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El Comercio
Gijón, martes, 25 de enero de 2000
Gijón
página 11

Renegó del concepto de derechos humanos y pidió la intervención de «tanques»

Gustavo Bueno defiende la vía «policial» para acabar con el «secesionismo» vasco

Gustavo Bueno atacó ayer a los nacionalismos desde su raíz con un argumento que, dijo, «no es una opinión sino una teoría». A su juicio, los «secesionistas que no independentistas» mienten cuando niegan a España. Sus dardos fueron especialmente para PNV y ETA. Su aportación, que el problema vasco «sólo tiene una solución policial»

El salón de actos del Ateneo, repleto de público antes incluso de que comenzara la conferencia
M. de Álvaro. Gijón

Bueno fue, como siempre, impacable. El filósofo, profesor honorífico de la Universidad de Oviedo, presentó su libro España frente Europa en el salón de actos del Ateno Jovellanos, absolutamente repleto de público, que le aplaudió en más de una ocasión.

El último ensayo del prestigioso y polémico autor es una teoría sobre el concepto de nación aplicado a España bajo un punto de vista «patriótico». Bueno insistió en que lo que ofrece «no son opiniones» y dijo haberse sentido obligado a escribir su libro ante la irrupción de los nacionalismos y todos los problemas derivados de él.

Sus teorías, basadas fundamentalmente en el estudio de la historia, desde los romanos, le llevan a afirmar que lo único que prentenden los nacionalismos de este siglo es «escindirse de naciones ya constituidas», entendiendo como nación, el conjunto de «las gentes, las tribus y las etnias» que conforman un pueblo.

En el caso español, Bueno apuntó el concepto acuñado ya por las Cortes de Cádiz de 1812, «que definen la nación española como el conjunto de todos los individuos que viven en ambos hemisferios».

La clave está, a su juicio, en el sentido de nación que llega con la caída del Antiguo Régimen, «cuando todo el mundo, ricos y pobres, son miembros de ella».

Bueno flanqueado por la concejala de Cultura y el presidente del Ateneo

Y así, lo único que a su juicio pretenden los nuevos nacionalismos es «formar un nuevo estado copiando el existente». A partir de ahí las críticas a los «secesionistas» fueron más que furibundas. Bueno les acusó, como hace en su ensayo, de «mentirosos» por tratar de ocultar lo que, dice, «es una realidad».

Los mayores ataques fueron para los vascos, «los más mentirosos de todos, gente despreciable que no me merece ningún desprecio». Y es que, dijo, «El PNV no es más que un aliado de ETA, que, por cierto, se ha encargado del trabajo sucio».

El mayor problema radica, asegura, en que «se está discutiendo de derechos humanos» cuando lo que se está poniendo en tela de juicio «es España».

«No hay pactos posibles»

El error de los políticos, aclara, está en que «no hay pactos posibles». En ese sentido apuntó que la solución al problema vasco es la «policial y pasa, exclusivamente por la vía penal». Pero fue incluso más radical al advertir que «si eso no funciona, hay que meter los tanques, si se tienen. Eso es lo que harían los americanos y no pasaría nada».

Gustavo Bueno afirmó, además, que «no tiene ni pies ni cabeza que se permita a un partido político que vaya contra la Constitución. Eso sí, cobrando los sueldos del Parlamento».

«Aquí -concluyó- se discute de violencia cuando lo que hay son asesinatos». Y también criticó la manifestación por la paz de Madrid: «Se ha perdido la perspectiva. No podemos apelar a los derechos humanos porque el terrorismo no es igual que el caso de un asesino cromosómico que mata porque tiene un problema».

 


Fundación Gustavo Bueno
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