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La presentación de
España no es un mito.
Claves para una defensa razonada

en la prensa escrita

El viernes 4 de noviembre de 2005,
a las 12 de la mañana, en la sede de la editorial
Temas de Hoy (Paseo de Recoletos 4, Madrid),
se celebró la ceremonia de presentación ante la prensa del libro España no es un mito. Claves para una defensa razonada, del filósofo Gustavo Bueno,
con una rueda de prensa en presencia del autor.
Ofrecemos una muestra de la repercusión que en la prensa escrita tuvo este acto, que marcó el inicio de la difusión del libro.

Gustavo Bueno / España no es un mito
 

La Nueva España
Oviedo, sábado 5 de noviembre de 2005
Sociedad y Cultura
página 52

Gustavo Bueno, en Madrid:
«España está amenazada, pero no en peligro»

El filósofo asturiano presentó su nuevo libro, «España no es un mito»,
en el que aborda los principales interrogantes abiertos sobre la nación

Gustavo Bueno, ayer, en Madrid, con ejemplares de su último libro Madrid, Módem Press
«España está hoy amenazada, pero no está en peligro». Así concluía el filósofo asturiano Gustavo Bueno el acto de presentación celebrado ayer en Madrid de su último libro, «España no es un mito. Claves para una defensa razonada».

A pesar de considerar que, a corto plazo, la unidad de la nación española no corre peligro real -«entre otras cosas, porque no interesa a los nacionalistas»-, el filósofo afincado en Oviedo no es tan contundente para asegurar que esta situación se mantendrá a largo plazo. La amenaza que podría alterar la España que hoy conocemos tendría su origen en el exterior, con Al Qaeda, fundamentalismos o la propia disolución de los estados en la Unión Europea, y en el interior, merced a los nacionalismos: «Me dicen que soy un alarmista, pero me han amenazado de forma real por sostener esto. Se han hecho concesiones a las autonomías que prácticamente han acabado con el Estado».

Bueno se mostró contrario a la reciente admisión a trámite en las Cortes de la propuesta de reforma del Estatuto de Cataluña: «Es intolerable, porque al mismo tiempo el Congreso da el visto bueno a términos como Estado plurinacional incluidos en el Estatuto». Para el director de «El Basilisco», el discurso nacionalista «sólo pretende convencer a los que ya están convencidos», y diagnosticó como pacientes con «síndrome de Estocolmo» a los no catalanes que, residentes en Cataluña, apoyan la reforma del Estatuto catalán.

Para el profesor Bueno, el debate en el Congreso del pasado miércoles «no fue un diálogo, sino una parodia». Desde su punto de vista, Mariano Rajoy defendió una doctrina ya conocida, la Constitución, que el resto de partidos únicamente rebatió con argumentaciones psicológicas del tipo «siento que Cataluña es una nación». Este tipo de argumentación irracional, en cuanto a no lógica, «impide el diálogo y el debate. Si confrontamos sentimientos y no argumentos, acabaremos tirándonos de los pelos».

En «España no es un mito», Gustavo Bueno analiza la existencia de España como nación a lo largo de la Historia y las disputas actuales sobre la identidad española respondiendo a siete preguntas: ¿Existe España?, ¿está España amenazada?, ¿desde cuándo existe España?, ¿España es una nación?, ¿España es idea de la izquierda o de la derecha?, ¿Existe, en el presente, una cultura española? y ¿España es Europa?, para concluir con una reflexión en torno a la figura de don Quijote.

Las respuestas que da a estas cuestiones «no son nada nuevo ni nada inaudito, sino que sólo pretendo decir algo que todo el mundo sabe», ya que el objetivo del libro es ofrecer argumentos sobre cada uno de estos temas «y dar respuestas al ciudadano medio con argumentos objetivos». Así, el filósofo nacido en La Rioja sostiene que «la nación española nace con la Constitución de 1812 y se reconoce a sí misma en las sucesivas constituciones. Esto es un hecho objetivo, aunque haya quien piense que no debería ser así».

Leonor

Al inicio de su alocución, el profesor Bueno trató de delimitar el concepto de nación. Así, nación comenzó siendo un concepto biológico relacionando con el nacimiento. Esta acepción aún tiene importantes consecuencias como, sin ir más lejos, las derivadas del reciente nacimiento de la Infanta Leonor, que puede acarrear una reforma constitucional.

Un paso más adelante surge el concepto de nación étnica, que en su origen hacía referencia a los pueblos periféricos a Roma y no integrados en su imperio. Este concepto, y su evolución en la Edad Media y en el denominado Antiguo Régimen, todavía carecería de entidad política, ya que haría referencia a la nación cultural en su sentido de tribal, no al sujeto de soberanía. Sería la Revolución Francesa la que situaría la nación como la gran protagonista política y articulándola mediante el Estado, preexistente a sí misma.

El profesor Bueno afirmó que el concepto de nación «es necesariamente excluyente. La soberanía del Estado reside en la nación y esta soberanía no se puede compartir ni ceder, aunque, como mucho, sí se pueda delegar», como sucede hoy en España, donde los españoles delegan su soberanía a las administraciones nacionales, autonómicas y locales. Siguiendo este razonamiento, Bueno sostuvo que Cataluña podría ser una nación cultural, pero en ningún caso una nación política, por la imposibilidad de compatibilizarla con la nación española.

Gustavo Bueno reconoció que el capítulo en el que defiende la existencia de una cultura española era el que más dificultades le había producido. La atomización que cada comunidad autónoma e incluso cada ayuntamiento hacen reproduciendo la estructura del Estado dentro de su ámbito competencial provocaría «un reparto imposible de la cultura, que la dejaría sin acomodo».

«Son las armas las que sostienen las leyes»

Madrid, Módem Press.
En el capítulo final de «España no es un mito», Bueno reflexiona sobre las figuras de don Quijote, Sancho y Dulcinea, ya que considera que los protagonistas de la obra de Cervantes son esta terna y no la pareja de los dos primeros. Así, Bueno trata de romper con el concepto de las dos Españas –«es una barbaridad que la izquierda haya mantenido como cierto el verso de Machado de que una de las dos Españas ha de helar el corazón», afirmó– y sostiene que la tríada Quijote-Sancho-Dulcinea representa, respectivamente, el pasado, el presente y el futuro de España.

También se mostró muy crítico con la relectura que el Ministro de Defesa, José Bono, hizo de la figura de don Quijote, a quien el ex presidente manchego calificó de «símbolo de la paz y erasmista». «La única forma de tener cierto valor en España es ser erasmista», ironizó Bueno, quien abundó en su negativa a considerar al personaje de Cervantes como un símbolo de la paz, al afirmar que «don Quijote muere precisamente en el momento en el que se desprende de las armas». Así, don Quijote representaría a la España que entra en crisis –sobre todo militar– tras sus primeros reveses bélicos como el de la Armada Invencible. Este ponerse las armas encima de Alonso Quijano simbolizaría «la necesidad del Estado de servirse de las armas para hacer cumplir la ley. Si España es una nación y quiere seguir siéndolo, no podrá mantenerse sólo con las leyes y con el Estado de derecho. Son las armas las que sostienen las leyes y las que permiten que se cumplan las sentencias», concluyó Bueno, quien apuntó su tesis con la negativa de los EE UU a reconocer un Tribunal Internacional de Justicia porque «llevaría implícita una cesión de soberanía a la que no están dispuestos los americanos y que, por lo tanto, deja a este tribunal sin el poder coactivo».

 

La Razón
Madrid, sábado 5 de noviembre de 2005
Letras
página 39

Bueno: «El Estatut es, técnicamente, una secesión»
El filósofo presenta su libro «España no es un mito. Claves para una defensa razonada»

Gustavo Bueno, ayer, en la presentación de su libro Juan Carlos Rodríguez. Madrid.
A petición de la editorial Temas de Hoy, Gustavo Bueno (Oviedo, 1924), el creador del «materialismo filosófico», decidió escribir «España no es un mito. Claves para una defensa razonada» sin perder de vista al proyecto de Estatut que está sobre la mesa. Por eso, ayer, durante la presentación del libro ese mismo Estatut, ahora en trámite parlamentario, fue siempre la referencia. Está en el libro y estuvo en el ambiente. «El concepto de nación es excluyente –afirmó–. Si hay una catalana, no puede haber otra española. Y es simple, porque el concepto de nación es el soporte de la soberanía y la soberanía, según la Constitución, no se puede compartir». Bueno se preguntaba ayer alarmado: «¿Sabe realmente Zapatero lo que dice?». Y es que el filósofo estima que al admitirse el concepto de «nación» para Cataluña se están poniendo las bases de una futura secesión, que no tiene por qué, anuncia, ser inmediata.

«A corto plazo no habrá peligro porque no le interesa a nadie, aunque a largo plazo no se sabrá. Pero no es difícil pensar que Cataluña acabará como un Estado más de la UE». Y es que Gustavo Bueno dijo ayer emplear simplemente la lógica: «El concepto romántico de nación, es decir, la nación cultural, es el que está vigente en la legislación internacional». Por ello, el autor de «Panfleto contra la democracia realmente existente» reta al PSOE: «Luego vendrá Rubalcaba y dirá que somos alarmistas. Y no, no lo somos, lo que ocurre es que Rubalcaba y el PSOE están en Babia. O no se enteran o actúan con connivencia». En cualquier caso, ayer afirmó que «lo realmente grave de todo esto» es que el Estatut se haya admitido a trámite en el Congreso. Y según enumera porque «destruye la democracia y la constitución». Y, lo que no deja lugar a dudas, «técnicamente es una secesión».

Y es que, según apuntó Bueno con ironía: «Los gobiernos de izquierda deberían comprender que la única vía para la coexistencia pacífica es reconocer la sustantiva identidad cultural de Cataluña, del País Vasco, de Ibiza y del Bierzo. Y por tanto declarar inexistente la identidad cultural española». Y opinó que «la igualdad lleva a equívocos», porque es una «estupidez» equiparar la «nación española» a otras, incluso la lengua española a otras: «A ver si ahora a algún poeta moderno se le ocurre un verso como aquel 'una de las 17 españas habrá de helarte el corazón'.»

Argumentos objetivos.

Según el catedrático oventense, nos enfrentamos también a un problema de desidia. «La gente no quiere líos, ni quiere saber del Estatut, lo único que siente es que quiere vivir en paz». Por eso añadió: «Desde el punto de vista histórico, Cataluña no es esencial para España, sí muy importante. Creo que es mucho más importante que nos preocupemos por mantener la identidad española antes de discutir sobre la identidad catalana». Acerca de su libro, Bueno señaló que en «España no es un mito» sólo busca dar «argumentos objetivos» sobre las cuestiones que plantea en sus páginas: ¿España existe? ¿España amenazada? ¿Desde cuándo existe España?

Relectura del Quijote

En «España no es un mito», Gustavo Bueno dedica el último capítulo y epílogo a «Don Quijote, espejo de la nación española» y rompe tajantemente con la idea de la obra de Cervantes como «símbolo de la solidaridad, de la tolerancia y la paz». Según afirmó ayer con rotundidad, en realidad, es todo lo contrario, porque por encima de todo está la figura predominante del «Cervantes soldado». Su argumento toma como eje una reinterpretación del «Discurso sobre las letras y las armas» que entona Don Quijote, en el que, según insistió, las «letras» contra el pensamiento convencional no es la literatura, sino «las leyes». Por ello, lo que se concluye de ese texto es que «tanta racionalidad hay en las leyes como en las armas». Conclusión que utiliza para rearfirmar la necesidad de un ejército vigoroso que sostenga la «unidad» de España. «Don Quijote nos obliga a afirmar –explica en el libro– que si España existe, que si España puede resistir sus amenazas, que si España es una nación y quiere seguir siéndola, todo esto no pudo resultar ni podrá mantenerse solamente con las letras, con la leyes, con el Estado de Derecho. Son necesarias las armas». Bueno insiste en que la estructura de «El Quijote» está llena de «relaciones angulares», donde Cervantes habla del pasado (Don Quijote), el presente (Sancho) y el futuro (Dulcinea) de España como «imperio». Y, sobre todo, insiste en limpiar a Cervantes de definiciones «erasmistas».

 

La Voz de Asturias
Oviedo, sábado 5 de noviembre de 2005
Libro / Política
página 69

Gustavo Bueno rechaza que Cataluña pueda ser una nación

La presentación del libro de Bueno, ayer EFE. Madrid.
El filósofo Gustavo Bueno consideró ayer que Cataluña puede ser una nación étnica o biológica, pero en ningún caso política, porque –dijo– la nación política es «posterior al Estado», y defendió que nación sólo puede ser España.

Bueno hizo esta afirmación durante la presentación en Madrid de su libro España no es un mito. Claves para una defensa razonada, en el que analiza la existencia de España como nación a lo largo de la historia y las disputas actuales sobre la identidad española.

El filósofo asturiano criticó la consideración de Cataluña como nación con la apelación a los sentimientos, al estimar que «yo me puedo sentir fontanero, pero no lo soy», y aludió al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y a otros políticos catalanes, como Artur Mas y Josep Lluís Carod-Rovira, a quienes calificó de «incultos», para preguntar si «se creen que los demás no tenemos sentimientos».

Consideró «intolerable» la toma en consideración del Estatuto de Cataluña en el Congreso, y opinó que el único que hizo un discurso «redondo» fue el líder del PP, Mariano Rajoy, por contener «un cuerpo de doctrina de defensa de la Constitución entendible, aunque no se comparta y se pueda discutir», pero afirmó que no hubo discusión porque sus adversarios sólo hicieron alusiones «psicológicas».

Según el catedrático emérito de la Universidad de Oviedo, la nación política «es excluyente por definición, porque la soberanía está en la nación y no se puede compartir».

 

ABC
Madrid, sábado 5 de noviembre de 2005
Nacional
página 16

El filósofo Gustavo Bueno denuncia que el Estatuto lleva a la secesión

MADRID. El filósofo Gustavo Bueno afirmó yer que la admisión a trámite en el Congreso de la reforma del Estatuto de Cataluña «destruye totalmente la democracia» ya que el texto propone conceptos que llevan «a la secesión» y, a su juicio, «según van avanzando las cosas, es muy difícil retroceder». Durante la presentación de su libro «España no es un mito. Claves para una defensa razonada», sostiene que el Estatuto propone para Cataluña una «nación fraccionaria» con objetivos secesionistas y alertó de que «podamos terminar a palos».

 

Europa Press
4 de noviembre de 2005
crónica de esta agencia

Estatut. El filósofo Gustavo Bueno denuncia que el texto propone conceptos que llevan a la secesión de Cataluña
Dice que Zapatero no sabe de qué habla ni lo que significa su propuesta de identidad nacional

El filósofo Gustavo Bueno afirmó hoy que la admisión a trámite en el Congreso de los Diputados de la reforma del Estatut de Cataluña «destruye totalmente la democracia», ya que el texto propone conceptos que llevan «a la secesión» y, a su juicio, «según van avanzando las cosas es muy difícil retroceder».

Así, explicó en la presentación de su último ensayo, 'España no es un mito. Claves para una defensa razonada', que el Estatut propone para Cataluña una «nación fraccionaria» que parte del Estado español para conseguir después la secesión. «Antes la secesión era condenada con la pena de muerte, pero como ahora no hay estas cosas da igual ocho que ochenta», denunció.

Bueno afirmó además que «no sirve» utilizar el argumento que apela al sentimiento nacionalista para defender la inclusión del término nación en el Estatut, ya que «si empezamos a confrontar sentimientos acabamos a palos». A su juicio, se debe hacer antes un estudio detallado sobre el término nación «para poder hablar de estas cosas».

En este sentido, exigió a los dirigentes nacionalistas que expliquen de qué tipo de nación «están hablando». Así, explicó que Cataluña se puede considerar una nación étnica, «que es lo que se llamaba tribu originariamente», pero avisó de que no se pude definir como una nación política porque este término es excluyente. «Si hay nacionalismo catalán no hay nacionalismo español porque la soberanía reside en la nación», destacó.

Además, calificó al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, el líder de CIU, Artur Mas, y el presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, como «gente inculta e ignorante», y afirmó que le da «vergüenza ajena tener que citarles». «La nación está por encima de unos personajes que puedan surgir ahora».

El filósofo subrayó que la nación política es posterior al Estado, «eso es lo que no se les mete en la cabeza a los políticos», e indicó que no se pueden poner «en el mismo plano» la nación española y la catalana «porque son cosas diferentes». Además, destacó que la nación española es un hecho «y sobre los hechos no hay discusión posible», mientras que Cataluña «es una parte muy importante del Estado español pero no es esencial».

Respecto al término identidad nacional que el presidente del Gobierno propuso a cambio de la definición como nación, Bueno le acusó de no saber de lo que está hablando ni de los significa su propuesta. «¿A quién están intentando engañar?, si hoy es nación es que quieren un Estado», denunció.

¿ESPAÑA AMENAZADA?

En el ensayo 'España no es un mito. Claves para una defensa razonada', Bueno analiza la existencia de España como nación a lo largo de la historia y las disputas actuales obre la identidad española planteando siete preguntas:¿España existe?, ¿España amenazada?, ¿desde cuándo existe España?, ¿España es una nación?, ¿España es Idea de la Derecha o de la Izquierda?, ¿Existe, en el presente, una cultura española? y ¿España es Europa?

Respecto al análisis sobre si España está amenazada, el filósofo afirmó que «el país está amenazado pero no está en peligro». Así, explicó que España está sometida a numerosas amenazas tanto externas, como Al Qaeda o «la política europea», como internas «que son evidentes».

En este sentido, defendió que el ataque de Al Qaeda en Madrid el 11 de marzo de 2004 «no fue una represalia» a Irak, sino que fue consecuencia del interés árabe por los territorios de Al-Andalus. «Todo lo demás fue una fábula electoralista», denunció.

Además, subrayó que la amenaza interna «es total» y puso como ejemplo la obligación de que todos los profesores que trabajen en Cataluña hablen catalán. Bueno afirmó así que los dirigentes socialistas «están en Babia» y reiteró que «si hoy es una nación después quieren un Estado».

'EL QUIJOTE'

Bueno concluye su ensayo con un análisis de 'El Quijote' en el que arremete contra las interpretaciones pacifistas de la obra cervantina e intenta romper con la dualidad de Alonso Quijano y Sancho. El filósofo sugiere que en la obra «lo que funcionan son las triadas», destacando la que forman Don Quijote, Sancho y Dulcinea.

En el ensayo, Bueno interpreta que a Don Quijote le quitan las armas «se muere», y defiende que la obra representa la idea de que «si al Estado le quitan las armas se muere». «Sugiero que tanta o más racionalidad hay en las leyes como en las armas», explicó.

[reproducido en varios diarios impresos y digitales: Ceres Televisión, Fuerteventura Digital, Diario Directo, Diario Siglo XXI, Terra España, &c.]

 


Fundación Gustavo Bueno
www.fgbueno.es