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El debate de La 2 del martes 27 de enero de 2004

Gustavo Bueno intervino en el programa El debate de La 2 del martes 27 de enero de 2004 (TVE 2, 22:30 horas), dedicado a «La televisión que queremos». Ya había participado en la edición del mismo programa del martes 28 de octubre de 2003 («Fama a cualquier precio»). El programa está dirigido por Alfredo Urdaci Iriarte (Pamplona 1959, director de los Servicios Informativos de TVE desde 1998) y es presentado unas veces por el mismo Urdaci y otras por el periodista Luis Herrero-Tejedor Algar (Castellón 1955). El programa, realizado en directo, fue seguido por un millón de españoles (la mayor parte del pueblo prefirió autoadministrarse a esas horas la teleserie Los Serrano –Tele 5, 39,1% de cuota de pantalla y 7.237.000 espectadores– o la película norteamericana Mentiras arriesgadas –Antena 3, 20,6% y 3.054.000 espectadores–) y no pasó desapercibido a quienes ven la televisión para elaborar comentarios con los que alimentar a la minoría que lee la prensa y se detiene en tales críticas.

 

La Nueva España
Oviedo, martes 27 de enero de 2004
Televisión y espectáculos
página 73

Gustavo Bueno interviene hoy en «El debate de La 2», sobre la televisión
Madrid
El filósofo Gustavo Bueno será uno de los invitados al programa «El debate de La 2», que comenzará hoy a las diez y media de la noche. Sobre el tapete, el juicio a la televisión.
El espacio, presentado por Luis Herrero, abordará en profundidad los contenidos de la pequeña pantalla bajo el título «La televisión que queremos». En esta edición se hablará sobre las preferencias que tienen los telespectadores a la hora de elegir los espacios que se emiten y las causas que motivan esas preferencias.
Ascensión López, presidenta del Foro del Espectador; Joan Ramón Mainat, director creativo de Gestmusic Endemol; Mariola Cubells, periodista experta en programas tipo «reality»; Cristina García Ramos, directora de «Corazón, corazón», y Félix Riera, consejero del Consell Audiovisual de Cataluña, acompañarán al profesor Bueno en el plató.

 

La Vanguardia
Barcelona, martes 27 de enero de 2004
Televisión
 

La televisión que queremos
Las preferencias de la audiencia a la hora de elegir los espacios televisivos y el papel de los programadores a la hora de ofrecer una televisión de calidad estarán sobre la mesa esta noche en «El debate de La 2» (22:30horas). Bajo el título «La televisión que queremos», los invitados, buenos conocedores del medio, ofrecerán diversos puntos de vista, como el filósofo Gustavo Bueno; la directora de «Corazón corazón», Cristina García Ramos, o el director creativo de Gestmusic, Joan Ramón Mainat, entre otros

 

El Mundo
Madrid, martes 27 de enero de 2004
Televisión
página 55

Gustavo Bueno 22.35 h.
'El debate de La 2' y 'La tele que queremos'

 
El debate de La 2 presentado por Luis Herrero, se ocupa de un tema de interés indudable: La tele que queremos.
 
El filósofo Gustavo Bueno (en la imagen), Mariola Cubells y Cristina García Ramos están entre los contertulios.

 

El Periódico de Extremadura
Badajoz, martes 27 de enero de 2004
Televisión
Divulgativo

«El debate de La 2» analiza el contenido de la televisión
El debate de La 2 (22.35 horas) está dedicado esta noche a la televisión. Con el título de La tele que queremos, el programa que dirige y modera Luis Herrero analiza, con un grupo de expertos, los actuales contenidos televisivos y debate sobre las preferencias que tienen los telespectadores a la hora de elegir, y la responsabilidad de los programadores de las cadenas en ofrecer una televisión de calidad.
Los invitados son Ascensión López, presidenta del Foro del Espectador; la periodista Mariola Cubells, que trabajó en un programa de testimonios y ha escrito un libro crítico con estos programas (titulado ¡Mírame, tonto!); Joan Ramón Mainat, director creativo de Gestmusic-Endemol (creadora de productos como Crónicas marcianas, Hotel Glam y Operación Triunfo); Gustavo Bueno, filósofo y estudioso de la televisión (y defensor de Gran hermano), y Félix Riera, miembro del Consejo de lo Audiovisual de Cataluña.
También asiste al debate Cristina García Ramos, directora del veterano programa de TVE-1 Corazón, corazón, considerado el más serio de los programas de la información rosa que se emiten.

 
El debate de La 2

 

La Nueva España
Oviedo, jueves 29 de enero de 2004
TV / Espectáculos
En Canal / página 78

La tele y el perro
Antonio Rico
Gustavo Bueno El pasado martes, El debate de La 2 convocó a Gustavo Bueno (filósofo estoico), Cristina García Ramos (directora de Corazón corazón), Mariola Cubells (periodista televisiva «arrepentida»), Ascensión López (presidenta del Foro del Espectador), Joan Ramón Mainat (jefazo de Gestmusic), Félix Riera (consejero del Consejo Audiovisual de Cataluña) y, probablemente, a un número similar de espectadores, para hablar acerca de «La tele que queremos». Dirigía el debate un sobrepasado e irónico Luis Herrero. ¿Qué aprendimos? No mucho, porque Herrero ató tan corto a Bueno (incluso retándolo a un duelo) que la cosa quedó en lo que pudo haber sido y no fue. El debate debió haber empezado en cada una de las preguntas planteadas por nuestro filósofo «estoico», pero los participantes insistieron en cambiar de tema cada vez que Bueno pedía explicaciones. Veamos.
¿Qué es la «telebasura»? Mainat: No existe la telebasura, la gente llama «telebasura» a lo que no le gusta. Ramos: La «telebasura» no es un género, sino que tiene que ver con el tratamiento y es todo lo que implica mentira y manipulación. Riera: Hay buenos y malos programas de televisión, y en España hay exceso de formatos en relación a otros. Cubells: La «telebasura» es un modelo de comportamiento televisivo, una manera de hacer televisión zafia y deshonesta. López: La «telebasura» explota el morbo con tal de ganar audiencia. Y en esto llega Bueno: ¿Los espectadores son imbéciles, entonces?
Bueno siguió preguntando. El debate llevaba por título «La tele que queremos». ¿Quién es el sujeto de «queremos»? Cubells sostiene que la televisión se hace para ganar dinero, y que hacer un «reality show» es más barato que hacer una serie de televisión. ¿Pero acaso para eso no hace falta el público, la audiencia? ¿Si un programa tiene audiencia sostenida no es porque interesa a la audiencia? Ramos habla de la televisión que informa y entretiene. ¿Qué es «entretenimiento»? López contraataca con los valores. ¿Qué son los «valores»? ¿Y qué es eso de la «educación en valores»? Mariola recuerda la condición de servicio público de la televisión. Pero, ¿qué es un «servicio público»? López lo intenta ahora con el derecho a la intimidad. ¿Qué es la «intimidad»? ¿Si alguien quiere vender su intimidad no puede hacerlo? Televisión creativa: ¿qué es eso? «Creativo» sólo es Dios. La televisión es sensorial. ¿Puede no serlo? ¿Puede la televisión ser telepática? La televisión relaja. ¿El que se relaja viendo la tele no se queda dormido? Hay un pensamiento único en televisión. ¿Qué quiere decir? Como en los debates televisivos el tiempo se agota en repetir una y otra vez que el tiempo se agota, no hubo tiempo para nada más. Sólo para las conclusiones.
Riera: Hay que ampliar formatos televisivos. Mainat: Libertad de programadores, operadores, espectadores: la gente puede elegir entre Redes y Crónicas marcianas. López: Televisión de calidad y creativa. Ramos: Rigor y respeto en todos los programas. Cubells: Tenemos una sociedad cada vez más compleja y una televisión cada vez más simple. Bueno: Hay basura desvelada que la televisión ofrece pero no fabrica (las ratas de Calcuta o las posibles imágenes de Rovira entrevistándose con los etarras en Francia) y basura fabricada, es decir, hecha a posta. La basura desvelada es un servicio público. Pero a Bueno también le hicieron preguntas: ¿Usted qué le pide a la televisión? Lo que pasa es que Bueno las contesta: «A la televisión le pido lo que le pido a un perro o a un gato: verla.» La televisión y el perro. Gustavo Bueno, ¿filósofo estoico, o cínico?

Luis Herrero en El debate de La 2 del martes 27 de enero de 2004Gustavo Bueno, filósofo estoico, en El debate de La 2 del martes 27 de enero de 2004

 

El Mundo
Madrid, jueves 29 de enero de 2004
Comunicación
página 52

Que se den con un ladrillo en la cabeza
Javier Lorenzo
La tele que queremos era el título que aparecía en el frontis de El debate de La 2, pero mejor hubiera sido apelar a la tele que NO queremos. Sólo sea por la exactitud. Programa raro, en el que las posturas irreconciliables se mostraron tan manidas como las que hay sobre los toros –con el consiguiente hastío–, pero en el que se atisbaron algunas gotas de lucidez. Vamos con ellas y los personajes que las destilaron.
Gustavo Bueno. Especialmente descortés con las damas, el filósofo estuvo pese a todo más comedido que de costumbre y, por tanto, resultó más inteligible. El autor de Televisión: Apariencia y verdad, tuvo a bien compartir con el resto de mortales una distinción tan válida como precisa sobre el concepto telebasura: existe la telebasura «desvelada» –la que refleja lo que sucede– y la «fabricada» –por decirlo de algún modo, la que se gesta artificialmente en los despachos y los platós–.
La primera debería ser un «servicio público», mientras que tanto una como otra deberían ser analizadas críticamente en los colegios, «igual que se enseña a hacer críticas y análisis de texto». Enhorabuena, profesor. Pilar del Castillo le oiga.
Félix Riera, del Consejo Audiovisual de Cataluña, se convirtió en el vivo ejemplo de por qué la televisión catalana mantiene unos niveles tan altos de calidad. «Hay saturación de formatos.» «Hay falta de pluralismo en los contenidos.» «Hay que educar la mirada del espectador.» «Que la tele no nos domine, sino que nosotros dominemos a la televisión.» «La televisión es una cuestión de Estado.»
Verdades como puños que no obstaron para que disculpara a los empresarios. «Las televisiones, generalmente, cuando incumplen la Ley es por desconocimiento del marco regulador.» Esto es más discutible, pero amparémonos en la presunción de inocencia.
Ascensión López, representante de un foro de telespectadores, perdió el hilo en un par de ocasiones ante las acometidas dialécticas del filósofo, pero logró señalar tres obviedades, no por eso menos pertinentes. Una, se están vulnerando continuamente todas las normas españolas y europeas; dos, «Sofres no funciona»; y tres, «el share tiene una importancia excesiva».
La otra víctima de la acritud de Gustavo Bueno fue Mariola Cubells, autora del libro Mírame, tonto, el cual debería repartirse en los hogares, al igual que las normas de tráfico, para que la gente supiera lo que de verdad se piensa de ella en redacciones y platós. Cristina García Ramos, mencionó por su parte que «la intimidad se está convirtiendo en mercancía» (un gerundio muy indulgente) y que hay que rechazar toda clase de manipulación y montajes. Que haya suerte.
Queda Joan Ramón Mainat. El Crispín de Gestmusic, además de su director creativo y productor ejecutivo. Defendió lo suyo. «El único límite es la Ley y la libertad.» Correcto. Que se dé con un ladrillo en la cabeza. Está en su derecho y no es ilegal. ¿Pero no habría nadie que intentara impedírselo?

Félix Riera en El debate de La 2 del martes 27 de enero de 2004Joan Ramón Mainat en El debate de La 2 del martes 27 de enero de 2004

 

Libertad Digital
Jueves 29 de enero de 2004
Televisión
 

Basura sin remedio
Encarna Jiménez
Luis Herrero abordó el martes en «La 2» de TVE qué se entiende por «telebasura» y las razones de su consumo. Ante semejante tema, que no deja de ser una de las monstruosidades de nuestra sociedad, sólo caben dos posibilidades: organizar una trifulca que se acerque en su estrategia a los vociferantes espectáculos de «Salsa rosa» o adoptar un esquema tranquilo, que renuncie a pelear por la audiencia y defienda ese pequeño espacio que da TVE para que alguien recuerde que se puede hablar de algunos temas de actualidad sin tirarse a la yugular.
Los convocados al debate titulado «La tele que queremos» eran bastante representativos de los que tienen algo que decir sobre la televisión que consumimos. Gustavo Bueno, que anda a piñón fijo, intentó introducir su concepto de «basura desvelada» frente a «basura fabricada», categorías que necesitan una explicación algo más detallada que las que posibilita un debate con siete personas y una hora de duración. Cristina García Ramos, que representa el lado más blanco de la programación rosa, se movió en las generalidades con cierta dignidad. Joan Ramón Mainat, de la saga de Gestmusic, estuvo en su papel de defender el negocio; Felix Riera, del Consejo del Audiovisual de Cataluña, estuvo autosuficiente, como corresponde a los que quieren sentar cátedra sin comprometerse demasiado, y Mariola Cubells, la autora de «Mírame tonto», un libro oportunista, aunque lleno de claves para saber lo que se guisa en los programas «basureros», no tuvo demasiada oportunidad de vender su texto ni de sacar los colores a nadie. Por su parte, la que hablaba en nombre de un foro de telespectadores no llegó a convencer a nadie de su representatividad.
«El debate de la 2» tiene la virtud de plantear temas cruciales en un ambiente de libertad y falta de crispación que no deja de ser un oasis en el panorama televisivo. Lo que no quiere decir que del mismo salgan grandes respuestas ni soluciones. El problema de la televisión ahora tiene tal complejidad que es difícil abordarlo, aunque sea por partes. La telebasura todo el mundo sabe lo que es, lo sientes cuando lo ves, pero su fin o su control está lejos de vislumbrarse.
En nombre de la democracia y de la libertad de elección las peores artes se utilizan para ir degradando los contenidos. Por el negocio estamos metidos en todas las estrategias del rumor, la mentira y la explotación de los sentimientos, y la degradación se adueña de todas la cadenas. Un debate sobre la televisión que queremos es tan sólo un paréntesis de reflexión marginal, que supone apenas un grano de arena que no puede detener la rueda de un negocio que arrastra toneladas de basura arrojadas a la cara de un espectador que tardará tiempo en reaccionar, si es que lo hace.

Ascensión López en El debate de La 2 del martes 27 de enero de 2004Mariola Cubells en El debate de La 2 del martes 27 de enero de 2004

 

La Verdad
Alicante, jueves 29 de enero de 2004
Televisión
Cuaderno de una mirona

Lo mismo que a un perro
Rosa Belmonte
Por fin ha hablado. La Campos ha puesto a parir su imitación de Homo Zapping. Eso sí, ha aprovechado la visita de su hija Terelu en la sección La script, es decir, un momento relajado y de guasa. Pero ella hablaba muy en serio: «Yo, cuando la veo, me digo: ¿pero y esa quién es? Una imitación tiene que tener gracia y hay que ver la poca gracia que tiene ésta.» Vaaaale, a ti no te gustará y será cruel (cuando el suelo retumba al andar como si fuera un rinoceronte de estampida) pero Yolanda Ramos lo hace estupendamente bien. El personal se parte de risa pero está claro que la vaca sagrada de las mañanas, no.
«La televisión que queremos» era el título de El debate de La 2 (con Luis Herrero, cielos). Es curioso pero en la tele no se habla de la tele si no es para el autobombo o para lanzarse cuchillos. Resulta sorprendente que todos los informativos recogieran la entrega de los Globos de Oro (si vuelvo a oír la expresión antesala de los Oscar me corto las venas) y sólo hicieran mención de los premios de cine. De televisión sólo citaron la miniserie Angels in America, que es lo más cercano a una película. Se llevan Globos Sexo en Nueva York (Sarah Jessica Parker), Sin Rastro (Anthony LaPaglia), A dos metros bajo tierra (Frances Conroy) o 24 (mejor serie dramática), todas perfectamente conocidas en España, pero sólo sacan el cine (pensarán que es publicidad para las otras cadenas, pero es que TVE tampoco sacó a Frances Conroy).
Retomo El debate de La 2. Luis Herrero, además de contar con Cristina García Ramos, Mariola Cubells (la del libro sobre programas de testimonio) o Joan Raimon Mainat, se volvió a llevar a Gustavo Bueno. No hay quien lo ate corto. Es como Aída pero en intelectual. El programa empezó con una encuesta de Gallup sobre la telebasura. Mainat (de Gestmusic) sostenía que la telebasura es una metáfora. Y Gustavo Bueno, lo siguiente: «Los que hablan en las encuestas no tienen ni idea de lo que dicen. Lo que habría que preguntarles es si van contra la basura desvelada o contra la basura fabricada.» Primero tendría que explicarles qué demonios es eso (él no se cansaba de aclararlo). Es don Conceptos. Se nombrara la diversión o los valores, el filósofo lo primero que argüía es que hay que aclarar qué significan esos conceptos. El concepto es el concepto, que diría Manuel Manquilla en Airbag. También despotricaba contra cualquiera que hubiera soltado algo que a él le parecía una tontería (casi todo). En cuanto a lo que él pedía a la tele, dijo que lo mismo que le pide a un perro.
Herrero ya sabe cómo se las gasta el viejo gruñón, así que lo que le pase lo tiene merecido (lo retó a duelo incluso). Me da la impresión de que el conductor del debate ha aceptado que ambos forman una estupenda pareja. La mejor pareja cómica de la tele. Conclusión de Mariola Cubells: «Tenemos una sociedad cada vez más compleja y una televisión cada vez más simple.» Pues eso.

Cristina García Ramos en El debate de La 2 del martes 27 de enero de 2004El debate de La 2 del martes 27 de enero de 2004

 

El Comercio
Gijón, jueves 29 de enero de 2004
Crítica de TV
El invento del maligno (Colpisa)

Zozobras
José Javier Esparza
La 2 dedicó su debate de esta semana al fenómeno de la telebasura. Personalmente, me resultó un poco decepcionante. Subrayo la apreciación personal: trece años de ejercicio diario de la crítica televisiva necesariamente le deforman a uno el juicio, y así es posible que yo encontrara insuficiente lo que a cualquier otro lector pudiera parecerle satisfactorio.
Por lo demás, está claro que la telebasura es un problema y también está claro que allí se expuso un ramillete de opiniones dignas de ser escuchadas. Lo que no está claro es por qué el debate de La 2 nos ofrece unos días el rostro de Urdaci y, otros, el de Luis Herrero. Este último le ha aportado al programa una frescura bastante agradable, además de restar oficialismo.
Respecto a las opiniones vertidas, pueden resumirse en una línea argumental central: la televisión ha degenerado en los últimos diez años, el medio ha dejado de pivotar sobre la información para pasar a hacerlo sobre el entretenimiento, y la feroz competencia comercial ha provocado que en esa búsqueda del entretenimiento a toda costa se vaya más allá de lo éticamente razonable.
Con muy pocas excepciones, este es el horizonte de consenso general. Lo es en el Debate de La 2, lo es también en la calle y lo es, sobre todo, entre los propios profesionales.
Esa misma mañana, CNN Plus celebraba su quinto aniversario de emisiones con una mesa redonda en la que comparecieron nombres muy relevantes del mundo televisivo y, a modo de intempestivo garbanzo negro, también este servidor.
Todos estaban de acuerdo en lo mismo: lo que se va imponiendo es un tipo de televisión donde comunicación es equivalente a rentabilidad. Y con ello aparece un peligro nuevo: la extensión a los propios espacios informativos de esos mismos criterios, en detrimento de otros como la importancia objetiva o el interés público.
Por el momento, la 'deformación de la información' se ha dejado sentir en aspectos como la proliferación de las noticias de sucesos. Mañana, quién sabe. Pero la solución está en manos de los propios profesionales de la caja de luz.

Luis Herrero y Gustavo Bueno en El debate de La 2 del martes 27 de enero de 2004El debate de La 2 del martes 27 de enero de 2004

 

ABC
Madrid, jueves 29 de enero de 2004
Televisión
 

Yuste 2
Jesús Lillo
Firmaba el pasado lunes Antonio Astorga, en páginas de Cultura, una bellísima crónica sobre la vida monástica del grupo de frailes que habita en Yuste, dispuesto y preparado ya para que su centenaria sede ingrese en Patrimonio Nacional. Era, quizá, la historia más pequeña jamás contada, la de nueve monjes que rezan aislados de un mundo que intentan cambiar, a mejor, con sus oraciones.
El martes eran seis seglares los que se reunían en La 2 para discutir sobre la ética de las emisiones televisivas. Lo hicieron en un debate cuyo argumento remitía al celebrado el pasado otoño en el mismo escenario y desarrollado sobre casi idénticos puntos de partida. El programa no pasó del 5,6 por ciento de cuota de pantalla, cifra que transmite la enorme soledad de quienes parecen citarse cada dos meses para refugiarse en la oración como medio para resolver los gravísimos males que afectan a la pantalla. Sus rezos, imperceptibles por la mayoría de la sociedad (un 97,5 por ciento, según Sofres), no pasan el umbral del murmullo y, extramuros, se diluyen.
El carácter público de La 2, imposible de dejar a un lado, imprime a estas sesiones espirituales un carácter oficial que las hace especialmente curiosas en un medio dejado de las manos de Dios y de la Ley; tanto como si la Administración ingresara en Yuste para tratar de curar, con oraciones, los males de España.

Gustavo Bueno en El debate de La 2 del martes 27 de enero de 2004Gustavo Bueno en El debate de La 2 del martes 27 de enero de 2004

 


Fundación Gustavo Bueno
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