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La Nueva España Miércoles, 3 de marzo de 1999 |
Sociedad y Cultura página 57 |
«La devaluación de la filosofía, en los planes de estudio es la consecuencia de la incompetencia de los filósofos para hacer valer su materia», afirmó ayer en Madrid el filósofo Gustavo Bueno. El catedrático emérito de la Universidad de Oviedo criticó la proliferación de quienes se «llaman filósofos». «Hemos llegado a la irrisoria categorización de que intelectual es ya todo aquel que firma manifiestos», sentenció Bueno, quien subrayó que la filosofía es «superflua» en la vida privada e imprescindible en el ámbito público. |
Bueno culpa a los filósofos de la devaluación de la filosofía |
El catedrático emérito de la Universidad de Oviedo critica en Madrid que se llame intelectual a «todo aquel que firma manifiestos» |
Madrid, Europa Press La devaluación de la filosofía en la programación de la Enseñanza Media «no es responsabilidad de los legisladores ni de los políticos, sino de la incompetencia de los filósofos para hacer valer su materia», según manifestó el catedrático emérito de la Universidad de Oviedo Gustavo Bueno durante la inauguración del ciclo «La filosofía y la enseñanza; claves del viejo conflicto», que se celebra esta semana en el Centro de Humanidades Gregorio Marañón, dependiente de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Gustavo Bueno argumentó que, en los últimos tiempos, en España se ha acentuado el rechazo a la producción filosófica interior por parte de los propios filósofos. Esta actitud, precisó, ha influido directamente sobre la disminución en los programas de estudio. De forma paralela, añadió el pensador, se viene observando un aumento del número de personas que se «llaman filósofos». El profesor Bueno denunció, además, que se esté utilizando de forma abusiva la palabra «filósofo» atribuyéndola a todo el que pretende ostentar el monopolio de la inteligencia. «Hemos llegado a la irrisoria categorización de que intelectual es ya todo aquel que firma manifiestos», caricaturizó el polémico autor de «El mito de la cultura». Superflua e imprescindible Aunque en el ámbito privado la filosofía es «una actividad superflua, o al menos inefable», resulta « imprescindible» en lo público, indicó Bueno. «La función de la filosofía es destruir los mitos y lugares comunes generados por las esferas del poder», añadió el prolífico escritor riojano afincado en Oviedo. «La filosofía no es otra cosa que el análisis de las ideas concretas, algo perfectamente inmerso en la realidad cotidiana, más acá de todo abstraccionismo. La filosofía no es algo que se pueda enseñar, sino que, en todo caso, se puede enseñar a filosofar», enfatizó el profesor de la Universidad de Oviedo. Gustavo Bueno efectuó una crítica sin ambages a la ubicuidad gratuita que la palabra filosofía ha alcanzado en nuestros días, hasta el punto de que «cada banquero o cada equipo de fútbol dice tener su filosofía». Asimismo, censuró la distorsionadora aplicación de ese término a las nacionalidades. En las próximas jornadas del ciclo «La filosofía y la enseñanza; claves del viejo conflicto» intervendrán diversos pensadores, entre los que figuran nombres como Agustín García Calvo, Carlos París y Jacobo Muñoz. |
Fundación Gustavo Bueno www.fgbueno.es |