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La Nueva España
Martes, 1 de noviembre de 1994
Cultura
página 45

Felicísimo Valbuena de la Fuente

Profesor de Teoría General de la Información

«Bueno es poco conocido porque en España despreciamos lo nuestro»

«Con el cierre categorial, que tiene una buena aceptación en los EE UU, se puede detectar el estado de desarrollo de cualquier ciencia»

Felicísimo Valbuena de la Fuente
Oviedo, Javier Neira

Felicísimo Valbuena de la Fuente es profesor de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Su formación filosófica –también es catedrático de Filosofía de Enseñanza Media– le facilitó un encuentro intelectual con la teoría del cierre categorial del filósofo asturiano Gustavo Bueno y se ha convertido en un gran divulgador de esa teoría en España y también en los EE UU, que visita con frecuencia y donde han acogido los planteamientos de Bueno con gran calor.

—¿Cómo conoció la teoría del cierre categorial de Gustavo Bueno?

—Fue hace ahora unos trece años con motivo de un congreso de filósofos jóvenes que se celebró en El Escorial. Ya sabía de Bueno porque soy también catedrático de Filosofía de Instituto y esa era una vía directa de conocimiento. Entonces fue cuando cayó en mis manos un librito en el que aparecía una conferencia que dio Bueno en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander sobre la teoría del cierre categorial. A raíz de ese hallazgo, que me impresionó mucho, me enteré de que Bueno había recibido un premio, una beca de la Fundación March y que había desarrollado unos estudios sobre el cierre que estaban depositados en la sede de la Fundación. Allí me dirigí y estuve muchas tardes estudiando.

—¿Cómo trasladó el cierre a las disciplinas que imparte?

—Mi asignatura es Teoría General de la Información y enlaza con la teoría de la ciencia que Bueno expone bajo el epígrafe del cierre categorial. Así que aplico el cierre a la teoría de la información.

—¿Cómo valora la teoría del cierre categorial en competencia con otras teorías de la ciencia, del conocimiento?

—Cuando asisto a algún tribunal de oposiciones me doy cuenta de que entre las teorías que se citan no aparece la de Bueno, pero sí las de otros autores que considero son muy inferiores. La explicación puede estar en que Bueno no vive en Madrid y que por eso es menos conocido, pero realmente considero que ésa no es la clave. No por eso es que no se le tiene en cuenta en las ponencias que hacen los opositores, como indiqué, o en otras muchas manifestaciones. Yo creo que realmente lo que ocurre es que los españoles despreciamos lo propio y que paralelamente existe una aceptación sobredimensionada hacia lo que se recibe de tercera o cuarta mano, hacia ideas manidas. Bueno es poco conocido porque en España despreciamos lo nuestro.

—¿Qué destacaría del cierre categorial?

—Bueno es muy creativo, y con el cierre categorial, que tiene una buena aceptación en los EE UU, se puede detectar el estado de desarrollo de cualquier teoría de la ciencia e incluso cuál va a ser su desarrollo, cómo será en el futuro. Pero lo dicho, existe un desprecio hacia lo propio. Por ejemplo, según me dicen, en la Universidad de Oviedo Bueno estuvo a punto de no superar uno de los trámites para ser catedrático emérito, con lo que queda bien clara esa tendencia a despreciar lo nuestro. Y que conste que no conozco a Bueno personalmente, lo saludé una vez. No soy discípulo suyo. Lo mismo sucedió con Teodoro López Cuesta, que había sido rector y que desde fuera de Asturias se le veía como el hombre que conseguía todo para su Universidad.

—¿Y la difusión de la teoría de Bueno en los EEUU?

—En EEUU expuse los planteamientos de Bueno y los profesores a los que hice esos planteamientos los consideraron muy originales. Desde hace unos 15 años se ha impuesto en EEUU una línea de investigación que se denomina evaluación de la información y esa corriente de pensamiento la verdad es que no es nada comparada con el cierre, que se muestra como un gigante, que da una seguridad férrea. Lo que hay que hacer es traducir a Gustavo Bueno y publicarlo ampliamente e introducirlo electrónicamente en las bases de datos.

—¿Qué destacaría de la teoría de Bueno?

—Al principio cuesta mucho hacerse con esa teoría. En el «Diccionario de Ciencias y Técnicas de la Educación» hago un resumen del cierre en la voz gnoseología. Y lo aplico a diferentes teorías. El cierre parece difícil, pero al aplicarlo a las diferentes teorías particulares, a los estudiantes se les abre un mundo. Según explica la propia doctrina del cierre categorial, hay ciencias que han conseguido superar los diferentes trámites para constituirse en ciencias y otras teorías no lo han conseguido pues no están desarrolladas según los ejes semántico, pragmático y sintáctico que apunta la teoría. El análisis permite saber si esa ciencia se ha llegado a cerrar, a un estado de perfección. Y se ve cómo esa ciencia se formó en el pasado y cómo otras se constituyen en la actualidad. En el caso de la teoría de la información, el análisis de los «términos», según la terminología de Bueno, permite saber si son los adecuados, y las «relaciones», si las proposiciones científicas son las adecuadas. En fin, las «operaciones» permiten saber si la teoría en cuestión tiene base. Para el periodismo, este tipo de análisis es clave.

«En este país Gustavo sólo debe ser humilde en las bibliotecas»
Oviedo, J. N.

—¿Cuál es, a su juicio, el nivel del pensamiento de Gustavo Bueno?

—En este país Gustavo sólo debe ser humilde en las bibliotecas.

—¿Qué opina de sus relativamente frecuentes intervenciones en televisión?

—Cuando va a la televisión lo reducen, su pensamiento pierde. Siempre interviene para demostrar la no existencia de Dios. Me gustaría mucho más verlo intervenir como teórico de la ciencia. Sólo en una ocasión, vi al padre Luis Alfonso Schöckel, un jesuita, que estaba a su altura, que Bueno lo respetaba. Era un programa sobre las profecías, en el espacio «Tribunal popular». En otros casos, hay tanta diferencia, es tan enorme, que no merece la pena el debate. Lo dicho, deberían difundirse sus escritos en los EEUU, donde claramente les falta peso teórico. Allí están volcados en la estadística, una perspectiva que critica Bueno. Considero que cuando Gustavo Bueno publique todo y se traduzca, se va a armar un lío tremendo.

 


Fundación Gustavo Bueno
www.fgbueno.es