinos publican– el una nación y dos sistemas. Ahí, yo creo ver que China tiene el programa de un imperio de centro, es decir, que todo el mundo en el año dos mil, o terminando el año dos mil dependa de China. Que China sea el atractor comercial porque la producción china sea tan enorme, que prácticamente todos estemos girando entorno a China. No ya lo que decía Ortega, que Europa se formará cuando detrás de los Urales asome la coleta del chino. El chino según esto no asomará la coleta, que tenemos que ir nosotros a vérsela, o a cortársela, si es preciso.
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Entonces, voy terminando ya. ¿Cómo se podría explicar la globalización si es tan múltiple, tan contradictoria, cómo se podría explicar la globalización? Pues, la globalización, claro, yo creo que se puede explicar conjuntando las fechas y muchos rasgos, por supuesto, más de la siguiente manera, que la digo esquemáticamente que es el peligro que tiene una exposición de este tipo que estoy haciendo, donde el esquema se ve totalmente al desnudo, allí sin trampa ni cartón, para ofrecerla a la crítica del público, como es natural. Pues, la idea es la siguiente, que la idea de la globalización ha salido precisamente no como una inflexión interna del propio mecanismo de desarrollo capitalista, ha salido precisamente a consecuencia de la caída de la Unión Soviética. Es decir, la Unión Soviética es la que da origen a la idea de la globalización, como idea. ¿Y esto, por qué? Aquí es muy fácil un quid pro quo, de este tipo. Es evidente que la caída de la Unión Soviética –del Telón de Acero– determinó un avance del desarrollo extraordinario de los países capitalistas. Extraordinario, sencillamente, porque el Telón de Acero dejaba el mercado internacional prácticamente interrumpido en medio mundo. Es decir, la Unión Soviética, China, países satélites, Europa, &c., las economías capitalistas, diríamos democráticas, las democracias sociales capitalistas, la socialdemocracia, &c., pues, quedaban muy reducidas. Ellas habían llegado al Estado de bienestar, como es bien sabido, la dialéctica es abundantísima y riquísima, las democracias occidentales habían llegado al Estado de bienestar. Ahora bien, el Estado de bienestar era un Estado que se había producido por mímesis de la Unión Soviética, eso es algo que también la gente olvida. La definición del Estado de bienestar fue el programa de la Unión Soviética, desde el principio, a saber, pleno empleo, seguridad social, educación gratuita, sanidad gratuita, &c. Todos estos principios, de esto, hay precedentes en Bismarck, pero el que los aplicó como política de Estado fue la Unión Soviética. ¿Qué ocurrió en occidente? En occidente ocurrió, que fue la gran depresión famosa, la gran depresión (el New Deal, va por ahí, de Roosevelt); y sobre todo el Estado del bienestar del Plan Beveridge, ya en plena guerra mundial. Y después el Estado de bienestar, sucesivos, que más o menos conocemos. El Estado de bienestar siempre tiene en la Guerra Fría el freno de la Unión Soviética y de los países comunistas; y sobre todo de los partidos comunistas, y de la liberación colonial que se está produciendo, que pone en peligro todos los suministros. ¿Qué ocurre entonces? Pues, que la Unión Soviética cae, no vamos a decir las razones por las que cae, la Unión Soviética se derrumba y este derrumbamiento, los efectos son terribles, porque resulta principalmente que aplicando el principio –mejor dicho invocándolo–, para sistematizar aquello de contraria sunt circa eadem, “las cosas contrarias versan sobre lo mismo”. Resulta que la Unión Soviética y el imperialismo capitalista versaban sobre lo mismo, a saber, la globalización de una sociedad universal, eso es. El comunismo lo que pretendió siempre fue que el comunismo fuese globalizado, que fuese universal y por eso su antagonismo con los países capitalistas era total, a muerte, era la Guerra Fría. Aquello fue evolucionando y viceversa, claro y viceversa, el principio de la democracia americana-europea tenía que ser universal una vez superada la fase puramente liberal, elitista, &c., de la democracia. ¿Qué ocurre entonces? al decaer la Unión Soviética el capitalismo, la globalización capitalista, el desarrollo capitalista planetario queda libre y necesita una nueva idea {interrupción de la grabación} para todos los hombres, la globalización. Y, entonces, esta globalización que el propio concepto es un concepto periodológico, esto es un rasgo esencial de la idea que no he tenido tiempo de desarrollarlo pero que se sigue por el propio proceso de aparición. Es decir, la globalización es un concepto que supone una filosofía de la historia, para decirlo de otro modo; la globalización aparece en un momento dado, como antes apareció el desarrollo, &., de las fases famosas periodológicas que daba Hegel, o después Marx, los modos de producción, la historia como una totalidad, el género humano. El género humano el gran relato todavía nos movemos, el género humano que está en el himno de la Internacional ese sí que es el gran relato que está hoy en día actualmente, ese está en la boca del Papa, está en boca de todo el mundo, el género humano, hay que satisfacer al género humano, claro, la globalización por todo el género humano y ahí se acabó la globalización internamente (ya voy terminando), pues, se produce un fenómeno de mundialización. ¿Qué quiere decir? Pues, que despegamos, desbordamos, el propio género humano, como decimos nosotros el eje circular. Desbordamos el género humano. El género humano globalizado está ya regido en la idea de globalización por la paz perpetua, el Estado de bienestar perpetuo; un poco una versión más liberal de lo de Fukuyama, en donde los centros no sea Estados Unidos, sino otras democracias que se lo van creyendo. Esa es la política de todos los Estados europeos, la política a la que tienden, un Estado universal que se consigue automáticamente por las democracias y por el fin de la guerra, porque la guerra termina en la democracia, la teoría de Doyle que luego citaré. Entonces, habiendo democracia no puede haber guerra, esa es la idea central, por tanto la guerra está asegurada con la paz perpetua, Kant otra vez. Y, entonces, la globalización está terminada, estamos a punto, en fin, quedan algunas zonas en Irak, China, en fin, algunas, pero eso son cuestiones, magnitudes despreciables, prácticamente es la globalización. Desde dentro de la propia globalización salen dos fenómenos emic de mundialización, es decir, fuera de la globalización del parámetro que hemos dado.
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Uno de ellos es el siguiente, es la extensión del Estado de bienestar, y de la paz perpetua, y del género humano, hacia los animales, hacia los póngidos. Es decir, hacia los animales linneanos –diríamos–, entonces la incorporación de toda, vale, para decirlo rápidamente el Proyecto Gran Simio, que resulta que los simios son nuestros hermanos; es preciso no terminar, la globalización, entre los hombres. En el eje circular, hay que meter a los animales linneanos. Hay que incorporarlos a nosotros, porque son nuestros hermanos, hay que empezar por los póngidos: chimpancés, gorilas, orangutanes. Y hay que darles incluso un estado sindical, hay que hacerles socios de un sindicato (de comisiones obreras, y demás); y que, adelante, porque pueden trabajar, porque resulta que ellos pueden ser una fuerza de trabajo, como otra cualquiera. Y estas consecuencias, que parecen irónicas, están completamente, y si no que no digan lo que dicen, (si no que no digan lo que dicen){11}.
56 ❦ 1:46:15
Y el otro desarrollo tremendo, también interno, vamos, ese sí que está en serio tomado, es el desarrollo planetario. Es decir, la humanidad ya desborda el parámetro del globo terráqueo, tiene que ir a otros globos que están habitados por extraterrestres. Y estos extraterrestres, las grandes economías ya desde la Unión Soviética, este es un paralelo impresionante, la Unión Soviética gastó millones y millones de rublos en los programas de investigación de vida extraterrestre. Ya en Estados Unidos gasta millones y millones de dólares en el Proyecto SETI, OZMA, Arecibo, &c., precisamente para investigar los extraterrestres. Entonces, ¿qué ocurre aquí? ¿Qué son los extraterrestres? Pues, son componentes del paisaje de nuestros días, sencillamente, todo el mundo cree en los extraterrestres hoy. No hay que reírse, alguna minoría de escépticos profesores de filosofía, pero somos insignificantes, la gente cree en los extraterrestres, pero cree en los extraterrestres, y cuenta con ellos. Es más, la NASA procura en todo momento demostrar que hay extraterrestres, porque si no el contribuyente americano no paga. Porque para que le traigan de Marte una piedrecita de carbonato, eso no interesa; interesa, allí, que le traigan un individuo con dos cuernitos, o lo que sea. Entonces, la idea de los extraterrestres, que por cierto suelen ser también ahora de carácter benefactor, no son malignos, no son genios malignos, generalmente son muy buenos e incluso inocentes, e inofensivos como ET; son inofensivos. Pero siempre está allí la amenaza de la guerra de mundos, otras sagas literarias, o cinematográficas.
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Y, entonces, yo he sugerido lo siguiente, que en la lógica de los hechos está lo siguiente. Que la paz universal –como decía Kant– supone el desarme, claro, si no es imposible. Es condición imprescindible para la paz universal el desarme. Las conferencias de desarme, pues, ya sabemos, están a la orden del día, se logró hace un año que Putin y Bush lograsen reducir, teóricamente, el arsenal nuclear a dos mil cabezas. Israel tiene ochocientas o novecientas cabezas nucleares, que están reponiendo continuamente. Entonces, ¿qué ocurre? Pues, que el desarme no se ha producido, ni se puede producir. ¿Quién es la potencia que puede renunciar a su armamento nuclear? Aquí, por mucha democracia, se puede decir que únicamente es soberana la potencia que tiene la bomba atómica, lo demás es pura ficción, la soberanía es puramente jurídica en el papel. ¿Y quién tiene la bomba atómica? Pues, los grandes, China, principalmente Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania no, es la gran anomalía, y Pakistán, Israel, claro. Entonces, la bomba atómica es lo que da la condición de soberanía a las economías políticas en el sentido nacional. ¿Cómo puede mantener una economía política, en una sociedad de naciones, democrática de paz perpetua, para qué puede tener la bomba atómica? ¿Cómo puede justificar tener la bomba atómica, si ya se han hecho declaraciones universales de paz, tribunales internacionales de justicia, &c.? ¿Cómo puede ser esto? Aquí están los extraterrestres. ¿Por qué? Porque la bomba atómica sería la única arma que el género humano. Fíjense que son todo abstracciones. Estamos hablando de pura mitología ya. El género humano, que no sabemos lo que es, pero, vamos, se habla como si fuera una persona. El género humano, a través de un brazo suyo, que pueda ser Estados Unidos, o que pueda ser Inglaterra, o Francia, tiene la bomba atómica. ¿Cómo justifica esto? No, la bomba atómica no es para echarla al vecino, sino echarla a la invasión de los extraterrestres, que en su momento puedan llegar aquí. Entonces, los extraterrestres constituyen, a mi juicio, una parte de la ideología, de la mitología de nuestra época de la globalización, en donde todo encaja perfectamente. Estamos justificados, porque si nosotros prescindiésemos de nuestro arsenal atómico, estaríamos desarmando a la humanidad de una probabilísima invasión de extraterrestres, que en cualquier momento –según la ecuación de Drake– podrá acudir de un momento a otro; para eso hay libros y estudios. Entonces, en resumen, la globalización de la que hablamos está fundada en la paz perpetua. Tanto que esté gestionada por vía capitalista del Estado de bienestar. O bien, por el bienestar del hombre primitivo de Zerzan, y acompañantes. O de los antiglobalizadores, por vía anarquista, o lo que sea. Pero en todo caso la paz está en la base de la globalización, y quienes iban pidiendo la paz, iban, también, pidiendo la globalización; o la antiglobalización, en una forma de globalización distinta. Esta es la situación que plantea el problema del terrorismo, que es el que desarrollaremos después de media hora, según está el programa previsto, y un poco que lo he presentado para que haya una cierta continuidad entre los temas. Pues nada, hasta luego{12}.
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{1} Gustavo Bueno, La vuelta a la caverna. Terrorismo, Guerra y Globalización. Ediciones B, Barcelona 2004
{2} Gustavo Bueno, Nosotros y ellos. Ensayo de reconstrucción de la distinción emic/etic de Pike. Pentalfa, Oviedo 1990.
{3} Gustavo Bueno, “Las manifestaciones Por la paz, No a la guerra, del 15 de febrero de 2003”. El Catoblepas, núm. 13 (marzo 2003).
{4} Gustavo Bueno, “La Teoría de la Esfera y el Descubrimiento de América”, El Basilisco, núm. 1, 1989.
{5} Gustavo Bueno, El mito de la cultura, Pentalfa Ediciones, Oviedo 2016.
{6} Gustavo Bueno, “Confrontación de doce tesis características del sistema del Idealismo trascendental con las correspondientes tesis del Materialismo filosófico”, El Baslisco, núm. 35, 2004, págs. 3-40.
{7} Gustavo Bueno, “La nostalgia de la barbarie, como antiglobalización”. Antílogo al libro de John Zerzan, Malestar en el tiempo, Ikusager, Vitoria 2001.
{8} Gustavo Bueno, Ensayo sobre las categorías de la economía política, La Gaya Ciencia, Madrid 1972.
{9} Gustavo Bueno, Panfleto contra la democracia realmente existente (más un artículo y siete rasguños sobre la democracia). Obras completas, 2. Pentalfa, Oviedo 2020.
{10} Gustavo Bueno, “Estado e historia (en torno al artículo de Francis Fukuyama)”. El Basilisco, núm. 11, 1992, págs. 3-27.
{11} Gustavo Bueno, “Por qué es absurdo «otorgar» a los simios la consideración de sujetos de derecho”, El Catoblepas, núm. 51, mayo de 2006.
{12} Gustavo Bueno, “Mundialización y Globalización”, El Catoblepas, núm. 3, mayo de 2002.
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