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Escuela de Filosofía de Oviedo

Gustavo Bueno Sánchez

A medio siglo de la revista Pensamiento Crítico

13 de diciembre de 2021


cartel

Gonzalo Castañón Escarano (bautizado en Mieres del Camino en 1834), fundador en 1869 de La Voz de Cuba, fue asesinado por cinco separatistas cubanos al servicio de Washington en Cayo Hueso, el 31 de enero de 1870. Gonzalo Castañón fue enterrado en La Habana como Mártir de la Patria (y en 1887 sus restos trasladados a su Asturias natal, donde en 1965 el Ayuntamiento de Lena recolocó su mausoleo en el campo de la iglesia de Telledo), pero en noviembre de 1871 su tumba fue profanada por ocho imprudentes estudiantes de primer curso de Medicina, que fueron juzgados y fusilados inmediatamente, el 27 de noviembre (en 1889 se erigió el mausoleo de los ocho estudiantes de Medicina en la Necrópolis de Cristóbal Colón de La Habana y en 1921, transcurrido medio siglo, queda inaugurado el monumento en su memoria en la Plaza de la Punta del malecón habanero).

El 27 de noviembre de 1960, en la conmemoración del octogésimo noveno aniversario de los ocho estudiantes de Medicina, el comandante Fidel Castro Ruz pronuncia un famoso discurso en la escalinata de la Universidad de La Habana: «Hoy podemos, todavía con más seguridad, con más confianza, hablar así en esta escalinata, porque en verdad que esta escalinata ha sido cada día más y más revolucionaria; y esta escalinata, cada día se ha ido identificando más y más con el pueblo […] y nuestra seguridad de que la Universidad de La Habana estará también en primera fila ¡en esta hora creadora y gloriosa de la Patria!»

Un mes después, enero de 1961, en las postrimerías de su mandato presidencial, el general yanqui Eisenhower rompe relaciones diplomáticas con Cuba y embarga toda relación comercial con esa República. En abril de 1961, ya presidía Kennedy el imperio de Washington, fracasa en playa Girón la invasión de Cuba por exiliados anticastristas coordinados por la CIA. La crisis de los misiles de octubre de 1962 afianza necesariamente los lazos ya potentes de la Revolución cubana con la Unión Soviética.

De septiembre de 1962 a enero de 1963 un centenar de escogidos estudiantes cubanos reciben en La Habana, internos durante cinco intensos meses en una EIR, un cursillo de filosofía marxista-leninista. Sus profesores son los cubanos Sergio Aguirre, Pelegrín Torras de la Luz e Isabel Monal, y tres españoles enviados desde la Unión Soviética, “niños de la guerra” allí crecidos y formados, que aceptan gustosos la discreta misión internacionalista que se les confía, trocando incluso sus nombres por alias, pues además en Cuba se habla español y hace menos frío que en Rusia: el filósofo Luis Arana Larrea (Bilbao 1925), el economista Anastasio Mansilla (1926) y la historiadora Eloína Rapp Lantarón (a) María Cristina Miranda (1925-2017). En febrero de 1963 queda constituido el Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana, y 37 de los cursillistas uniforme verde olivo que han superando las pruebas de selección se incorporan como jovenes profesores (21 de Filosofía y 16 de Economía). En 1964 se incorpora al Departamento de Filosofía otro niño de la guerra español llegado de la URSS, el filósofo Damián Pretel Martínez (Granada 1930).

De modo que desde 1963 ya se imparte en Cuba regladamente “Materialismo dialéctico” y “Materialismo histórico” en la Universidad de la Habana, por un colectivo de jóvenes profesores fundadores de su novedoso Departamento de Filosofía, que pronto es dirigido por Rolando Rodríguez García (1940), y entre los que estaban Fernando Martínez Heredia (1939), Aurelio Alonso Tejada (1939) y Jesús Díaz Rodríguez (1941), impulsores tanto de El Caimán Barbudo como de Pensamiento Crítico.

Por fin, el 3 de octubre de 1965 queda refundado el Partido Comunista de Cuba y, en la ceremonia constitucional de su primer Comité Central, un emocionado Fidel Castro lee la carta de Che Guevara, que luchaba entonces discretamente por Angola “contra el imperialismo”, en la que se despide formalmente de la revolución cubana porque “otras tierras del Mundo reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos”. Al día siguiente nace Granma, órgano oficial del Comité Central del PCC.

En 1966 se encomienda a Rolando Rodríguez la dirección de Ediciones Revolucionarias (quien también funda en 1967 y preside el Instituto Cubano del Libro), y Fernando Martínez Heredia es elegido nuevo director del Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana, instalado en calle K, número 507.

Tras El Caimán Barbudo (1966) deciden poner en marcha una revista teórica mensual, Pensamiento Crítico, cuya elaboración se encomienda al Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana, proyecto al que se dota de un edificio, quedando instalada su redacción en calle J, número 556. “Hoy todas las fuerzas sociales de nuestro país están en tensión creadora; lo exigen la profundización y la magnitud de las metas de la Revolución. Contribuir a la incorporación plena de la investigación científica de los problemas sociales a esa Revolución es el propósito de esta publicación” (presentación n° 1, febrero 1967).

Pensamiento Crítico publica un total de 53 números en 48 entregas, desde febrero de 1967 hasta junio de 1971. El proyecto Filosofía en español digitalizó en 2011 esa publicación, cuyas casi doce mil páginas y más de quinientos artículos o partes pueden consultarse libremente en facsímil pdf con texto flotante: → Pensamiento Crítico.

Fernando Martínez Heredia (1939-2017) dirigió Pensamiento Crítico desde su primer número hasta el último, compartiendo la dirección del Departamento de Filosofía hasta 1969, en que es relevado por Marta Pérez-Rolo González para poder dedicar toda su atención a Pensamiento Crítico, cuya tirada mensual ya alcanzaba los 15.000 ejemplares.

Otras dos personas estuvieron vinculadas a Pensamiento Crítico durante toda su trayectoria: Aurelio Alonso Tejada (1939), desde 2006 subdirector de la revista Casa de las Américas; y Jesús Díaz Rodríguez (1941-2002), muerto en el exilio de Madrid, donde dirigió desde 1996 los 24 primeros números de Encuentro de la Cultura Cubana, revista que pervivió hasta el otoño de 2009 (número 53/54, en que cesó cuando faltaron las oportunas subvenciones de la socialdemocracia española).

El final de Pensamiento Crítico pudo barruntarse nueve meses antes de su cierre, cuando el 27 de septiembre de 1970, en las conclusiones de la Segunda Reunión de Organización del PCC en las FAR, el comandante Raúl Castro Ruz, Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, dejó dicho por hablado y por escrito:

«El marxismo-leninismo es una ciencia, no una especulación. No existen “varios marxismos-leninismos”. Cualesquiera que sean las cuestiones secundarias puestas a investigación y debate en los círculos revolucionarios, el marxismo ofrece un fondo de verdades incontrovertibles que han sido probadas hasta la saciedad en el terreno de las ciencias y en el de la lucha social. La Revolución abre el campo de la investigación científica en todas las direcciones y no intenta amputar ningún esfuerzo seriamente concebido. Pero una cosa es investigar y otra es aprovechar conocimientos –casi siempre mal digeridos– para socavar con especulaciones irresponsables las bases de nuestra ideología.  Sobre todo es necesario aclarar que esas especulaciones, como las que aparecen con frecuencia en las páginas de la revista Pensamiento Crítico, no constituyen, por supuesto, la expresión de los criterios de nuestro Partido.» (Comandante Raúl Castro, Ministro de las FAR, Conclusiones en la Segunda Reunión de Organización del PCC en las FAR, 27 de septiembre de 1970.)

En efecto, la Revolución cubana tuvo que disolver el Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana, cerrar Pensamiento Crítico e incluso transformar en solar calle K, número 507, tras demoler la casa expropiada que fue su sede.

En febrero de 2017 la Revolución cubana, capitaneada precisamente por Raúl Castro Ruz, Primer secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente del Consejo de Estado y de Ministros de la República de Cuba, conmemora en La Habana los 50 años de Pensamiento Crítico mediante un Coloquio que inauguran Fernando Martínez Heredia (quien fallece solo unas semanas después) y Eduardo Heras León (1940; hermoso ejemplo de regeneración en la construcción del Hombre nuevo: tras la disolución del Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana y en tanto propagador de torcidas desviaciones ideológicas, deciden reeducar pacientemente a Heras León como obrero manual en la siderúrgica Antillana de Acero, logrando así la Revolución que, cuarenta años después, mereciese ser galardonado con el Premio Nacional de Literatura 2014).

Medio siglo después de la revista Pensamiento Crítico se pretende con esta lección ofrecer un análisis de lo que significó.

 
Gustavo Bueno Sánchez, A medio siglo de la revista Pensamiento Crítico (3h 11m)

Oviedo, 13 de diciembre de 2021

 
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