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El Mundo
Madrid, 31 de octubre de 1998
 
Sociedad

El profesor de Filosofía de la Universidad de Oviedo
fue «jubilado» por criticar el bable

Huelga de estudiantes hasta que permitan dar clases a Gustavo Bueno

MIGUEL GOMEZ VAZQUEZ. Madrid

Los alumnos de la facultad de Filosofía de la Universidad de Oviedo han declarado la guerra a los dirigentes de su institución. No acudirán a clase hasta que a su profesor Gustavo Bueno se le permita volver a las aulas. No son muchos, sólo 200 estudiantes, pero su protesta se ha extendido como un reguero de pólvora y han recibido muestras de apoyo desde todos los puntos de la península. La lista de los firmantes de su manifiesto no ha parado de crecer desde que ayer lo hicieron público.

El propio Gustavo Bueno se mostraba sorprendido de la respuesta que ha tenido su «nuevo nombramiento». «Para mi ha sido una agradable sorpresa, un test para saber que los que dicen que más allá del puerto de Pajares no me conoce nadie, están equivocados», aseguraba ayer a EL MUNDO, durante una breve escala en la estación del AVE de Madrid, camino de Sevilla.

El conflicto

El conflicto parte en el momento en que a Gustavo Bueno, catedrático de Filosofía de la Universidad de Oviedo, se le retira la condición de emérito, de la que ha venido gozando desde hace nueve años por lo que no podrá dar más clases regladas. Según los estudiantes y el propio Bueno, los motivos son ideológicos y políticos «por criticar al rector, Julio Rodríguez, y atacar la idea con la que pretende establecer, antes de fin de año, el bable como lengua oficial en Asturias».

El pasado 30 de septiembre la universidad hizo oficial el pase de Gustavo Bueno y de otros cuatro profesores eméritos de la universidad -José María Martínez Cachero, Jaime Truyols Santonja, León Garzón Ruizpérez y María Esperanza Bengoechea- a la nueva condición de eméritos honoríficos, una categoría inexistente en el resto de las universidades españolas.

Según fuentes de la universidad: «Esta es una norma interna creada por la Junta de Gobierno para quitarse de en medio a Bueno. Pero igual que la han creado la pueden eliminar».

«Nieve frita»

El profesor Gustavo Bueno define esta nueva categoría docente cono «nada, nieve frita». Y asegura que «cuando ya tenía las listas de alumnos y el curso a punto de iniciarse me entero de que me "echan" de las aulas. Pero mi sorpresa ha sido mayúscula cuando mis alumnos se declaran en huelga y me llaman para que les explique la situación. Yo voy y me subo a una escalinata llena de gente, con una actitud idéntica a la del mayo del 68, me recordaba ese ambiente, les di mis razones. Les dije: "No es la primera vez que hablo a mis alumnos fuera de las aulas, pero la diferencia es que entonces, en aquel año de 1968, estaba rodeado por la policía, ahora, estoy aprisionado por la burocracia que es peor que la policía».

Para Bueno, que durante los últimos años impartía clases de Filosofía de la Religión, esta protesta no es sólo por él, es «un estallido de los estudiantes contra una malla burocrática que los entontece y quieren regenerar el sistema universitario».

Gustavo Bueno tiene en la actualidad 74 años, pero considera que se encuentra con plena capacidad docente. Pone como ejemplos a pensadores como Lévi Strauss, que nació en 1908 y mantiene su actividad docente en el Colegio de Francia; y a Quine, también nacido en 1908 y que es emérito en activo en la universidad de Harvard.

En cuanto a cómo puede terminar el conflicto, asegura que no tiene ni idea: «Esto es como predecir el tiempo en Asturias, nadie sabe lo que va a pasar». Sin embargo, quiere dejar claro que el rector de Oviedo tiene que dimitir porque no sabe lo que tiene entre las manos y además, «ha ofendido a los estudiantes, a los que ha llamado borregos, y a la institución universitaria».

 


Fundación Gustavo Bueno
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