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José de Salvador, Compendio de la vida y milagros de Santo Domingo de la Calzada (1787) Vida Milagros Novena

 
Santo Domingo de la Calzada

Compendio de la vida, y milagros de Santo Domingo de la Calzada, con su novena:

dispuesta por el P. Fr. José de Salvador, Carmelita Descalzo, de la Provincia de Navarra.

Dedícala al Salvador del Mundo, en cuya Iglesia Catedral es venerado el Sepulcro del Santo. En Pamplona: En la Imprenta de Benito Cosculluela. Año de 1787.

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Librito encuadernado en pergamino, tamaño 100×143 mm, compuesto de [xvi] páginas sin numerar y 192 páginas numeradas, más dos de guarda final, formado por trece cuadernillos de dieciséis páginas (signados A-N, obtenido cada uno por embuchado de dos pliegos signados A1 y A2, &c.), más cuatro páginas iniciales de guardas y grabado [i-iv]: A [v-xvi+1-4] B [5-20] C [21-36] D [37-52] E [53-68] F [69-84] G [85-100] H [101-116] I [117-132] K [133-148] L [149-164] M [165-180] N [181-192+2]. Contiene: [iv] Grabado de Francisco Iturralde (1761-1817): «S.to DOMINGO Ð LA CALZADA. Por Fran.co Yturralde P.ª» [v] Portada. [vii-xii] Dedicatoria: “J. M. J. · Al Salvador del Mundo”. [xiii-xvi] “Al Lector”. [1-121] “Vida” (doce capítulos). [122-156] “Milagros” (seis milagros). [156-177] “Novena del Santo”. [178-184] “Gozos del Santo”. [185-189] “Índice de los capítulos, que contiene este Libro”. [190-192] “Fe de erratas” &c.

 
Índice de los capítulos, que contiene este Libro

Capítulo I. De lo que se sabe hizo el Santo hasta los diez años de su edad, pág. 1.

Cap. II. De los cinco años, que estuvo estudiando en Valencia, pág. 7.

Cap. III. Pide el Hábito en Valvanera, y San Millán, y se lo niegan, por altos juicios de Dios, pág. 16.

Cap. IV. Vida, que el Santo observó por cinco años en el Desierto, pág. 24.

Cap. V. Sale Domingo del Desierto por Divina inspiración, y la ocasión de que para esto se valió su Majestad, pág. 32

Cap. VI. Acompaña Domingo a San Gregorio en la predicación. Muere éste en Logroño, y vuelve nuestro Santo al Desierto, pág. 44

Cap. VII. Construye Santo Domingo la Calzada, que da nombre a su Ciudad. Experimenta un asombroso milagro desmontando el bosque, y hace en el Río Oja un famoso Puente, pág. 54

Cap. VIII. Dispone Santo Domingo la fábrica del Hospital, pág. 65

Cap. IX. Empieza el Santo con nuevo espíritu, y fervor, la asistencia de los Pobres, que llegaban al Hospital, pág. 79

Cap. X. Hace el Santo donación de su herencia a Valvanera. Trabaja en la reparación de los Puentes, que hay de Logroño a Santiago; y admite por Discípulo a San Juan de Ortega, pág. 91

Cap. XI. Vuelve Domingo con San Juan de Ortega a su Hospital. Da principio a la fábrica de la Iglesia del Salvador. Tiene noticia de su muerte, y hace de antemano su Sepulcro, pág. 96

Cap. XII. Da fin a la Iglesia del Salvador, y muere en el Señor, pág. 106.

Refiérense algunos de los Milagros, que hizo el Santo después de su muerte, pág. 122

Milagro Primero, pág. 123

Milagro Segundo, pág. 126

Milagro Tercero, pág. 128

Milagro Cuarto, pág. 131

Milagro Quinto, pág. 133

Milagro famoso del Gallo, y la Gallina, pág. 137

Novena del Santo, pág. 156

Gozos del Santo, pág. 178

(José de Salvador, Compendio..., 1787, páginas 185-189.)

J. M. J.
Al Salvador del Mundo

Soberano Señor.

Aquel nobilísimo natural impulso, en cuyas alas vuela a Vos el corazón humano, me trae a vuestros pies con un papel, testimonio de mi gustosa esclavitud, y protestación de vuestra inaccesible Divinidad. Yo adoro con todas mis facultades lo infinito de vuestra Esencia, en cuya vista son como si no fueran las más excelentes de las criaturas. Mas esta verdad, que sobra para infundirme mil respetos hacia Vos, no basta para impedirme el paso a vuestro adorable Divino Trono. Se, que sois mi Salvador, cuyo dulce Nombre me representa en lo interior del alma, a un Dios empeñado en favorecerme por cuantos medios puede sugerir una suma Bondad: a un Dios tan compasivo en mis males, que me asegura no vino al mundo a buscar justos, sino pecadores; a un Dios vestido con el traje humilde de mi naturaleza, para no espantarme con su Soberanía: a un Dios nacido en un pesebre, fatigado en los caminos, ayunando en los desiertos, vendido, azotado, coronado de espinas, cargado con una cruz y muerto en ella por mi amor.

Este es vuestro carácter (amabilísimo Dueño mío), y quien por él no os conoce, no puede gloriarse de que conoce a su Salvador. ¿Pues qué mucho será, que yo me levante del abismo de mi bajeza, y confiado os ofrezca los imperceptibles frutos de mi pequeñez? ¿Por ventura el ser más delincuente, cuanto más favorecido, me excusa de tributaros esta leve insinuación de mi reconocimiento? ¿Tengo de aguardar a que mis obras digan con Vos alguna proporción? ¿Juzgo acaso, que las ofertas, que os pueden hacer los hombres han de balancear con vuestra incomprensible Majestad? ¡Ah, que el persuadírmelo sería un pernicioso engaño! Sería desterrar de vuestras Aras los sacrificios. Sería dispensa a los hijos de Adán del vasallaje, que por tantos títulos deben a su Salvador; pues es constante, que la más alta criatura no puede competir con vuestra Grandeza ni en la voluntad ni en la ofrenda.

La que yo pongo humilde a vuestras plantas, es una abreviada Imagen de aquel Salomón de la nueva Ley, que dedicó el Templo a vuestra Soberana Majestad: de aquel hombre Seráfico, que no cabiendo en el ámbito del mundo, se consagró a Vos en las escabrosidades del desierto: de aquel amante celador de vuestro honor: de Santo Domingo de la Calzada, quiero decir, y es cuanto puedo exponer para recomendarla a vuestra Divina dignación.

La voluntad es de daros en cada letra un corazón, en cada palabra una vida, y en cada línea una alma, con ansia de que se repita el sacrificio cuantas veces las lean los devotos. Dad, Señor, a esta expresión, la eficacia de que carece, por ser mía; y no neguéis a este papel las alas de vuestro favor, para que vuele por el mundo inspirando devoción, entre tanto, que yo me quedo a vuestras adorables plantas, pidiéndoos misericordia.

Omnipotente Señor,

B. V. D. P.

El más obligado y desagradecido de vuestros Esclavos.

Fr. José del Salvador.

(José de Salvador, Compendio..., 1787, páginas [vii-xii].)

Al Lector

Con la ocasión de haber predicado en la Santa Iglesia de la Calzada las Glorias de su Esclarecido Patrón, me suplicó un devoto formase un Compendio de su Vida con la Novena, asegurándome sería recibida con aprecio, y fruto de los muchos, que la deseaban. El amor al Santo me hizo condescender al empeño de su aficionado, y atropellando por cuantas dificultades me objetaba mi insuficiencia, vi a pocos días acabada esta suma, que por ser toda efecto de una sincera voluntad te ejecuta por el disimulo en cuanto diere tope a tu instrucción.

Si la encuentras breve acuérdate, que es suma, o por mejor decir, un dedo de virtud, que nos conduce al conocimiento de la más gigante santidad. Se omite la disputa sobre el lugar de su nacimiento, por ser ya más que probable haber sido Villoria de la Rioja, como sobre otros argumentos lo persuaden las donaciones, que se hallan hechas por sus Padres a los Monasterios de San Benito Valvanera, y San Millán. Tampoco se hace reflexión sobre otros puntos, que tanto lugar ocupan en su Historia, por contemplar este método más propio para entretener a los Críticos, que para hacer devotos, que es el fin de este Compendio.

La Novena está reducida a dos Oraciones cada día, la primera común a todos, y la segunda propia de cada uno. Al fin de aquella se reza tres veces el Pater noster, Ave María, y Gloria Patri, &c. Acabada la segunda, se ora mentalmente un breve espacio de tiempo, y luego se dicen a lo menos siete de los Gozos, que están después de las Oraciones.

Cogerás copiosos frutos de este devoto ejercicio, si procuras hacerlo en estado de gracia, confesando y comulgando un día de la Novena, y practicando alguna obra de caridad en obsequio del Santo, cuya Imagen debes tener delante, (si puedes) y empezar con la señal de la cruz, y acto de Contrición.

(José de Salvador, Compendio..., 1787, páginas [xiii-xvi].)

Fe de erratas

Pág. 9, lin. 10: levantándolos, lee levantándolas. Pág. 19, lin. 8: habito, lee el habito. Ibid. lin. 18: paseaban, lee pasean. Pág. 94, lin. 15: diriendo, lee dirigiendo. Pág. 125, lin. 5: harían, lee hacían. Pag. 144, lin. 3: practicaba, lee practica.

He visto el Libro intitulado: Compendio de la Vida, y Milagros de Santo Domingo de la Calzada con su Novena; y con estas Erratas corresponde a su original. Pamplona, y Enero 30 de 1787.

Fr. Diego Galcín.


Certifico yo el Secretario del Real, y Supremo Consejo de este Reino de Navarra, que por los Señores de él, precedente aprobación, y corrección, se ha concedido facultad al Padre Fray José del Salvador, Carmelita Descalzo de esta Provincia, para que por tiempo de cinco años, y a cuatro maravedís el pliego, pueda hacer imprimir, y vender el Compendio de la Vida, y Milagros de Santo Domingo de la Calzada, con su Novena, que ha compuesto, con prohibición de que durante dicho término pueda ejecutarlo otro alguno sin su consentimiento: En cuya Certificación firmo en Pamplona, a treinta de Enero de mil setecientos ochenta y siete. Manuel Nicolás de Arrastia, Secretario.

FIN.

(José de Salvador, Compendio..., 1787, páginas 190-192.)

 
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