Gustavo Bueno
El papel de la filosofía en el conjunto del hacer
Conferencia pronunciada por Gustavo Bueno el martes 8 de abril de 2008, a partir de las 18:30 de la tarde, en el salón de actos de la Escuela de Hostelería de Gijón (Paseo de Begoña 30), presentada por Pablo Huerga Melcón, como clausura del Primer encuentro de profesores de filosofía organizado por la Sociedad Asturiana de Filosofía y por la Fundación Horacio Fernández Inguanzo (Partido Comunista de España en Asturias).
Gustavo Bueno, El papel de la filosofía en el conjunto del hacer
Gijón, 8 de abril de 2008 (1h 43 m)
Transcripción GTGB ⋅ c003
El papel de la filosofía en el conjunto del hacer
Pablo Huerga
1 ❦ 00:00:07
Terminamos hoy los primeros Encuentros de Profesores de Filosofía de Instituto, que llevamos organizando en Gijón desde el lunes de la semana pasada. Y dentro de lo que es el curso este que hemos hecho de formación, con el tema Educación, filosofía y nuevas tecnologías. Empezamos con la visita de Carlos París, que vino la semana pasada a abrir el curso con una conferencia sobre el papel de las nuevas tecnologías y la filosofía. Hemos estado, durante una semana entera, hablando de la repercusión y de los problemas que plantea la introducción de las nuevas tecnologías en la enseñanza, y concretamente en la práctica de la filosofía. Y tenemos el honor, el gusto, de tener aquí con nosotros al profesor Don Gustavo Bueno, para cerrar este primer curso. Como era con un tema que le hemos propuesto que es El papel de la filosofía en el conjunto del Hacer. Aprovechando también la circunstancia de que celebramos el cuarenta aniversario de este libro extraordinario que abrió al público, aunque ya estaban las cosas muy abiertas entonces y muy trabajadas. Pero que abrió al público esa nueva interpretación filosófica, esa nueva escuela de filosofía que es el Materialismo Filosófico, del que todos, más o menos, nos sentimos, digamos que entre todos nos sentimos un poco integrados, querámoslo o no. Porque está, él dice muchas veces, Don Gustavo dice que la ciencia constituye el esqueleto disperso de nuestro mundo. Y yo creo que, para los de filosofía, el materialismo filosófico es el esqueleto disperso, también, de nuestra forma de trabajar en filosofía y de nuestra forma de afrontar la enseñanza de la filosofía también en los institutos. Ha llegado hasta allí, ha llegado hasta los institutos esta escuela de pensamiento, esta escuela de análisis filosófico, de manera inevitable, por todo el efecto que tuvo en la universidad para todos los que estudiamos allí, los que estudiamos con él, y los que, evidentemente, le siguen leyendo, al margen ya de la universidad. Sigue trabajando, en pleno rendimiento, y nos parecía que era la mejor manera de, no de cerrar, porque sino de abrir nuevos temas y nuevos problemas, que seguramente él nos los pondrá en los quicios convenientes para seguir trabajando y seguir interpretando estos asuntos. Así que muchas gracias y le cedo la palabra.
2 ❦ 00:02:55
Gustavo Bueno
Muy bien, pues buenas tardes. Veo caras conocidas, de manera que encantado de estar aquí entre gente amiga, en principio. Sí, efectivamente, el tema que se les ha ocurrido poner, supongo que a Silverio y a Pablo es El papel de la filosofía en el conjunto del Hacer, y además con mayúsculas, el Hacer. Evidentemente, éstos quieren subrayar una especie de paralelismo entre este título, y el título de este libro de hace cuarenta años ya –este año hace cuarenta años–, El papel de la filosofía en el conjunto del saber{1}. De manera que al proponerte estos dos enunciados paralelos esto suscita un montón de cuestiones –yo creo que muy importantes, otra cosa es el modo de desarrollarlas– porque, en el fondo –por lo menos yo así lo veo de momento– lo que está aquí pidiendo, simplemente por este enunciado, en relación con el otro –porque por si solo no tiene mucho sentido, creo yo, o lo tiene distinto–, aquí lo que se está proponiendo es la confrontación obligada entre el saber y el hacer. Y no en abstracto, sino por medio de la filosofía, el papel de la filosofía en el conjunto del saber, del hacer. De manera que yo creo que este es el mejor acierto de la enunciación del asunto, del tema.
3 ❦ 00:04:36
Porque resulta que –yo estoy de acuerdo completamente– el saber y el hacer son palabras muy genéricas, abstractas. Diríamos, con la terminología que hemos utilizado, lisológicas. Saber y hacer son dos conceptos lisológicos, es decir, lisos, indeterminados, flotantes. Es decir, no son morfológicos, en la distinción que hacemos ya desde hace unos años: lisológico / morfológico. Y que en El Catoblepas hay cuatro o cinco artículos, por si alguno quiere enterarse de por dónde va el asunto. Hace unos meses salió una serie de artículos sucesivos sobre esta distinción, que consideramos muy importante, no es una distinción secundaria, sino muy importante{2}. Pues la distinción entre el concepto del saber y el hacer en abstracto, cuando decimos “el saber” y “el hacer”, y cuando hablamos del saber y el hacer, en abstracto, estamos en un plano lisológico, prácticamente intratable, aunque hay posibilidad y hay muchísimo tratamiento sobre el asunto, por supuesto.
4 ❦ 00:05:50
Y lo mismo pasa con el concepto de filosofía. Filosofía es un concepto lisológico, es un concepto totalmente abstracto, indeterminado, sobre todo cuando se pone, “la filosofía”, como está ahí en ese libro, y en el enunciado, “la filosofía”{3}. La filosofía para decirlo rápidamente, aunque son tesis que ya hemos defendido muchas veces, la filosofía carece de sentido, completamente. La filosofía no existe como tal, no es un saber que tenga una sustantividad hipostasiada. Vamos, como la mayoría son profesores de filosofía, se puede hablar así. Es que, durante muchos años estoy acostumbrado a hablar a auditorios que tienes que evitar todo tipo de palabras más o menos técnicas.
5 ❦ 00:06:42
Nosotros distinguimos una sustantividad actualista en donde la sustancia no es algo previo a las propiedades, o atributos, o accidentes, sino que está dada en esos accidentes. Es decir, no es que desaparezca la sustancialidad, es que está, es el actualismo; lo que se llama el actualismo. Y la distinguimos de la sustancialidad en el sentido absoluto, en el sentido aristotélico, en donde la sustancia es independiente, previa, a los atributos o a los accidentes, e incluso puede existir sin ellos. Todo el mundo recuerda la Teoría de la transubstanciación de Santo Tomás, donde hay una sustancia que es independiente de los atributos del pan y el vino, cuando se convierte la sustancia.
6 ❦ 00:07:24
El sustancialismo en términos absolutos, la sustancialización absoluta de la filosofía, supone que la filosofía es un saber previo, exento, situado en plataformas propias, y por tanto algo que puede ser enseñado como tal, que tiene sus principios propios. Y algo a partir del cual se puede ofrecer una doctrina que está por encima de los accidentes; incluso por encima del mundo, por encima de la realidad, “la filosofía”. La “filosofía perenne”, por ejemplo, como se llama muchas veces.
7 ❦ 00:08:03
Este es un ejemplo de una interpretación del saber sustantivo, de la filosofía como saber sustantivo pero en el sentido absoluto, porque la sustantividad. En el libro este, precisamente, cuando yo defendía la sustantividad de la filosofía, lo hacía en el sentido actualista, cosa que no fue entendida por muchísima gente. Y siempre se me atribuyó a mí haber desarrollado una concepción de la filosofía de carácter metafísico, vamos a decirlo así, sustancialista. Claro, ¿quién iba a pensar, o quién te podía atribuir, más que un ignorante, ya hace cuarenta años, que yo estaba defendiendo un sustancialismo aristotélico, por ejemplo? Estaría superado durante muchísimos años. Sin embargo, como dependemos de las palabras que nos sirven para comunicarnos, pues están totalmente siempre llenas de ambigüedades, de malentendidos. Por eso estoy aclarando este asunto. Porque siempre cuando te dicen, es que usted dice que la filosofía es sustantiva, no es adjetiva. Pues, eso lo dice usted. Era un modo de hablar. Y esto va a ser el tema completo de esta exposición.
8 ❦ 00:09:11
De manera que, entonces, lo que quiero decir es que la filosofía no es un saber sustantivo en el sentido metafísico. Tiene una sustancialidad actualista, es decir, una sustancialidad que se manifiesta en el proceso mismo de desarrollo de otros saberes, por ejemplo. Otros saberes que puedan ser muy diversos, que puedan ser artísticos, científicos, políticos, &c.; otros tipos de saberes. Y se desarrolla de un modo que no es unívoco; esa es la cuestión, que no es unívoco. Es decir, que no hay “la filosofía”, que la filosofía son muchas filosofías. Hay filosofías muy diversas y contrapuestas entre sí, eso es lo que quiero decir.
9 ❦ 00:09:52
Por tanto, cuando alguien dice, “la filosofía”. Es lo que pasa siempre –lo he contado muchas veces–, es un problema que se aparece siempre, a mí se me aparece siempre constantemente en la radio, y en televisión sobre todo. Cuando llegas a un programa de televisión y te dicen, bueno, usted es filósofo. Y digo: y usted también. Ya empezamos. Bueno, sí, que no es una adulación, es que todo el mundo que no sea un débil mental en nuestra cultura tiene su propia filosofía; tiene que tenerla necesariamente. Entonces todo el mundo es filósofo. La dificultad está en que unos son muy malos y otros son menos malos. El hecho de que todo el mundo sea filósofo no quiere decir... Que es una de las razones –a mí me parece– por las cuales la filosofía en el bachillerato{4} tiene una situación sumamente comprometida. Porque los padres de la patria, por ejemplo, se consideran todos filósofos.
10 ❦ 00:10:49
Precisamente, estos días he estado oyendo cómo, anunciando el discurso de investidura que se ha celebrado hoy, por parte del candidato a presidente del gobierno, pues que expondría su filosofía política. Claro, y además así es: su filosofía política. Generalmente, los discursos presidenciales son discursos filosóficos. Esa filosofía no hace falta que sea previa a lo que dice, está disuelta en la propia exposición. Y esa filosofía será muy distinta en un caso y en otro, y además no solamente distinta, sino contrapuesta. Entonces, hay filosofías; la filosofía no es unívoca, sencillamente. Hay que decir quién es.
11 ❦ 00:11:34
Lo que les decía del programa de televisión, somos todos filósofos. Bueno, ¿entonces qué le ponemos, filósofo? Digo, no, porque ponerme filósofo es una cosa tan común que, por favor, no me ponga filósofo; dé algún adjetivo para orientar a la gente. –¿Pues cuál? Claro, la gente, el cámara que te está viendo queda completamente, –pero bueno, y este señor ¿qué está diciendo? –Que no, que lo digo totalmente en serio; ¿creen que estoy bromeando? Lo digo en serio. –Entonces, ¿qué le ponemos? Es que queremos poner filósofo. –Pues póngame filósofo estoico, filósofo platónico, materialista, idealista. Póngame algún adjetivo para que la gente se entere. Y, generalmente, me ponían “estoico”. Pero, estoico seguramente porque le gustaba la palabra, yo qué sé. Pero así es la cosa, así es la realidad, a la gente le daba exactamente igual. Pero esto demuestra el estado de la cuestión. No quiero hablar más porque ahora he tenido una entrevista también del mismo tipo.
12 ❦ 00:12:34
Entonces, la cosa es la siguiente. Que, seguramente por esta razón, que todo el mundo es filósofo. Los padres de la patria, que son los que tienen que dar las leyes que regulan la enseñanza de la filosofía en el bachillerato, tienden a considerarla –yo creo– como algo superfluo. Es decir, ¿qué me va a mí a enseñar un profesor de filosofía? ¿Qué nos puede enseñar a nosotros, si somos filósofos? Y además, lo son. El problema es muy serio, no es un problema de lenguaje, es un problema muy serio, real. Es decir, si la filosofía está disuelta, está realizada ya. Si, por ejemplo, la famosa cuestión de la “educación para la ciudadanía”, hay muchos que consideran, y lo han considerado siempre desde Hegel, la filosofía está ya realizada en la Constitución, por tanto no hace falta. La filosofía debe transformarse en la explicación de la constitución de cada país. Una constitución democrática, ahí está la filosofía del país. Todo lo demás es, pues, qué sé yo, superfluo, son adherencias, notas a pie de página, pero la filosofía fundamental es la constitución. Si se interpreta como la ciudadanía, pues es la ciudadanía, y no hay más que hablar; entonces ahí está la filosofía. No hace falta hablar de Sócrates y Platón, más que a título de ilustración{5}.
13 ❦ 00:13:53
Pues éste es el problema. El problema es cómo concretar una disciplina, llamada filosofía, cuando se supone que no es un saber sustantivo, algo que pueda manifestar, o enseñar, o revelar, un cuerpo de profesores, que tenga una entidad por sí misma. ¿Cómo se justifica esto cuando presuponemos –digo– que todo el mundo es filósofo y que la filosofía está ya disuelta, en este caso, por ejemplo, en la “educación para la ciudadanía”?
14 ❦ 00:14:25
Pues entonces partimos de que no hay filosofía, sino que hay varias, esa es la cuestión. Como hay varias filosofías, resulta que la filosofía de que se está hablando en un determinado sistema político será distinta de la de otro; y entonces ya empieza a verse por dónde va el asunto, dónde está realmente el asunto. No es filosofía, y no filosofía; sino una filosofía frente a otra. Es decir, el carácter esencialmente polémico y dialéctico de la filosofía.
15 ❦ 00:14:52
Y con el saber y con el hacer pasa lo mismo. Saber, pero, saber, y el hacer, pero, esta distinción ¿de dónde viene? ¿Se pueden realmente separar las dos cosas? Desde luego, hay una hipóstasis, hay una sustantivación, hipostática –vamos a decirlo así– del saber como si fuera una entidad absoluta, y del hacer. Hay mil ejemplos para mostrar cómo funciona esto.
16 ❦ 00:15:21
Recuerdo un consejo famoso de Rockefeller, cuando decía esta sentencia. Para triunfar en un negocio, hacen falta dos condiciones: primero, saber hacer las cosas; segundo, hacerlas. Saber y hacer. O sea, primero hay que saber hacer las cosas, y luego hacerlas. Aquí, la filosofía de Rockefeller, por así decir, era bien clara, era una filosofía clásica, tradicional. El saber es previo al hacer, primero se saben hacer las cosas, es algo previo. Pero este saber previo, después se puede aplicar o no aplicar, de un modo u otro. Y entonces, este paso de un saber previo, que no se sabe muy bien lo que es, el saber –que no es hacer– cuando se aplica, entonces se hace, se realiza.
17 ❦ 00:16:13
Y entonces, los problemas, ¿qué es mejor, saber o hacer? ¿Es suficiente el saber hacer? La famosa tesis once sobre Feuerbach de Marx. Hasta ahora los filósofos han querido conocer el mundo, a saber sobre el mundo, pero se trata de transformarlo, es decir, de hacer cosas, no saber sino hacer. Excuso decir, la famosa tesis sobre Feuerbach de Marx, la cantidad de interpretaciones que ha dado lugar y las que puede dar lugar a su vez. Claro, enunciada tal como se suele enunciar es una contraposición totalmente escolástica, otra vez. Totalmente escolástica pero en el sentido del escolasticismo aristotélico-tomista, completamente, que está presente prácticamente en toda la tradición.
18 ❦ 00:17:04
Bueno, pues entonces, la cuestión que venimos a..., vamos a empezar por aquí, vamos a tratar de subrayar, de desarrollar un poco esta idea. De cómo estas ideas del saber y el hacer se hipostasían, y cómo estas hipóstasis, estas sustantivaciones unívocas, hacen imposible realmente seguir adelante, y hay que cambiar de rumbo, si queremos seguir adelante, porque las contradicciones son totales. Por ejemplo, la idea de saber y hacer, en abstracto, como hipóstasis, se podría ilustrar, o encontrar, multitud de distinciones parecidas que son distintas pero intersectan todas ellas. Por ejemplo, voy a recordar rápidamente, aunque aquí se puede hablar muchísimo más, como saben. Es decir, yo quiero ir, ya verán que mi objetivo es ofrecer un desarrollo de una tesis muy concreta, muy precisa, es decir, que voy a prescindir de todo tipo de doxografía, de erudición, porque no hace falta, porque se presupone. Es una tesis muy sencilla, creo, pero sumamente discutible, totalmente discutible. Es decir, que no esperen que voy a decir ya algo consabido; lo que voy a decir es muy serio, muy serio para el gremio, y para la filosofía y para todo lo demás.
19 ❦ 00:18:35
Digo que hay muchas distinciones que están rondando, que están ahí interfiriendo con ésta que hemos dado. La más inmediata que acude a la mente es la distinción entre lo especulativo y lo práctico, saber especulativo y saber práctico. Otras distinciones similares, pues, por ejemplo, saber teórico, teoría y praxis. Excuso decir, teoría y praxis{6}. Distinciones muchas veces tales como conocer y actuar. Son distinciones que están totalmente flotando por ahí, que tienen su tratamiento cada una de ellas distinto, pero que confluyen continuamente, y que en el fondo suponen ya digo una visión metafísica del mundo, para decirlo de la forma más rápidamente posible.
20 ❦ 00:19:40
Cuando los teólogos hablan de qué es mejor en Dios, si la omnisciencia o la omnipotencia, si nos damos cuenta la omnisciencia tiene que ver con el saber; la omnipotencia con el hacer. Y, entonces, ¿Dios es omnisciente o es omnipotente? Si es omnisciente es porque es el que tiene la máxima sabiduría. Y se define por la sabiduría; más aún se definiría por una sabiduría que es inmóvil; la sabiduría no necesita actuar, simplemente es saber y, con el saber, pues se hace todas las cosas. El precursor –se cita muchas veces– del Dios aristotélico es el Zeus homérico, que con sólo un guiño del entrecejo desata truenos y relámpagos. No necesita moverse, Zeus –simplemente–, quieto, sentado, desata la tormenta, amontona las nubes, &c. Es decir, Dios es saber. El Dios aristotélico es puro saber, puro conocimiento, y además conocimiento de sí mismo, un conocimiento –diríamos– especulativo; no necesita nada. No tiene por qué ser práctico, la práctica busca algo, no tiene que hacer nada; no puede hacerlo, además. Es decir, su sabiduría es su esencia, la tesis de Santo Tomás, el ipsum intelligere subsistens, es el propio entender subsistente.
21 ❦ 00:21:09
Y, entonces, este entender subsistente es la base de las interpretaciones de los tomistas, pero que luego llegan, por ejemplo, hasta Althusser. La famosa cuestión de Althusser y de los marxistas de su época, entre la teoría y la práctica. En donde Althusser, que seguramente lo tomaba de los jesuitas, él estudió con los jesuitas, y tenía esta idea de los jesuitas. Pues había una actividad inmanente –se decía–, no hablando de Dios sino hablando de los hombres. El entendimiento humano tenía una actividad inmanente, es decir, una acción inmanente, quería decir que los resultados de esa acción permanecían en la propia potencia o facultad que la ejercitaba. Y habría también una acción trascendente, es decir, que desbordaba la propia potencia, aplicada. Lo que se llamó teoría y práctica, en ese sentido.
22 ❦ 00:22:09
Y entonces, Althusser, que como muchos recordarán que intentó sustituir la palabra filosofía por la palabra teoría, el círculo de teoría. Y teorías en aquellos años, en los años de este libro y después –y todavía–, la palabra teoría, muchas veces de un modo deliberado, los círculos de teoría de Althusser en París, &c., querían eliminar la palabra filosofía. Y entonces, era el movimiento general de la “muerte de la filosofía” y de la supresión de la filosofía, que venía por vía positivista, por el Círculo de Viena, &c., por muchas vías. La muerte de la filosofía, entonces, ¿por qué se sustituye la filosofía?: por la palabra teoría. Claro, la dificultad es que había teorías que no eran filosóficas, como teorías geométricas; o que no eran filosóficas. Pero, en fin, teoría ya, por sinécdoque, se entendía teoría filosófica. Y con esto se llenaban la boca, y se siguen llenando, esto es una cuestión teórica, esto es teoría. Pero ¿de qué teoría habla usted?
23 ❦ 00:23:07
Entonces, la idea de Althusser, encerrado en estos problemas, es la famosa distinción de la práctica teórica. Por una parte estaba la práctica teórica –que era el círculo cuadrado, la práctica teórica– y la práctica práctica. Con esto, se pretendía, entre otras cosas, que la práctica teórica era la práctica de los ingenieros, de los científicos, que sabían, pero que no actuaban con las manos. Y entonces, era un modo de hacer que los ingenieros y los científicos ingresasen en el Partido Comunista –como los obreros–, porque eran tan obreros, tan trabajadores, como ahora los trabajadores de la enseñanza. Es decir, que en el fondo había unas implicaciones políticas evidentes, como todo el mundo lo ve. Entonces, la práctica teórica, ¿qué pasa? Que cuando está un científico trabajando, o meditand0 en el laboratorio, cuando está Einstein, pongamos por caso, como prototipo, cuando se le está ocurriendo la teoría del espacio de Minkowski y demás, pues, no está conociendo especulativamente, está haciendo práctica teórica, claro. Con esta palabra, el hombre pretendía, y los que le seguían, haber resuelto el problema, es qué es práctica teórica. Es completamente una falsificación de la situación. Y luego es práctica práctica. Distinciones que aparecen en los escolásticos; práctica teórica no, eso ya fue, yo creo que fue un invento de Althusser, fue la gran aportación de Althusser a la historia del pensamiento. Pero lo de práctica práctica sí, eso es una cosa muy frecuente dentro de los escolásticos, la acción práctica práctica, práctica inmediata, práctica próxima, remota, &c.
24 ❦ 00:24:56
Entonces, cuando se habla de si el saber, encarnado por el saber divino es superior al hacer, claro, como Dios está por encima de todo, y Dios es saber, Dios es el conocimiento puro, es el noesis noéseos, el saber está por encima del hacer. El hacer será propio de los seres finitos, que necesitan, que tienen necesidades, porque si no no tendrían que actuar. Y entonces, las distinciones también de los escolásticos parecidas a la de Althusser, o viceversa. Santo Tomás, recuerden ustedes, digo como ejemplo para mostrar los problemas que plantea esta distinción entre el saber y el hacer. Pues, hombre, Dios es simpliciter, la inteligencia es superior en cuanto al saber; pero secundum quid es mejor el hacer, el actuar, la voluntad. Claro, porque el hacer está en la voluntad, la distinción de saber y hacer, tiene que ver con el conocimiento y la voluntad también. Entonces, resulta que la voluntad es inferior al saber, claro. Además, lo que llamamos voluntad, el acto de voluntad, tal como hacían el análisis tan sutil que hacían los escolásticos, pues, en treinta o cuarenta actos. Prácticamente todos ellos eran actos del entendimiento, del entendimiento práctico, dirigido por la sindéresis; y entonces, al final llegaba ya a la ejecución del juicio último práctico práctico por las potencias ejecutivas.
25 ❦ 00:26:34
De manera que toda esta complicación, ¿por qué viene? Porque se está suponiendo que el saber y el hacer son cosas distintas. Y, además, se está sustantivando de tal manera que el saber se proyecta, se encarna en un Dios que está separado de las cosas, encima; es decir, todavía se refuerza más la hipóstasis. Pero es que estas ideas son las que siguen actuando; es decir, nuestra cultura es esto, nuestra cultura y la de los Vedas, exactamente lo mismo, es decir, que no es solamente en nuestra cultura; muchas culturas tienen cosas muy parecidas.
26 ❦ 00:27:09
Entonces, ¿qué ocurre? ¿Cómo salir adelante de esta situación? Prescindiendo de muchas cosas, para hablar de lo que queda, yo creo que la tesis central que nosotros hemos mantenido es que el saber y el hacer no son dos cosas distintas, sencillamente, sino que es lo mismo, que es la misma cosa. Podrían tratarse, en gran medida, como conceptos conjugados, pero voy a prescindir aquí de esto. Basta decir, simplemente, que el saber y el hacer no son dos cosas, o dos procesos distintos, sino que el saber es un hacer siempre, y que el hacer es un saber siempre{7}.
27 ❦ 00:27:57
Esto cuando nos referimos a un hacer, o a un saber, propio de un sujeto operatorio, digamos humano, dotado de lenguaje, &c. Digo esto para distinguir este problema planteado en unos términos –diríamos– antropológicos de los términos puramente etológicos. Hoy día todo el mundo sabe que se reconoce a muchos animales, no ya solamente a los superiores, sino animales de todo tipo, si no razón, sí una estructura raciomorfa, como la llamó Brunswick. Basta simplemente examinar lo que hace un castor para ver que aquel, las operaciones que hace un castor para construir su casa que es, es sencillamente algo racional, totalmente racional; entonces el castor sabe hacer, sabe hacer su cabaña, y sabe poner el tronco por el agua y subir arriba al piso de arriba, &c. Sabe multitud de cosas, ¿cómo lo sabe? Esa es otra cuestión. Lo sabrá por; por instinto, no. Lo sabe por aprendizaje, desde luego. Igual que pasa con las termitas que saben hacer esas grandes torres, no lo saben porque tengan un saber innato, sino, según la teoría de la estigmergia, ese saber está fabricado en el propio proceso de construir y de arrastrar los granos; bueno, la teoría de la estigmergia.
28 ❦ 00:29:26
Es decir, no hay unos planos previos. Aquello que decía Marx, todavía, la abeja se diferencia del arquitecto en que la abeja no tiene planos antes de hacer el panal, mientras que el arquitecto hace primero unos planos. Esta teoría de que, en el cerebro, o en el código genético, hay unos planes ya establecidos, esta teoría es la que prácticamente –que estuvo muy en boga en el siglo XIX, y principios del XX– ha sido desplazada por la teoría de la estigmergia y otras parecidas. Es decir, no hay planes en el cerebro; no hay unos planes previos. Esos planes van resultando del propio proceso y lo determina en gran medida la propia disposición del terreno en el que se mueven.
29 ❦ 00:30:15
Y además, estas teorías no son meramente hipotéticas, sino que tienen ya un grado –yo creo– de resolución, que se demuestra por el hecho de que estudiando los mecanismos por los cuales una termita va acarreando granos y va disponiendo de una manera y otra, haciendo los programas de esto, y juntándolos; y haciendo un programa de ordenador te sale una termitera exactamente igual que la de ella. Es decir, que ahí hay una prueba, una simulación por ordenador, donde demuestra que esto no es una pura especulación, sino que esto realmente; funcionan así, sin necesidad de un programa previo global.
30 ❦ 00:30:58
Y aquí naturalmente se podría decir también que los animales, ciertos animales –los primates por supuesto, pero no hace falta llegar a los primates, los castores, por ejemplo, o las termitas– que hacen, naturalmente hacen cosas, y que saben hacerlas. Lo saben en el sentido etológico, es decir, que tienen unos patrones de conducta, que se adquieren o no se adquieren, y que son susceptibles de ser enseñados o de ser perdidos, o de ser –qué sé yo– degenerados. Cuando a una araña se le hacen, que construye su tela, que sabe hacer la tela, se le rompe la tela y vuelve a hacer la tela, y se le rompe y vuelve a hacer la tela. A un determinado número de veces empieza a hacer una especie de caricatura de tela, de dibujo de tela, y hace ya simplemente unos rasgos, es una tela degenerada; ha perdido ya el saber hacer, de tanto hacerlo. O de tanto obligarle a hacerlo sin necesidad.
31 ❦ 00:32:03
Entonces, la hipótesis de la que partimos es que el saber es un hacer. Y, además, el saber hacer supone, pues, muchas cosas. Principalmente, supone que el saber hacer, abundando en lo mismo, no es solamente algo individual, que es otra de las razones por las que se separa el saber del hacer. Porque el saber suele interpretarse como algo propio del individuo, del sujeto operatorio; el saber es algo que lo sabe alguien en su intimidad, en su propia individualidad, yo sé muchas cosas. El hacer parece que requiere algo que no sea privado, estrictamente privado, sino público. El hacer supone la incidencia en el mundo entorno suficiente como para que los otros lo puedan ver, si no ir y colaborar, y cooperar con otro.
32 ❦ 00:32:53
Es decir, el hacer supone, de algún modo, tiene una incidencia social, grupal. Grupal –digo grupal– porque hablar de social es muy amplio también, es demasiado amplio. Porque eso de la sociedad es otro concepto también lisológico: la sociedad. Hablamos de grupos, que nos entendemos más, son grupos distintos. Entonces, el saber, parece que muchas veces juega como si el saber fuera un proceso individual, que alguien tiene que adquirir y prepararse para luego empezar a hacer, a actuar fuera. Y el hacer sería sobre todo algo –un proceso– global.
33 ❦ 00:33:34
Naturalmente, como quiera que en el desarrollo de la cultura humana, y en general antropológica, y en general en todas, pero sobre todo en la humana, el individuo, como tal, el sujeto no existe, en absoluto, no existe –así, literalmente, es pura abstracción–, como el individuo forma parte siempre de un grupo, necesariamente, entre otras cosas porque sin grupo no podría hablar, no puede hablar, ni moverse, ni andar de modo bipedestado, &c. Como el individuo forma parte del grupo, necesariamente, y esto no es una teoría, esto es un hecho acreditado por todos los etólogos y antropólogos, &c., entonces resulta que el saber supone siempre un hacer. Un saber supone siempre la repetibilidad de ese saber, la posibilidad de volver a repetirlo, a variarlo. Es decir, ese saber tiene que estar institucionalizado, por decirlo de algún modo{8}. Tiene que estar institucionalizado, objetivado, para que pueda ser llamado un saber determinado. Y entonces, ese saber es un hacer, necesariamente, es un hacer.
34 ❦ 00:34:41
Es más, la idea de ciencia que manejamos ordinariamente{9}, y los cuatro sentidos que damos a la palabra ciencia. El primer sentido es la ciencia como saber hacer, precisamente, la ciencia es saber hacer. La ciencia es un saber hacer. Es la ciencia del zapatero, que sabe hacer zapatos; la ciencia del tejedor, que sabe hacer tejidos, &c.; es la ciencia de la honra, el médico de su honra, que tiene la ciencia de su honra, que consiste en asesinar al adúltero que se ha acostado con su mujer, rey, &c. Es decir, la ciencia de la honra.
35 ❦ 00:35:31
El músico que sabe tocar un instrumento, saber tocar un instrumento es saber hacer, no hay otra cosa. Es saber tocar el instrumento. Es más, los instrumentos musicales, pues han sido de los instrumentos que mayor han adelantado en el saber de muchas cosas. Es decir, que no solamente son los instrumentos prácticos –como podría ser el hacha de bronce, o la flecha, o el hacha de piedra de sílex, &c.– sino los instrumentos musicales han sido decisivos para el desarrollo de la ciencia y del saber, y de la sociedad. Probablemente, con el descubrimiento de la institución de la música, han sido las primeras veces donde el grupo ha aprendido unos sistemas de coordinación totalmente artificiales, por decirlo así, de coordinación, de ritmo, de medida del tiempo, de control de lo que se está haciendo, puesto que la música es, la música primero cantada en coro, y luego sobre todo con instrumentos, que es cuando realmente empieza la música en serio. Entonces, la música constituye un saber hacer que no es previo, porque ¿cómo se puede dar un saber musical antes de que exista la música? Es imposible. Claro, sabemos que de los atomistas griegos viene la idea de que los hombres aprendieron a cantar de los pájaros, y aprendieron a tejer de las arañas, pero eso son metáforas porque los pájaros no cantan musicalmente, y cuando cantan musicalmente es porque imitan a los hombres.
36 ❦ 00:37:15
Es decir, los pájaros imitan a los hombres. Precisamente yo tengo una experiencia familiar directa porque en Sevilla hay un cuervo, donde está una hija mía, hay un cuervo y tienen un silbido familiar. Pues este cuervo resulta que tiene la misma melodía que cantan en la familia. Pero esto es una cosa conocida por todos los tests que la he comprobado yo, el año pasado, allí en Sevilla; lo que había leído, pues es verdad, es decir, el cuervo ha aprendido el canto. Es decir, esto de que hemos aprendido el canto de los pájaros es un modo de decir, es al revés, realmente, como pasa con los loros, &c. Y además los loros, sobre todo, o los pájaros, aunque no imiten a los hombres, no hacen música, es otra cosa diferente; es una pura metáfora. Es decir, la música supone otras cosas, supone otro tipo de cosas totalmente racionales ya; una institución totalmente distinta.
37 ❦ 00:38:10
Entonces, la idea del saber hacer es un caso clarísimo –yo creo– en donde se ve que el saber y el hacer es lo mismo, en cuanto el saber hacer. ¿Qué pasa entonces con el saber puro? Pues que no existe, que no hay saber puro, sencillamente. Y que los problemas vienen cuando se hipostasía, cuando se segrega el saber puro, se supone –como un caso límite– que es saber, Y entonces, para decirlo rápidamente, que la diferencia entre el saber y el hacer no es una diferencia entre un proceso llamado saber, y otro hacer, sino que es una diferencia entre un tipo de saber y otro tipo de saber, un tipo de saber hacer y otro tipo de saber hacer.
38 ❦ 00:38:48
Por ejemplo, se diferenciará enseguida entre el saber hablar, o entre el saber planear. Por ejemplo, planear el asalto a un banco, los autores intelectuales, diríamos; planear el asalto a un banco se diferenciará esto, de los ejecutores de eso. Pero los que planean el asalto a un banco están haciendo un programa, exactamente igual que está haciendo el otro el asalto al banco, realmente. Es decir, son dos tipos de hacer y dos tipos de saber; y unos tienen que saber hacer una cosa, y la otra. Entonces, no es que haya una diferencia entre el saber y el hacer.
39 ❦ 00:39:24
Luego sí, para simplificar, en el derecho penal, pues se dice, autor intelectual. Él no hizo nada, simplemente lo pensó. Pero ¿qué es eso de pensar? Ya estamos otra vez con la escolástica. Él lo pensó en su mente. No, no, lo pensó, y lo planeó, y lo tuvo que presentar a los demás. Es decir, aquí estamos constantemente siendo víctimas del espiritualismo más primitivo. Hay un espíritu que piensa, el cogito ergo sum, famoso, y luego, pues, funciona. Lo que pasa es que se dice, hombre, sí, son separados pero luego están unidos, están conectados. Primero se hace el saber, luego el hacer, pero están conectados, están unidos. Claro, pues esto es lo que no ocurre, no es esto; serían lo mismo, exactamente igual.
40 ❦ 00:40:11
Y, entonces, el problema consiste no en explicar por qué dos cosas distintas se han unido, sino por qué lo que es lo mismo se han disociado, ese es el asunto. ¿Por qué se ha disociado el saber y el hacer, y por qué se ha ido disociando el saber y el hacer? Ese es el asunto. Y, si la filosofía es un saber, si no es un saber, si es un hacer, si no es un hacer, &c.
41 ❦ 00:40:36
Pues entonces, vamos a plantear ahora ya el problema central, para ir ya redondeando el asunto. Cuando hablamos del papel de la filosofía en el conjunto del saber, naturalmente, estamos diciendo, más o menos, que la filosofía en el conjunto de los demás saberes, entre ellos el saber hacer otras cosas, pues que naturalmente se nutre de ellas. Es decir, que la filosofía no es un tipo de conocimiento que se refiera a algo especial, separado del resto del mundo, por ejemplo Dios, o por ejemplo el alma, o la naturaleza humana, &c. Estamos diciendo que la filosofía se nutre de otros saberes previos. Por eso decimos que es un saber de segundo grado, pero esto en el sentido más fuerte de la expresión. En el sentido de que ella no tiene contenido propiamente, si no le es suministrado por otros saberes; esa es la idea del saber de segundo grado.
42 ❦ 00:41:42
Y, entonces, estos saberes, de los cuales la filosofía se nutre, entre otras cosas son saberes técnicos, saberes tecnológicos. Y si utilizamos la distinción que supongo que ustedes más o menos poseerán, la distinción que hacemos entre conceptos e ideas. Conceptos todo lo que tiene que ver con el saber artístico, técnico, científico; e ideas lo que desborda esos saberes técnicos, científicos, políticos, &c. Entonces, estas ideas resulta que se nutren enteramente de esos conceptos. Las ideas no brotan ni del cielo, ni bajan del cielo, ni vienen de la conciencia pura; las ideas vienen de los objetos reales, de las realidades que nos rodean, y concretamente de situaciones muy humildes.
43 ❦ 00:42:33
Muchas veces hemos puesto ejemplos de este tipo, que paso rápidamente a enumerar para apoyar las ideas que estoy exponiendo. Por ejemplo, empezando por las ideas clásicas, la idea de Dios. La idea de Dios, procede, claro, todo esto es totalmente discutible en cada caso, pero yo estoy hablando desde el materialismo filosófico, naturalmente. La idea de Dios, no procede de Dios mismo, la tesis del ontologismo, no procede de que nosotros vemos en Dios a todas las cosas, como decía Malebranche, &c., o Zubiri, Dios es tan luminoso que él mismo nos infunde la idea de Dios, el primum cognitum, lo primero que conocemos. La idea de Dios, suponemos nosotros, es una idea histórica, que aparece muy tardíamente, que es totalmente improbable que –vamos, imposible, diría yo–, que la hayan tenido el Miguelón de Atapuerca o el hombre de Neandertal, es imposible que tuviera la idea de Dios, como tampoco podía tener la idea de una matriz cuadrada, o rectangular, es imposible, ¿por qué? Porque la idea es una idea ya muy elaborada, muy depurada, y entonces la idea de Dios procede, no de Dios, no de arriba, ni de la conciencia, sino..., que es el caso cartesiano, la idea de Dios procede de la conciencia, en el cogito está Dios enseguida, y si no estuviera la idea de Dios en el cogito cartesiano aquello no funcionaba, sencillamente, decir que soy, cogito ergo existo; pues muy bien, lo que usted quiera. Cuando aquello empieza a funcionar es cuando resulta que en la conciencia está Dios. Y ahí viene Malebranche, claro, de ahí saca Malebranche su doctrina del ontologismo.
44 ❦ 00:44:22
Y entonces, la idea de Dios –en una palabra–, decimos, no procede de Dios, ni de la conciencia, sino que procede, según la teoría nuestra, de unos animales, de unos animales del Paleolítico, numinosos. Que fueron los primeros rudimentos, que no eran divinos todavía, no había dioses, los dioses fueron más tarde, precisamente cuando estos animales, la religión primaria, fueron liquidados y domesticados. Y entonces desapareció el concepto de numen, aquello se separó, precisamente, de los animales de carne y hueso. Se separaron los númenes y aparecieron las religiones secundarias, y luego la religión terciaria. Es decir, la religión terciaria, entonces, es la que aparece la idea de Dios{10}.
45 ❦ 00:45:05
Es más, nosotros hemos interpretado siempre, hace ya muchos años, la filosofía griega no como un resultado del afán de saber que tenían los griegos, que es una cosa realmente de lo más pintoresco que puede haber. Es decir, los griegos eran gente muy inquieta, muy desarrollada, para eso eran de raza aria, y entonces, pues, eran muy curiosos y dijeron, pues, vamos aquí a investigar sobre todas estas cosas. La filosofía apareció precisamente porque había ya otros saberes previos, concretamente la geometría –tantas veces hemos dicho esto y otras cosas–, y porque la propia geometría obligaba a confrontaciones de saberes que no tenían solución dentro de la geometría{11}. Ese es el problema.
46 ❦ 00:45:59
Yo insisto una vez más, porque al cabo de los años me he dado cuenta que estas tesis son muy importantes, que están muy recibidas por muchas gente, pero otra las ignora completamente y las malinterpreta. Lo que queremos decir es que si los filósofos griegos empezaron a hacer la filosofía que llamamos académica, la de Platón (no la universitaria), la filosofía de la Academia de Platón, entonces es porque los problemas, muy diversos, políticos, de todo tipo, pero geométricos principalmente, planteaban tales problemas que no se podían resolver en el campo de la geometría.
47 ❦ 00:46:34
Particularmente es bien conocido –yo veo fundamental– el problema de los irracionales, que aparecieron en los círculos pitagóricos, que Platón lo conoció perfectamente, y se dio cuenta de la importancia central, y por eso dijo Platón aquella frase que tantas veces hemos citado, de que el maestro que no enseñe a los discípulos lo que son los irracionales merece la pena de muerte. Claro, esto en un país tan poco dado a la violencia como nosotros, pues, no se escucha siquiera, pero en fin. Bueno, pero sin embargo lo dijo Platón, y además yo creo que con razón, yo creo que con razón. Es decir, por este motivo, un alumno de bachillerato y un hombre en general que no sabe lo que son los números irracionales está en la posición parecida a un chimpancé. Es decir, así como suena, a un chimpancé; así como suena, aunque luego se sepa un soneto de Shakespeare de memoria, como un chimpancé. Que no se da cuenta del alcance que tiene esto, y Platón dio este alcance a los números irracionales; se lo dio perfectamente.
48 ❦ 00:47:37
Y, entonces, ahí empezó la filosofía, realmente, la filosofía estricta, académica. Había otra filosofía mundana que, naturalmente, iba por otros lados. Por tanto, la filosofía no es la madre de las ciencias, no sería la madre de las ciencias, sino que sería al revés, la filosofía académica sería un producto del desarrollo de las técnicas y de las ciencias; sería al revés. Sería una necesidad que plantean entonces, y ahora más que nunca, todavía hoy mucho más que en tiempos de Platón, las ciencias y las técnicas siguen planteando problemas filosóficos, porque son problemas que ellas no pueden resolver, aunque ellas lo han planteado. Los problemas de la filosofía hoy son más abundantes, más profundos, de los que había en tiempos de Platón. La teoría de la relatividad plantea muchos más problemas filosóficos hoy que los que podía plantear el teorema de Pitágoras en la época de Platón, por ejemplo; mucha más abundancia de problemas filosóficos hoy día. Claro, con una continuidad de tradición extraordinaria.
49 ❦ 00:48:46
Entonces, según esto, la idea de Dios, como decimos, no procede de Dios, ni de la conciencia, sino que procede de los animales, de ciertos animales del Paleolítico, tigres de dientes de sable, elefantes, &c. Todos los que están, prácticamente, para el que no tenga contacto con estas cosas, todos los que están representados en el panteón del Egipto faraónico. Abren un libro o van al museo de El Cairo, y allí son todo serpientes, son todo toros, son todo cerdos, cocodrilos, &c. Aquella anécdota, permítanme que la recuerde ahora, una anécdota que transmite Celso, cuando va a visitar las pirámides, siglo segundo, y entonces dice, después de mucho gestionar y de mucho rogar, logré que me enseñasen el sancta sanctorum de un templo faraónico, y yo esperaba encontrar allí pues el secreto de los dioses –dice– lo que me encontré fueron perros y gatos, y cosas de ese tipo. Lo que había en el misterio era aquello, pues el buey Apis, &c., el becerro de oro de la Biblia, que probablemente era el buey Apis.
50 ❦ 00:50:06
Pero ocurre lo mismo con el mundo, la idea de mundo, de dónde la sacamos la idea de mundo. ¿La sacamos del mundo? Hombre, imposible. ¿Cómo vamos a sacar la idea de mundo del mundo, si el mundo no tiene realmente, no tiene forma de mundo? La idea de mundo.
51 ❦ 00:50:22
Es más, cuando por ejemplo –el otro día estábamos hablando de esto en la Fundación– cuando por ejemplo Minkowski define su espacio y define el universo, y dice, el universo es todo aquello que puede ser descrito con las coordenadas (x1, x2, x3, t). Muy bien, y esto es el universo, bueno, lo que usted diga. Esto será el universo de unos símbolos que usted ha descrito allí; el universo.
52 ❦ 00:50:46
¿De dónde viene el universo? Pues el universo, el mundo, viene de algo tan humilde, por decirlo así, bueno, humilde, como es el cofre de la novia. El cofre de la novia donde, en el cofre, que todavía hoy se llama mundo, el baúl, el baúl mundo, también se llama mundo. En el cofre se van depositando las alhajas, objetos muy diversos, tan diversos. ¿Y quién los mete en eso? Pues los mete el padre, ahí. El padre mete en el cofre de la novia, le mete la dote allí en el cofre aquel. Este cofre de la novia es un receptáculo que se va ampliando en paredes, va ampliándose, hasta el espacio absoluto de Newton, por ejemplo, y entonces, en este espacio, Dios padre mete los planetas y eso. El mundo es el cofre de la novia, entonces ese receptáculo vacío, ¿de dónde lo hemos sacado? No es una idea a priori, como decía Kant, alguna forma a priori de la sensibilidad; eso son las fantasías que hacía Kant. Una idea a priori, eso lo dirá usted, será a priori para usted. Vamos, es completamente gratuito, esta idea de Kant como otras muchas. Porque suponer que el espacio es una forma a priori de la sensibilidad, eso nada, es una cosa escolástica puramente de Kant, que era un escolástico de los pies a la cabeza, como tantas veces hemos subrayado{12}.
53 ❦ 00:51:59
Y entonces, la idea de mundo pues también tiene un origen muy técnico: el cofre. Y así sucesivamente. Yo que sé, la idea de progreso, el progreso. Excuso decir, el progreso. Es una de las ideas centrales hoy día, que define a los progresistas y a los conservadores. Los españoles estamos divididos en progresistas y conservadores. Unos son progresistas, por ejemplo los jueces, los profesores, son progresistas; y otros son conservadores. Y no sabemos bien lo que es progresista y conservador. Pero vamos, por ahí se utiliza la terminología. Entonces, usted es un progresista. Usted es un conservador. Bueno, otro ejemplo de palabra totalmente sin sentido, porque los parámetros cambian completamente. Pues el progreso, la idea de progreso, tampoco viene del progreso, claro. La idea de progreso viene, probablemente, de la escalera, de una escalera de mano que se sube y se baja, el progredior; subir hacia arriba y, subir y bajar, &c. Y, yo que sé, y así sucesivamente, hay multitud.
54 ❦ 00:53:00
La idea de evolución, otro ejemplo que ponemos muchas veces; la idea de evolución, una de las grandes ideas del siglo XIX-XX. La evolución, una idea que al parecer se atribuye a Spencer, después la tomó Darwin, y así sucesivamente: la evolución. Y hoy todo es evolución. ¿De dónde viene la palabra evolución? ¿De la observación de los animales? Hombre, pues no, porque resulta que los animales no evolucionan; lo que evolucionan son las especies. Los animales individuales crecen, o no crecen, pero la evolución no se ve. Para ver la evolución hay que ir a la Paleontología, a los fósiles, pero a simple vista no se ve la evolución. ¿Quién ha visto que un perro se transforme en chacal, verdad? ¿O que un primate se transforme en hombre? No lo ha visto absolutamente nadie. Entonces, ¿de dónde viene la idea de evolución? Pues viene de un acto tan humilde, o tan local, como es el rollo formado por un papiro, cuando el rollo se desenrolla. El desenrollo del rollo se llamaba evolutio, evolución. Entonces, evolutio poetarum, por ejemplo; la evolución de los poetas es que yo desenrollo los poetas para leerlos{13}.
55 ❦ 00:54:20
Y entonces, esta evolución es una metáfora que Wolff la aplicó después a los individuos, en todas las discusiones del siglo XVIII sobre el preformismo y demás. Entonces, el individuo, cuando se desarrolla –en relación con todo el pecado original y estas cosas– va desplegando todo lo que tiene preformado, que lo tenía escrito en sí, no se sabía dónde, porque todavía no se sabía el código genético, pero en algún lado lo tendría, y lo va desplegando, y esa es la evolución del individuo. Y luego, el salto mortal lo da Spencer, y luego Darwin, a las especies, lo que evoluciona son las especies, no los individuos. Y eso no hay quien lo entienda ya fácilmente, vamos, no se entiende. Aunque se da por supuesto que se entiende. ¿Por qué? Porque nos imaginamos las especies de Darwin como si fueran entidades, plasmas, que van evolucionando. Pero esas especies son conceptos puramente abstractos, que vienen de Linneo, como sabemos, y que solamente hasta Haeckel, cuando introduce la idea de phylum, empieza a cambiar la situación.
56 ❦ 00:55:19
Quiero decir, el concepto de especie sigue siendo tan difícil hoy en día, o mucho más, que en tiempos de Darwin. El propio Darwin no sabía muy bien lo que era una especie. En El origen de las especies no sabía muy bien de qué estaba hablando. La prueba es la cantidad de congresos que ha habido después de Darwin, y de libros, y de experiencias sobre el concepto de especie, que todavía está sin definir, previamente; no hay un consenso entre los biólogos sobre lo que es la especie.
57 ❦ 00:55:45
¿Dónde voy con todo esto? Pues voy a que, cuando hablamos del papel de la filosofía en el conjunto del saber, suponemos saberes previos, como estos que he dicho, y de ellos se va nutriendo la filosofía, entre otros de los saberes técnicos, como estos que he citado: un cofre, una flecha, una rueda. La rueda, que parece que tiene que ver mucho con el giro de los astros, Anaximandro introdujo el círculo en astronomía, &c.
58 ❦ 00:56:17
Es decir, la experiencia, aplicada al universo, y a Dios, a lo que sea, procede siempre, no de lo sensible. No de lo sensible, ni de las cosas sensibles, porque lo sensible no existe tampoco, lo sensible está siempre conceptualizado en los hombres. Y entonces, no de lo sensible, sino de instituciones que están ya controladas o dominadas en las prácticas ordinarias en el hacer ordinario, como pueda ser el fabricar un cepo, el fabricar una rueda, el fabricar un cofre, de estas experiencias, un cofre más o menos grande. Es decir, de este tipo de experiencias que no son sensibles. Lo que se llama sensible, en el sentido del empirismo inglés, no tiene nada que ver con esto. Naturalmente, colaboran los sentidos, pero sobre todo, colaboran los sentidos de un sujeto operatorio, que está operando, que está construyendo. Es la idea central, que está construyendo, o transformando unas cosas en otras.
59 ❦ 00:57:13
Y, entonces, ahora llegamos al punto central. ¿Y entonces, qué quiere decir el papel de la filosofía en el conjunto del hacer? Lo principal yo creo que es esto, que cuando la distinción entre saber y hacer.
60 ❦ 00:57:34
Bueno, es que no quiero meterme en este asunto, porque además son cosas muy conocidas. La conceptualización de estos términos, pues, por ejemplo, por Aristóteles, por Platón. Me estoy refiriendo concretamente a la distinción entre la praxis y la poiesis. La poiesis se traduce por creación, poesía, poema. Y la poiesis es una capacidad que tiene como condición propia interna la techné, la técnica es la poiesis, precisamente, la poética es la técnica. Cosa que, después, la evolución semántica se ha perdido, pero propiamente...
61 ❦ 00:58:19
Es más, todavía di hace cuatro o cinco años una conferencia en el Colegio de Arquitectos de Cádiz, y el director de aquel centro –el otro día me escribió, por eso me acuerdo ahora– estaba el hombre totalmente obcecado en que la arquitectura era un arte poética. Y yo decía que sí, totalmente, un arte poética, claro, totalmente, vamos, pero literalmente, es poiesis, es construcción. Claro, pero ahí está la cuestión, que la poiesis, que es la techné, que es la técnica, la traducción es la techné, que en latín se traduce por ars, el arte. La techné, la poiesis, tiene como correlato, en lugar de la poiesis, la praxis, que tiene como virtud –diríamos– la phrónesis, que se traduce en latín por la prudencia; o sea, arte y prudencia.
62 ❦ 00:59:23
O bien la distinción famosa entre, en latín, que es lo mismo que en la traducción en latín, entre el agere y el facere. En este punto es interesante subrayar que el hacer, cuando decimos aquí el hacer. El hacer es una palabra castellana, que, a mi juicio (yo lo he preguntado a unos filólogos, pero o no les interesaba o no me dieron noticia; claro, por eso, como no me han dicho tampoco que no), el hacer castellano ha sintetizado, ha fundido, el agere y el facere. Lo cual tiene, yo creo, un sentido muy interesante, porque la distinción entre el agere y el facere tiene un sentido social muy importante. Es decir, el agere es propio de las clases superiores aristocráticas. El facere es propio de los obreros, los que se manchan las manos, los mecánicos. Es decir, el aristócrata hace, facit, hace, ahí no se puede decir en latín, porque es, age, obra, actúa dando órdenes, dando leyes, dando normas, &c.; actúa, pero no se mancha las manos.
63 ❦ 01:00:39
Todos recordarán los libros de Farrington, cuando contrapone lo que es la mano, y la presencia de la mano, en las diversas actividades; cómo los médicos, naturalmente, la medicina, como ciencia real. Bueno, los arquitectos, vamos a hablar de los arquitectos. Alberti, por ejemplo. En el Ars arquitectonica dice que él es arquitecto, porque él es capaz de ordenar, mover grandes piedras, grandes masas, con la ayuda de la geometría. Naturalmente él no las mueve, el arquitecto no mueve las piezas; las mueven los trabajadores que las mueven con las manos. Y la dignidad de la arquitectura la cifra Alberti precisamente en esto, en que él no se mancha las manos con las piedras, sino que él ordena el edificio, y además si no lo ordenase, el edificio no se construiría. Es decir, aquí está de más todo tipo de populismo de decir, lo importante es el trabajo manual. Las cosas tipo Brecht, son tonterías de Brecht. No se manchaba las manos, pero es que aunque se las manchase no hubiera construido aquello.
64 ❦ 01:01:49
Es lo mismo que ocurre con una orquesta. Una orquesta es imposible que funcione si no hay un músico que la compone, que compone la partitura. Tú pones a cincuenta músicos, a doscientos músicos con todos sus instrumentos, y empiezan a tocar y aquello es imposible, no sale nada. Hace falta un compositor de partitura que escriba cosas que no suenan, porque no suena, porque la partitura no suena, es la música a los ojos, que dicen los alemanes, el Augenmusik, la música a los ojos. Y aquello que no suena es la condición imprescindible para que luego pueda sonar en la orquesta. Entonces, ¿qué pasa? ¿Que el músico no hace música? Claro que no, el músico lo que hace son partituras, no hace música; la música la hacen los intérpretes. Y, ¿no es un hacer el del compositor? Ahí vemos otra cuestión también del mismo tipo{14}. Bien, así sucesivamente.
65 ❦ 01:02:43
Pues entonces, la idea central es que cuando la poiesis, la poética, se traduce al latín por creatio, o por creación. Palabra que está hoy día totalmente difundida entre los artistas que son creadores, es decir, estos artistas intelectuales que tenemos en España, todos se llaman creadores. ¿Y cuándo crea usted? Pues yo creo por la mañana, de cinco a seis creo, luego. Eso es, constantemente lo oímos, yo soy un creador.
66 ❦ 01:03:14
Claro, esto tiene una importancia enorme en la cuestión que nos ocupa, porque un creador. La idea de creación es una idea cristiana, la creación es creatio ex nihilo et subiecti sui, es decir, creación de la nada de la causa material. El creador es el que no tiene causa material, esa es la creación. Y cuanto menos causa material, más eficiente hay. El problema de la creación, la dificultad de la idea de creación, no está en que no haya causa eficiente, sino que no hay causa material.
67 ❦ 01:03:48
Para poner el ejemplo famoso de la estatua de Aristóteles, las cuatro causas. El creador, la creación, no es simplemente el que un tronco, o un trozo de mármol, por sí mismo se convierta en estatua, por arte maravillosa, o por presión, o temperatura, de repente aquel bloque de mármol se convierte en una estatua. Eso, ¿llamaríamos creación? Lo llamaríamos una transformación de un mármol bruto en un mármol con una forma. La creación es que un escultor, con el cincel –la causa material instrumental– y pegando, no al bloque de mármol, sino al vacío absoluto, fuera sacando la estatua. Esa es la creación, ex nihilo de la causa material, no hay causa material.
68 ❦ 01:04:36
Entonces, claro, el creador, este individuo que dice que es creador, que generalmente además la creación suele atribuírsela el propio sujeto. Yo he visto a muchos escultores, cuando les hacen entrevistas, y te lo dicen directamente, alguno me lo ha dicho directamente: –Pues, yo soy creador. –¿Y por qué es usted creador? –Porque yo llevo la estatua en mí, la llevo en mi interior. –Pero ¿cómo va usted a llevar la estatua en su interior? ¿No se da usted cuenta que esto es absurdo? Bueno, y empieza a decir bobadas. –Yo llevo la estatua en mí y la he puesto fuera. –Hombre, no será la estatua, será otra cosa lo que usted tiene. Pero con esta filosofía tan burda. –Es que yo tengo mi filosofía del arte y de la escultura. Bien, ya se ve cuál es. Recuerdo aquello que decía Goethe a los escultores: escultor, trabaja y no hables. Cuando se pone a hablar un artista, lo echa todo a perder, vamos, es una cosa horrible, horrible, porque hay tal distancia entre su técnica y luego cómo lo explican ellos, que es una cosa que da pena. En cambio, al revés tú puedes explicar muy bien, o menos bien, esto, y en cambio no eres capaz de hacer una estatua, claro. Bueno, algo mejor que el otro haría las descripciones.
69 ❦ 01:05:58
Entonces, ¿qué diferencia esencial? Y llegamos ya al punto central del asunto. ¿Qué diferencia esencial entonces entre la poiesis, la poética y la creación? Pues que la poética, la técnica, por tanto la técnica, la técnica es esencialmente violenta y destructora. Es decir, que mientras que la creación, como sale la obra de la nada, pues excuso decir, sale íntegra, gratuitamente, gloriosamente, sale ahí de la nada, aporta a la realidad una nueva morfología, por arte maravillosa, aquello sale de la nada. En cambio, la poiesis, la técnica, el arte, como sale de una materia preexistente, tiene que someter a violencia, a veces enorme, a esa materia, para poder transformar la obra. Es decir, la técnica supone la violencia, totalmente, una violencia continua. Y esto es general, esto es general.
70 ❦ 01:07:05
Por ejemplo, las primeras manifestaciones técnicas es la caza cooperativa. La caza supone matar al animal, desollarlo, quemarlo, triturarlo, desgarrarlo, &c. Es decir, la caza y la técnica de la alimentación, que es una técnica, claro, es un arte la alimentación, el saber cortar al animal por sus junturas naturales, &c. Todo aquello supone una destrucción completa de la materia prima, una trituración completa; hacerle picadillo, cuando ya está más adelantada la técnica, hacer picadillo al animal para comernos el picadillo.
71 ❦ 01:07:43
Pero lo mismo pasa con todo. Para hacer un hacha de sílex hace falta destrozar la piedra. Y esta destrucción continua de la materia no es propia de la Antigüedad, sino que a medida que va avanzando la técnica, todavía la destrucción es mayor. Las grandes creaciones de nuestros días, como pueda ser la bomba de hidrógeno, la bomba atómica, suponen una destrucción total allí donde cae, con todas las consecuencias que los ecologistas subrayan, y así sucesivamente.
72 ❦ 01:08:16
Precisamente el otro día me dieron, bueno, me dio Gustavo, una información de una denuncia, que han hecho, un tal Sánchez, me parece que era. Un físico atómico que trabaja en el CERN, y que alerta a la comunidad –se dice– internacional. A la comunidad –excuso decir, vaya idea ideológica, la comunidad internacional– la alerta de que los experimentos que van haciendo en el CERN, pues se va a producir un agujero negro que peligra, pero de un modo inminente, la destrucción de la Tierra. Porque es tal cantidad de billones de voltios los que van a meter allí en aquel recinto, que allí se va a abrir un agujero negro. Es decir, allí la última tecnología está violentando y poniendo en peligro, pues todo, todo bicho viviente, la Tierra entera.
73 ❦ 01:09:05
Entonces, la idea de violencia es consustancial a la técnica. Claro, si se dice, hombre, la técnica la hace el diablo, claro, es el diablo; él hizo el acueducto de Córdoba, de Segovia, &c. El diablo hace violencia. Pero Dios, claro, la técnica es una continuación de la naturaleza. Esas cosas que se dicen. ¿Qué es el arte? Continuación de la creación divina. Claro, que supone Dios, creación, &c.
74 ❦ 01:09:37
Todo este conjunto de ideas están girando en torno al hacer. Entonces, ¿qué pasa con la filosofía en el conjunto del hacer? ¿Qué tipo de hacer es la filosofía? Ese es el problema que yo quería plantear fundamentalmente. ¿Cuál es el hacer de la filosofía? ¿En qué consiste el hacer de la filosofía?
75 ❦ 01:10:00
Cuando hablamos del saber, distinguimos, más o menos bien, el saber de primer grado y el saber de segundo grado. Y aquí, ¿podríamos hacer un hacer de primer grado y un hacer de segundo grado? ¿Qué sería un hacer de segundo grado? Si alguno lo sabe, yo no lo sé, no hay un hacer de segundo grado; eso sería un puro mimetismo del saber de segundo grado. Es decir, la filosofía no es un hacer de segundo grado, esa es la conclusión que yo saco. Entonces, si no es un hacer de segundo grado, ¿qué pasa, que no es un hacer? ¿Cómo se diferencia de los demás haceres? ¿Cómo se diferencia de los demás haceres que consisten, precisamente, y la filosofía además ha consistido siempre, en esto?
76 ❦ 01:10:49
En dos palabras, como no se ve –yo por lo menos no veo absolutamente–, no veo el camino para conectar la filosofía con el hacer, con un hacer especial, con un hacer que se nutra de ello, la única forma que a mí me parece que se puede utilizar para establecer la conexión entre la filosofía y el hacer, en el conjunto del hacer, es el deshacer. Es decir, el triturar, el demoler. La esencia de la filosofía como hacer sería el deshacer, el demoler. La filosofía sería esencialmente demoledora. Sería esencialmente –se dice– crítica, vamos, crítica en el sentido etimológico es cribar. Crítica en el sentido fuerte, habría que decir crítica como demolición –crítica, para entendernos–, para aprovechar la idea de crítica. Y entonces, este hacer filosófico consistiría ¿en qué? Pues en tratar de deshacer muchos de los saberes que van ligados a otros haceres.
77 ❦ 01:12:07
Y además esto ha sido, en cierto modo –yo creo– la tónica general de lo que llamamos la filosofía. Empezando –el primer poema, poema de poiesis–, el primer poema del que tenemos noticia en nuestra tradición griega es el de Parménides. Es el primer poema, como sabemos, vamos, está más o menos admitido. Entonces, el poema de Parménides, entre otras muchas cosas, puede exponerse así. El poema de Parménides consiste en destruir el mundo; el acosmismo, que llamó Hegel. Parménides lo que dice es que el mundo no existe; como antes habían dicho que los dioses no existen. Es decir, el mundo no existe. Esta es la idea central del poema de Parménides, frente a la idea de mundo en la cual viven los hombres, en la cual se manejan. Lo dice Parménides, que además no fue, como es bien sabido, no fue, pues qué sé yo, una especie de brahmán, que está ahí meditando en el Vedanta. Parménides fue un político metido en toda la vida de sociedad, que hizo las leyes de Elea, &c., y Meliso, su discípulo, fue un almirante.
78 ❦ 01:13:18
Es decir, lo realmente sorprendente es cómo hombres que están en el mundo han llegado a esta tesis del acosmismo, como tesis fundamental de la filosofía, diciendo, destruyendo realmente el mundo{15}. Y llegando a unas posiciones parecidas al nihilismo, lo que se llamó nihilismo. Es decir, el nihilismo, que fue una palabra que inventó Jacobi para designar al idealismo de Fichte, el nihilismo, pues tiene mucho que ver con el nihilismo de Parménides, el cosmos no existe; es una apariencia de los sentidos.
79 ❦ 01:13:48
Y, sucesivamente, así la historia de lo que llamamos filosofía está, en gran medida, hecha de estas piezas, de destrucción, se llama destrucción del mito, destrucción de... Lo que ocurre es que, seguramente, se presupone, o se da por presupuesto, que hay un saber de fondo, que está oculto y que la crítica filosófica, o la demolición filosófica, consiste en destruir las apariencias para que resulte la verdad, que está por ahí escondida; para que resulte una verdad escondida. Pero claro, esa verdad escondida es pura metafísica, ¿dónde está esa verdad? Esa verdad no existe, no preexiste, en absoluto. No existe, no preexiste.
80 ❦ 01:14:29
Y entonces, ¿qué es lo que puede ofrecer la filosofía? Pues, puede ofrecer varias cosas. Una de ellas –que es la habitual– es ofrecer un supuesto saber, de segundo grado, que coordina, sistematiza, sin destruir sino integrando todo lo que está dado. Forma allí una papilla más o menos armónica y la enseña a los ciudadanos para que puedan ser hombres de provecho, eso es. Y entonces, la filosofía, pues tiene una función parecida a la que tenía la enseñanza de la religión, o de la política, o de lo que fuera. Sencillamente, es enseñar a que los ciudadanos sepan, sean conscientes, obedezcan las leyes, &c. Funcionen bien, sean buenos funcionarios.
81 ❦ 01:15:25
Y entonces, claro, esta filosofía, pues, este es el modo de entender a la filosofía. Por esa razón se pone en el plan de estudios; la razón por la cual la filosofía se pone en el plan de estudios es esta. Por ejemplo –tantas veces lo hemos dicho–, si hoy día, todavía el cuerpo de profesores de filosofía está tan extendido en la enseñanza media, es porque en la época de Franco los profesores de filosofía estaban mimados, había tres horas semanales y no sé qué cosas de más; y porque estaban al servicio de la teología, una ancilla que les salió respondona, pero en fin, porque no podía ser ancilla. Pero, sin embargo, la razón de esa extensión no era la filosofía en sí misma sino porque ella ofrecía las verdades fundamentales, los preambula fidei. Había que demostrar que el alma era espiritual, que Dios existía, en fin, todas esas cosas; que la materia estaba creada por Dios, que tenía unas leyes que expresaban la sabiduría divina, &c. Entonces la filosofía no era más que una especie de preparación para la teología. Y esta es la razón por la que se extendía, y esta sigue siendo la razón por la cual la filosofía se enseña en el bachillerato y se considera como un deber social: porque sirve para que los ciudadanos sean buenos ciudadanos{16}.
82 ❦ 01:16:47
Ahora bien, si la filosofía tiene que ver con esto que estoy diciendo, con demoler, ¿qué es lo que enseña? Pues nada, realmente nada. No puede ofrecer nada, no puede ofrecer absolutamente nada. Puede ofrecer muchas cosas, pero que dependen enteramente de otras. Por ejemplo, que no tiene verdades propias que pueda obtener. La filosofía no es una ciencia que pueda obtener identidades sintéticas. La filosofía no tiene verdades propias, filosóficas, no puede, absolutamente nada. La filosofía es esencialmente polémica, tiene que enfrentarse a otras cosas; tiene que enfrentarse, para lo cual tiene que conocerlas, claro, tiene que conocerlas, lo más posible{17}. Y, entonces, tiene que enfrentarse por ejemplo a las propias ciencias; tiene que ser la crítica de las ciencias.
83 ❦ 01:17:37
Para decirlo en las tres ideas que hemos estado manejando, tiene que ser la crítica de Dios y de la religión. La crítica de la naturaleza, el mito de la naturaleza, y el mito de la humanidad, y el mito de la cultura{18}, y el mito de la libertad{19}, y el mito de la democracia{20}, y todos los mitos que quieran ustedes acumular ahí. Realmente, estamos envueltos en ideologías completamente erróneas que hay que demoler. Y, entonces, la filosofía no tiene verdades, no tiene un acervo de verdades que poder ofrecer. Yo, por encima de lo que dicen los científicos, los políticos, los sacerdotes, yo voy a ofrecer aquí unas verdades que son las que hay que estudiar. Que son las verdades de la metafísica.
84 ❦ 01:18:17
Eso podría valer en la época de Santo Tomás, o incluso en la época del Diamat, donde las verdades eran incólumes. Allí las verdades, en la época del Diamat, eran incólumes; las que están en los libros de Marta Harnecker, para decir un manual más popular. Allí era todo claro: la materia, la ley de la contradicción, &c. Aquello era, vamos, coser y cantar. Y de ahí salían directamente los planes quinquenales. Y así salieron, claro. Y de ahí salió la destrucción de la Unión Soviética. Es decir, que esto no se podía decir, yo por lo menos no me atreví a decirlo nunca antes de que cayera la Unión Soviética. Eso es un hecho esencial, sencillamente porque estás en el mundo, porque estás en la realidad, porque no estás hablando allí de ideas abstractas.
85 ❦ 01:19:07
Entonces, no estoy diciendo que, naturalmente, que la filosofía no pueda enseñar muchas cosas. Pero, por ejemplo, no puede ofrecer verdades. Ahora, puede ofrecer una idea de verdad científica, eso sí. Entonces, hemos procurado determinar una idea de verdad científica, que llamamos identidades sintéticas, pero esas verdades solamente tienen sentido cuando están enteramente sacadas y nutriéndose de las verdades geométricas, matemáticas, físicas, &c. Es decir, por sí mismo no tiene sentido ninguno. Es imposible explicar lo que es la idea de identidad sintética sin tener a la vista teoremas de Euclides, o de lo que fuera, es imposible. Es decir, la verdad no está fuera, al margen de éstas, no es algo sustantivo distinto de esto; está allí. Y entonces, ¿qué es lo que estamos enseñando? No es que estemos enseñando lo que dicen las ciencias, porque las ciencias no saben lo que dicen; estamos haciendo crítica de los científicos.
86 ❦ 01:20:06
Por ejemplo, para decirlo otra vez más, pero no me importa, aunque estamos en Asturias. Cuando los científicos tan eminentes como pueda ser el premio Nobel asturiano Ochoa. Cuando dice, este premio Nobel, como otros muchos, que todo es química, pues, está diciendo una majadería completa. Y entonces, ahí, el premio Nobel Ochoa es sencillamente un majadero cuando dice esto. Porque no sabe lo que dice, realmente no sabe lo que dice. Yo les cuento por enésima vez, una vez más, una anécdota que yo tuve con Ochoa, que es la siguiente, que la cuento muchas veces porque, además la utilizo como clave para determinar a un químico, sobre todo a los químicos. Yo le pregunté un día a Ochoa, –Don Severo, ¿todo es química? –Hombre, por favor, parece mentira que me pregunte usted esto; todo es química, claro. –Entonces, este libro, ¿este libro es química? –Hombre, por supuesto. –Y ¿cómo demuestra usted que es química? –Pues nada, se incinera, se analiza, y entonces se hacen las pruebas, pues, dos por ciento de fosfatos, tres por ciento de tal, –Bueno, muy bien, muy bien, muy bien, digo, ¿y entonces, por ejemplo, esta T y esta O que hay aquí, en este libro, están unidas por enlace iónico, o covalente? Entonces, aquel señor me miró como diciendo, este hombre está, está bobo. Y yo le miré diciendo este hombre es bobo. Y así quedamos empatados; ese es el diálogo posible, ya no había más diálogo posible.
87 ❦ 01:21:41
Entonces, claro, la crítica a la ciencia es fundamental. No a la ciencia, a las interpretaciones de la ciencia. Y así sucesivamente. De manera que entonces cabe hacer un sistema de ideas, tal como lo utilizamos, un sistema que es muy complejo, que es muy difícil de hacer, que no se puede repetir así por las buenas, en abstracto, porque no es un saber, no es un álgebra. Cuando tú coges un libro de álgebra, tú puedes entender aquello al margen de todo; te olvidas de todo y estudias el álgebra, y se acabó. En la filosofía es imposible, por completo, es totalmente imposible. Te dicen, pues, yo voy estudiar filosofía. A mí siempre me ha sorprendido mucho, es que yo quería estudiar filosofía. ¿Eso qué quiere decir? ¿Que quieres ir a una facultad, a unos libros donde te enseñen, te digan quién era Platón, Aristóteles, o Kant, o lo que fuera, no? Pues, es como si dices que quieres estudiar música y te van contando pues lo que es, lo que fue, pues yo qué sé, Triprandro, o Terpandro –yo qué sé–, o Boecio, o lo que fuera, o Mozart. Nada, eso, nada. Si quieres estudiar música tienes que ir con los instrumentos. Aquí pasa exactamente lo mismo, tienes que ir a la materia misma, por eso llamamos materialismo, tienes que ir a la propia materia.
88 ❦ 01:23:03
Entonces, hay un sistema –sin duda– de ideas; discutible pero lo hay. Ahora bien, para efectos prácticos, ¿qué ocurre entonces con la filosofía, en cuanto actividad orientada a la pedagogía, a la formación de los hombres, de los ciudadanos? ¿Qué ocurre con esto? Pues que depende de dónde tomes el concepto de hombre, a qué nivel lo tomas. Si tomas el concepto de hombre al nivel, por ejemplo, de un buen ciudadano, por ejemplo de la Atenas democrática, me refiero a la Atenas del siglo V, claro. Una democracia muy particular, como sabemos; era una democracia donde la ciudad de Atenas, los dos tercios eran esclavos. Y una ciudad donde se dio la filosofía, pero la democracia ateniense no hay que olvidar que asesinó a Sócrates, desterró a Aristóteles, a Protágoras, a Anaxágoras, a Diágoras, &c., en fin. El delito de asebeia era lo común, en los filósofos griegos, porque precisamente los filósofos griegos lo que hacían era destruir las religiones primarias y secundarias.
89 ❦ 01:24:20
Y, a mi juicio, el significado histórico de la filosofía griega no fue que hubieran descubierto el saber del ser, como decía Zubiri, que descubrió el ser. Pero eso del ser, ¿qué es? El ser, un ser que es redondo, infinito, &c. La filosofía griega, lo que empezó fue a arremeter, a destruir, precisamente, las religiones antropomórficas y zoomórficas, primarias y secundarias, Jenófanes, &c. Y a crear una idea de ser, nueva, que era la idea de Dios, de Aristóteles, que es el que inventó la idea de Dios, realmente. Con precedentes, sin duda, Anaxágoras, Parménides. Pero el que creó la idea de Dios fue Aristóteles.
90 ❦ 01:25:01
Y entonces, la filosofía, ¿qué es lo que puede ofrecer entonces, tal como la he expuesto yo? Pues, para decir, para hablar del pueblo, en general, pues al pueblo nada; para decir al pueblo, nada, más que una papilla, que le pueda servir para... No le puede ofrecer absolutamente nada. Está en competencia total con lo que pueda ofrecer un partido político o una religión. O la ciencia, donde ahí les puede proponer el oro y el moro. El oro y el moro; un científico te propondrá que dentro de cincuenta años la agricultura habrá adelantado de tal manera que todos los hombres podremos comer sin trabajar, habrá adelantado de tal manera la tecnología que no hace falta movernos. Es decir, todo, será el paraíso, completamente, en el que piensan tantos, y tantas utopías políticas. Será el paraíso, porque es cuestión de la técnica, organizada la sociedad y la técnica, llegará un momento donde todos seremos ya felices, suficientes, &c. No habrá problemas. Claro, el pueblo que oye esto dice, esto es lo mío, a este le sigo yo. Y cuando el político le dice lo contrario, dice, a este le sigo yo, como antes seguían, o siguen siguiendo, como siguen siguiendo, pues qué sé yo, al Cachorro en Sevilla, y a la Virgen de las Angustias, todos los sindicatos obreros de UGT, del PSOE, &c., y todos los militantes del Partido Popular y del Partido Socialista siguen allí, porque, naturalmente, eso les dice mucho.
91 ❦ 01:26:46
Frente a estas prácticas y teorías de saberes religiosos, ¿qué puede ofrecer la filosofía? Nada. No puede competir. Es decir, la filosofía no puede competir; además no tiene energía, fuerza para inventar nada, porque la fuerza viene de la técnica, y de la realidad, y del arte. Es decir, lo que se produce en el mundo, nuevo no es la filosofía que tiene que producirlo. Es un error pensar que la filosofía determinará el gran desarrollo de las ciencias, o al revés. El desarrollo viene de la propia realidad expresada en todas las categorías imaginables. Ahí está la pujanza del desarrollo cuando la hay. Entonces, la filosofía ¿cuál es su papel, según esto? Pues, es sobre todo frenar, frenar las ideologías. Y aquí la filosofía, como poiesis, es cuando toma contacto con la phrónesis, con la prudencia. Aquí es la prudencia, yo creo, principalmente, lo que tiene que primar, puesto que por supuesto la filosofía tiene que saber que tiene carne mortal como cualquiera, y depende como cualquiera, y por tanto que tiene que hacer lo posible para que por lo menos podamos seguir mirando.
92 ❦ 01:28:05
Y entonces, se trata de que la filosofía, según esto, ya sé que esto no va a gustar a muchos, pero es la deducción obligada de lo que digo. La filosofía estricta es cosa de élites, de grupos pequeños, y lo ha sido siempre además, lo ha sido siempre. Lo demás es pura ideología. Hay cosas que el pueblo, no es que no se pueda entender, es que no le interesa, sencillamente que no le interesa, pero ni ahora ni nunca, no le interesa nada. Porque lo que le interesa es el hacer, el hacer práctico inmediato. Lo que le interesa es el hacer el viaje, ensayar una nueva bebida, probar un ordenador, tocar un instrumento, visitar una exposición, &c. Hacer cosas, eso es lo que hace falta, el hacer, es lo que hacen los políticos realmente, es el hacer, hacer cosas, y cada vez más. A medida que van aumentando las tecnologías es hacer cosas.
93 ❦ 01:29:04
Naturalmente, este hacer segrega multitud de ideologías que son completamente contradictorias, y ahí es donde creo que está la labor de la filosofía, para moderar en lo posible. No para extirparlos porque sería catastrófico, por otra parte; sería totalmente catastrófico. Si el pueblo estuviese ilustrado, como decía Volney, si el pueblo estuviese realmente ilustrado, no ilustrado porque sepa una serie de nombres de un diccionario o de lo que fuera, si el pueblo fuera filósofo realmente, pues, no sé lo que ocurriría. Por de pronto, es muy posible que se desatendieran las obligaciones técnicas de la agricultura, de la industria, y del comercio. Claro, porque quién se iba a dedicar a esto; para eso está la técnica.
94 ❦ 01:29:51
Entonces, yo creo que, que además lo que estoy diciendo me parece que es lo que todo el mundo sabe, pero no se atreve a decirlo en público. Todo el mundo sabe que la distinción entre la doctrina exotérica, con equis, y la esotérica, eso fue una práctica común, pero no ya propiamente porque hubiera secretismo, no, es que el secreto está en la realidad. Es que, sencillamente, hablar –como estamos hablando aquí ahora– ante un público en general, es que se marchan. Realmente se marchan, no les interesa nada, pero es que se marchan inmediatamente.
95 ❦ 01:30:29
Esto lo tengo completamente... Yo les voy a contar una anécdota y termino ya. Para que vean que esto que digo no es inventado, sino que es experiencia de muchos años. Hace muchos años, en la Transición, me tocó estar en Canarias. Y, no sé por qué circunstancia, di una conferencia donde hubo mucha gente, y a la hora vinieron otros estudiantes, total, que yo me encontré dando mítines. No eran mítines, eran –yo no sé ni lo que eran–, eran disertaciones filosóficas, pero la gente las interpretaba en clave política, creo yo. Total, que llegué a tener hasta dos mil individuos en el auditorio, bueno, era una cosa tremenda, y yo, totalmente, me empecé a escamar, digo aquí pasa algo. Porque además no había razón, para, no había ninguna razón. Y, entonces, pues, ¿qué pasó? Sí, pues que me acordé de aquello que decía Antifón, cuando le aplaudían decía, ¿qué tontería acabo de decir? Entonces, pues, le dije a los organizadores, bueno, yo quería exponer una conferencia, un trabajo que tengo yo, totalmente académico. Yo había advertido que en el tratado sobre la renta de la tierra, de Ricardo, y el tratado este de las máquinas de vapor de Carnot, que había las mismas fórmulas. Claro, resulta que el tratado de la renta de la tierra de Ricardo era diecisiete años antes del de Carnot, que es el origen de la Termodinámica{21}. Entonces, el trabajo consistía en comparar estas cosas, y ver cómo una ciencia humana entonces estaba un poco antecediendo a las ciencias físicas. Bueno, pues entonces, no, no, de acuerdo, estupendo, estupendo, nada. Además, le dije, esto tiene mucha importancia con Marx. Eso fue la llave, Marx, eso fue la llave. Entonces, inmediatamente convocaron, anunciaron la conferencia, era a las diez de la mañana de un determinado día, allí en el paraninfo, y estaba todo lleno, los pasillos, era una cosa. Me bajaron una pizarra. Había verdadera expectación, no podía haber mayor, ¿eh? Yo empecé a escribir las fórmulas y empecé a ver cómo la gente desfilaba, desfiló todo el mundo y se me quedó la primera fila escasa. Entonces, ya me di cuenta en qué consistía el interés de días anteriores. Pues un poco estas experiencias que yo generalizo ahora, y en fin, nada más, y que ustedes saben como..., lo dicho, adiós.
96 ❦ 01:33:20
Turno de preguntas
Pablo Huerga
Abrimos el turno de preguntas, por si alguien quiere preguntar alguna cosa.
Público 1
Bueno, yo más que preguntar, era simplemente una sugerencia que me parecía inevitable, en la asociación que realiza entre filosofía y destrucción, el famoso aserto de Nietzsche de filosofía a martillazos, si le parece que tiene.
Gustavo Bueno
Bueno, pero martillazos también puede ser de moldeado, moldear un metal para darle forma. Es decir, que darle martillazos no quiere decir destrucción. Salvo que se suponga que estás martilleando un cristal, claro.
Público 1
Bueno, en principio Nietzsche planteaba lo de la, creo, lo de la filosofía a martillazos, como un enfrentamiento contra el excesivo idealismo filosófico.
97 ❦ 01:34:06
Gustavo Bueno
Sí bueno, sí bien, ya, no hombre, pero no tiene más alcance, no tiene más. Sí, de acuerdo. Hombre, sí, se puede utilizar, claro, martillazos. Pero la destrucción puede ser muy fina; es más tiene que ser muy fina, sin martillazo ninguno. La destrucción de una ideología puede ser finísima, suponer muchas páginas silenciosas. Tanto es así que no se entera más que el que las lea profundamente. Y entonces no tiene efecto más que en el grupo pequeñísimo que lo lea, que es lo que pasa. Naturalmente, estos principios, pues, son difíciles de coordinar con la democracia, en el sentido de la democracia metafísica de que todo el pueblo tiene conocimiento perfecto, que todos somos filósofos; sí, todos lo somos, pero a distintos niveles. Todos somos filósofos, todos, yo soy el primero que admito eso; todos somos filósofos, pero unos de un modo y otros de otro. O sea, que todos lo somos pero eso no quiere decir nada. Porque de ahí se ha inferido que, como todos somos filósofos, cualquiera puede decir lo que le da la gana. Porque yo opino, porque mi opinión, y es que yo tengo tanta opinión como usted. Esto lo oímos constantemente. No, no, por supuesto, por supuesto, usted va a votar exactamente igual que yo. Porque los votos no se pesan, se cuentan. Y por tanto no tiene nada que ver la argumentación. De acuerdo, pero sin embargo todos sabemos. Y no hay voto de calidad, todos tenemos lo mismo. De acuerdo, todo lo que usted quiera, de acuerdo. Pero a pesar de esto, pues sí hay diferencia. Por ejemplo, usted no sabe lo que dice; y yo sé más de lo que quiere decir, en esta cosa. Y esto, claro, esto no se puede decir porque va en contra del principio, de la regla de que todos somos iguales. Somos iguales pero la igualdad es simétrica, transitiva y reflexiva, &c. Iguales, ¿con respecto a qué?
98 ❦ 01:36:05
Pablo Huerga
Entonces, en relación con esto que acaba de comentar al final, ¿dónde queda todo ese afán de la propia historia de la filosofía por construir y por ponerse delante del carro, ya desde Platón: el filósofo rey. Siempre buscando el afán de Marx de la filosofía tiene que transformar el mundo, no puede dejar de, no puede dedicarse sólo a interpretar. Es decir, el afán mismo que se encuentra en sus propios planteamientos, en los suyos digo, en relación con el tema de España, y todos los problemas políticos que se plantean constantemente.
99 ❦ 01:36:37
Gustavo Bueno
Muy bien, muy bien. Me ha atacado temas centrales. Pues, bueno, lo de la cita que ha hecho de que la filosofía tiene que transformar, y no solamente, esto. Yo creo que la filosofía no puede transformar nada como tal filosofía. La transformación tiene que ser por otras vías: por vía económica, política, militar, &c. Entonces, ¿cómo vas a transformar con los métodos de la filosofía? Tienes que utilizar otros métodos. Entonces, lo principal que creo que no me queda dicho es, entonces, la relación que... Es decir, que el hecho de que Platón haya querido transformar al mundo, suponiendo que lo quisiese transformar, o sí lo quiere transformar, claro, por supuesto. La distinción es bien clara, lo quiere transformar, en cuanto ateniense, no en cuanto filósofo, por ejemplo. De la misma razón que el que tiene sed, bebe agua, pues la bebe en cuanto un animal que tiene sed, no en cuanto filósofo; sencillamente la bebe. Es decir, que, porque aquí estamos otra vez sustancializando la filosofía, como si fuera el filósofo, eso es una fantasía, completamente. El filósofo es un grupo, un individuo, como otro cualquiera.
100 ❦ 01:37:58
Y entonces, el hecho de que Platón, o Marx, tenga, Marx, que tiene los intereses que tuvo, es, pues en cuanto, hombre, si no militante, sí implicado enteramente en movimientos, sindicales, políticos, &c., que le empujaban a hacer aquello. La situación del proletariado, &c.; situaciones, claro, reales. Sobre éstas, esto es lo que alimentaba su filosofía. Cuando se dice, no, es que los movimientos estos son propios de la filosofía de la Ilustración. Excuso decir, la filosofía de la Ilustración; la filosofía de la Ilustración iba completamente a rastras de lo que estaba ocurriendo. Es decir, lo que hizo Voltaire fue divulgar lo que hacían Newton y demás en Inglaterra, y así sucesivamente. Y entonces, hacían ideología de otras formas. El mito de la Ilustración, o la Ilustración quiso transformar el mundo.
101 ❦ 01:38:52
Todavía se sigue hablando de la Ilustración; todavía en Madrid han hecho una Avenida de la Ilustración. Y la Universidad Carlos III, y Carlos III con la Ilustración. Claro, todo esto es pura fantasía, como si la crítica de la Ilustración no hubiera sido hecha por Marx, en primer lugar, y luego por la Escuela de Frankfurt. Y bueno, y por otros muchos, claro. La Ilustración es una ideología completa en donde los individuos que hacían aquello no sabían realmente ni lo que decían. Rousseau, la Ilustración de Rousseau. Estos días he estado otra vez releyendo El contrato social, aquello es una cosa que produce verdadero terror. Terror de las banalidades y estupideces que dice, contradicciones continuas; eso no hay quien se sostenga por ningún lado. Y sin embargo tuvo mucho éxito, claro. El Emilio, la religión del corazón: no queremos libros escritos, lo que dice el corazón. Pero en el corazón no hay escrito nada, señor mío. Y, sin embargo, a la gente..., no, es mi corazón, lo que me dice mi corazón. Eso constantemente lo oímos. Pero si el corazón no te dice nada. Tú le dices esto y no le convences, no tiene fuerza de convicción ninguna.
102 ❦ 01:40:00
Si yo defiendo a España, por ejemplo, no es en cuanto filósofo; dice, en virtud de silogismos, deduzco a España. Pues no, yo parto de España, y entonces, parto de España, me considero español, y entonces creo, del mismo modo que quiero beber agua, pues creo que debe conducirse el problema de España, para mí, para mi grupo, para mis hijos, &c., de un modo u otro. Y entonces, aportaré las ideas filosóficas correspondientes, sobre todo defensivas. Sobre todo para los que te digan ideológicamente, no, es que la idea de España es una idea reaccionaria, conservadora, es una idea franquista, es no sé qué. Cuando empiezan esa ideología entonces empiezas a contraatacar. Pero contraatacas no porque estés deduciendo aquello de las ideas, sino porque estás contraatacando. Y estás viendo la miseria de aquella gentuza, que no sabe lo que dice y te está contraatacando, filosóficamente al parecer. Es decir, es un juego dialéctico entre las diferentes ideologías, claro{22}.
103 ❦ 01:40:57
Juego dialéctico que generalmente no puede dar tres o cuatro pasos porque es imposible por falta de, por ignorancia completa, por ignorancia, ignorancia supina, total. Te tergiversan lo que dices, no leen lo que dices, no lo leen. Vamos yo tengo experiencias de eso abundantísimas que no quiero hablar, no quiero personalizar, pero las tengo, y además archivadas. Críticas feroces a libros míos, llamándome fascista, facha, lo que sea, de gente que no los ha leído. Que no los ha leído, me consta completamente, ha leído la solapa y se ha enterado de algo. Y sin embargo tienen la audacia de decir, hay que ver, ya le he insultado suficientemente; ya está destruido. Claro, no está destruido, no hay nada. Muy bien, pues nada.
104 ❦ 01:41:44
Pablo Huerga
Muchas gracias, Gustavo. Si no tenéis más preguntas. Cerramos el acto y estos encuentros de filosofía, que esperemos que se repitan en años sucesivos, para bien de la enseñanza de la filosofía, sin hacer papillas.
105 ❦ 01:42:00
Gustavo Bueno
Bueno, yo tengo que decir también, para después de esto, que yo creo, sin embargo, que las tareas que tiene la filosofía son enormes, nada de ligeras. Es decir, que a pesar de esta restricción, por así decirlo, eso no limita ni un milímetro, ni una micra, las tareas que tiene el profesor de filosofía. Las tiene abundantísimas, todo lo que quiera; y mucho más tiene que de la otra manera. De la otra manera, le da unos apuntes que pueden decir en un curso acelerado; en un curso acelerado se dice todo el saber, en una semana, así como suena. Y esto, no, esto no es una semana, esto es una tarea de trituración. Y al mismo tiempo de clarificación, de entendimiento, de delimitación de posiciones, que es enorme, claro. Y sin duda esta delimitación puede abrir horizontes nuevos para ir por un lado y no por otro. Porque lo principal entonces de la filosofía son las alianzas. Sabiendo que la filosofía demoledora –diríamos– necesita aliados, entre otras cosas porque ella sola, por sí misma, no tiene fuerza motora, ninguna. Necesita aliados, entonces, tiene que elegir las alianzas. Y las alianzas son muy distintas según las circunstancias, las personas, en fin, mil cosas más. Muy bien, pues nada, buenas tardes y hasta siempre.
Final ❦ 01:43:26
——
{1} Gustavo Bueno, El papel de la filosofía en el conjunto del saber, Editorial Ciencia Nueva, Madrid 1970.
{2} Gustavo Bueno, “Entorno a la distinción lisológico/morfológico”, El Catoblepas, números 63, 64 y 65 (mayo-julio 2007).
{3} Gustavo Bueno, ¿Qué es la filosofía?. El lugar de la filosofía en la educación. El papel de la filosofía en el conjunto del saber constituido por el saber político, el saber científico y el saber religioso de nuestra época. Pentalfa, Oviedo 1995, 1999.
{4} “El papel de la filosofía en el Bachillerato”. Conferencia de Gustavo Bueno en la última clase de Tomás García López, al jubilarse como catedrático del Instituto de Enseñanza Secundaria Doctor Fleming, Oviedo 15 de mayo de 2012.
{5} Vid. Gustavo Bueno: “Educación para la ciudadanía democrática” (El Catoblepas, núm. 62, abril 2007). “Profesores «cómplices» publican, cara al nuevo curso, manuales de Educación para la Ciudadanía” (El Catoblepas, núm. 66, agosto 2007). “Educación para la Ciudadanía, una crítica desde la izquierda” (El Catoblepas, núm. 85, marzo 2009).
{6} Gustavo Bueno, Teoría & Praxis, Veinte cuestiones cara al XII Congreso de Filósofos Jóvenes, marzo 1975. Servicio de Publicaciones, Universidad de Oviedo.
{7} Gustavo Bueno, “Conceptos conjugados”, El Basilisco, primera época, núm. 1, marzo-abril 1978. Tesela núm. 23 (marzo 2010).
{8} Vid. Gustavo Bueno, “Ensayo de una teoría antropológica de las instituciones”, El Basilisco, núm. 37, 2005.
{9} Gustavo Bueno, Teoría del cierre categorial, Pentalfa Ediciones, Oviedo 1992-1993, 5 vols. ¿Qué es la ciencia? La respuesta de la teoría del cierre categorial. Ciencia y Filosofía, Pentalfa Ediciones, Oviedo 1995.
{10} Gustavo Bueno, El animal divino. Ensayo de una filosofía materialista de la religión. Segunda edición, corregida y aumentada con catorce escolios, Pentalfa, Oviedo 1996.
{11} Gustavo Bueno, La metafísica presocrática, Pentalfa, Oviedo 1974.
{12} Gustavo Bueno, “Confrontación de doce tesis características del sistema del Idealismo trascendental con las correspondientes tesis del Materialismo filosófico”, El Basilisco, núm. 35, 2004.
{13} Gustavo Bueno, “Los límites de la evolución en el ámbito de la Scala Naturae”. Conferencia de clausura del Congreso Internacional sobre Evolucionismo y Racionalismo, Universidad de Zaragoza, 8-10 de septiembre de 1997.
{14} Gustavo Bueno, Curso de filosofía de la música, Conservatorio Superior de Música de Oviedo, 2007.
{15} Vid. Gustavo Bueno, La metafísica presocrática, Pentalfa, Oviedo 1974.
{16} Vid. Gustavo Bueno, “El lugar de la filosofía en la educación”, en: ¿Qué es la filosofía?, Pentalfa, Oviedo, págs. 15-92.
{17} Vid. Gustavo Bueno, “Filosofía crítica”, Tesela 127 (enero 2016).
{18} Gustavo Bueno, El mito de la cultura. Ensayo de una filosofía materialista de la cultura (1996), Pentalfa, Oviedo 2016.
{19} Vid. Gustavo Bueno, “La libertad”, en El sentido de la vida. Seis lecturas de filosofía moral, Pentalfa, Oviedo 1997, págs. 237-336.
{20} Gustavo Bueno, Panfleto contra la democracia realmente existente (más un artículo y siete Rasguños sobre la democracia), Obras Completas 2, Pentalfa, Oviedo 2020.
{21} David Ricardo, Principios de economía política y tributación (1817). Trad. española, FCE 1959.
{22} Vid. Gustavo Bueno, “España”, Conferencia pronunciada en Oviedo, el 14 de abril de 1998, en la reunión Hispanismo (Club de Prensa Asturiana). España frente a Europa (1999), Obras Completas 1, Pentalfa, Oviedo 2019. España no es un mito. Claves para una defensa razonada, Temas de Hoy, Madrid 2005.
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Algunos enlaces relacionados
Gustavo Bueno, El papel de la filosofía en el conjunto del saber [Editorial Ciencia Nueva, Madrid 1970]
Gustavo Bueno, Tomás García López, Marcelino Suárez Ardura y Sharon Calderón hablan de El papel de la filosofía en el conjunto del saber en el programa Teatro crítico [26 de marzo de 2008]
Gustavo Bueno, Pablo Huerga Melcón, Silverio Sánchez Corredera y Sharon Calderón hablan de Filosofía, hacer y deshacer en el programa Teatro crítico [16 de abril de 2008]