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La Nueva España
Oviedo, sábado, 11 de febrero de 2006
Gijón

Bueno: «Los islamistas son insolubles
en el agua bendita del cristianismo»

El filósofo advierte de que 400 millones de personas forman parte de la yihad

A la izquierda, Gustavo de Arístegui, junto a Gustavo Bueno Gijón, David Orihuela

Gustavo Bueno ejerció ayer de presentador del portavoz de Exteriores del Grupo Parlamentario Popular y diputado por Ciudad Real, Gustavo de Arístegui, que ayer presentó en el Ateneo Jovellanos de Gijón su libro La yihad en España.

El local de la asociación cultural gijonesa estaba completamente abarrotado de público media hora antes de que se iniciase el acto, síndrome de las pasiones que levantan estos temas y estos conferenciantes.

El filósofo presentó el libro del diputado popular como «una guía para entender qué es lo que mueve al islamismo radical a atacar España» y como «una alarma de la amenaza del yihadismo que muchos no han percibido todavía». Gustavo Bueno se fue animando poco a poco hasta criticar lo que él denominó, mirando a la primera fila en la que estaba la senadora y presidenta del PP local, Pilar Fernández Pardo, «el pensamiento Alicia (en el país de las maravillas) o, para qué nos vamos a engañar, el pensamiento Zapatero». Ese pensamiento lleva a intentar comprender el terrorismo de corte islamista porque algunos de esos pueblos están sometidos. «Si esos pueblos alcanzan el estado del bienestar la radicalización seguirá igual», afirmó Bueno para encadenar que «la integración y la alianza de civilizaciones son conceptos vacíos», y concluir asegurando: «Los islamistas son insolubles en el agua bendita del cristianismo».

El filósofo explicó que el 30% de los musulmanes están implicados, de uno y otro modo, en la yihad, lo que supone una cifra que puede alcanzar los 400 millones de personas, «y si no es el Islam entero me da igual, porque son muchos y además éstos son los verdaderos musulmanes». Aún así Bueno calmó a los asistentes asegurando que «esto no quiere decir que hoy hay que temer una catástrofe apocalíptica».

Tanto el filósofo como el diputado, diplomático y escritor, advirtieron del empeño de los islamistas en reconquistar todos los territorios que en algún momento de la historia estuvieron bajo su poder, pero ése no es el fin de la yihad sino que a partir de esos territorios reconquistados se iniciaría la conquista hasta restablecer el Califato.

«La yihad no tiene más límite que el que pongamos los impíos, porque un buen musulmán no pone límite en su lucha», dijo Bueno, que añadió que «no hay ninguna razón para que a partir de los principios del Islam ellos se pongan límites, porque su misión es ecuménica y universal».

Tanto Bueno como Arístegui están convencidos del empeño del islamismo en llevar a cabo su yihad menor, que es la guerra contra los impíos. Los islamistas ya han declarado Europa campo de batalla en su lucha contra los infieles. Arístegui lo había anunciado nada más comenzar su charla, «la conferencia no será divertida», y el público asistente se sorprendió por los datos aportados por los dos participantes en la última de un ciclo de conferencias que durante toda la semana se ha celebrado en el Ateneo. El salón, con capacidad para 140 personas, acogió a casi 200 centenares de asistentes, entre los que había un buen número de simpatizantes del PP.

 


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