Proyecto Filosofía en español Hemeroteca
La Nueva España
Oviedo, Lunes 13 de diciembre de 1999
Sociedad y Cultura
página 85

José Ignacio Gracia Noriega
Bueno frente a España

Decir que «España frente a Europa» (Alba Editorial, Barcelona, 1999) es un libro importantísimo, sin duda fundamental en esta época de optimismos indefinidos y de secesiones y unificaciones, de base voluntarista las primeras, de clara filiación utópica las segundas, es decirlo todo sobre el libro y es decir poca cosa. La importancia fundamental de esta obra se establece en tres puntos principales: por la propia importancia del asunto tratado, que siendo fundamental en lo que se refiere a la propia definición de España, curiosamente ha sido ignorado, olvidado, relegado o tergiversado, al menos durante los últimos veinte años, o ha sido pasto de políticos ignorantes, oportunistas y demagogos, o de masas borreguiles que llegaron a pensar que negando a España se negaba el franquismo; porque en un momento de vaguedades lingüísticas y de milagrería europeísta, Bueno procura precisar el lenguaje y, por tanto, pone las cosas en su sitio, y, finalmente, por lo que se refiere a la propia biografía intelectual del autor. A lo largo de 474 páginas bien nutridas, que incluyen el «catálogo de una biblioteca particular en torno a España y a su historia» y un «glosario» tan peculiar como instructivo, Bueno plantea muchas, muchísimas cosas, con el rigor y el entusiasmo que le caracterizan. ¿Rigor y entusiasmo no se dan patadas, no son actitudes opuestas?, se preguntarán algunos. Pero Bueno es así: capaz de poner rigor a su pasión o de apasionarse rigurosamente. Por eso esta obra, sólida y meditada (he asistido a parte de su gestación, en sus apacibles jornadas de Niembro) tiene mucho de exposición oral. La oralidad es una de las características del estilo de Bueno, un filósofo de lo concreto que busca la precisión, aunque sea por medio de circunloquios. Algún día reconoceremos a Bueno como un excelente escritor: como un escritor amplio, de poderoso aliento, que rodea la frase principal, su hilo rojo, de oraciones subordinadas a modo de puntualizaciones, acotaciones, etcétera, sin por ello desdeñar la elegancia que las oraciones subordinadas otorgan al estilo literario. En su caso, son adornos imprescindibles y le proporcionan a la frase tono oratorio. Parece como si al iniciar cada frase tomara impulso, como quien va a dar un salto. Es el suyo un estilo rápido, a pesar de las subordinadas, al galope, construido para dar cauce ancho al pensamiento, que se desparrama en todas las direcciones (de ahí la necesidad ineludible de las subordinadas en el estilo reciente de Bueno). Y aquí conviene situar el tercer punto que he señalado como índice de la importancia de «España frente a Europa». Bueno, representación por antonomasia del «filósofo académico», es ahora la representación por antonomasia del «filósofo mundano». Después de su «Teoría del cierre categorial» (1992), el filósofo ha derivado decididamente hacia el ensayo. «El mito de la cultura» (1996) y ahora «España frente a Europa» son espléndidos ensayos, y para que el ensayo funcione como género son imprescindibles dos cosas al menos: que esté lleno de sugestiones y éstas estén bien expuestas. «Cerrado» su sistema filosófico, abandonado por la cátedra, el maestro salta a la tribuna pública por medio del ensayo, como en su tiempo lo hicieron Unamuno y Ortega: sólo que Bueno, tan apasionado como Unamuno, es más sobrio que Ortega. No se permite las coqueterías orteguianas, que dan un tono de ridiculez a una prosa excelente. Como la prosa de Bueno va al galope, como ya he dicho, no se detiene en adornos de poca monta. «España frente a Europa» vuelve a poner sobre el tapete el «tema de España», precisamente en un momento crucial, cuando España, por separatismos intestinos, integración europea y colonización económica extranjera, parece haber entrado en crisis sin que a nadie le importe lo más mínimo. Los separatismos sólo aspiran a ser el remedo de un estado, aunque sin cuestionar la integración europea: pretenden que en lugar de una docena de naciones haya veintitantas en ese mercado común prodigioso. En este contexto, serio aunque planteado de manera frívola y oportunista por los políticos, era imprescindible una nueva meditación de España: aquí está. Y como en este proceso lo primero que se ha degradado es el lenguaje, Bueno empieza explicando qué es España y también qué es nación, pueblo, estado, imperio... Para que no se hable a tontas y a locas. El tema de España es principal en nuestro pensamiento y en nuestra literatura. «España frente a Europa» es la última «reflexión española» del milenio, publicada en el momento oportuno y a la que sólo cabe reprocharle el título, que sólo presenta un aspecto parcial del gran asunto general que aborda.

 


Fundación Gustavo Bueno
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