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José González Tejada, Historia de Santo Domingo de la Calzada, Abrahán de la Rioja (1702)

 

Prólogo y protestación del autor

1 Cuidado fue siempre de la Iglesia nuestra Madre poner en la consideración de los Fieles las vidas de sus virtuosos, y Santos Hijos, para que sean ejemplar, seguro a los que deben vivir como Católicos, y para que procuren todos contemplar tan heroicas virtudes, y nivelar sus propias acciones, por tan seguras, perfectas ideas. Por eso dijo el Apóstol de las Gentes a los Romanos, (A) que cuanto bueno se ha escrito para enseñanza nuestra quedó delineado. De advertencia tan cierta, y provechosa, tomé ocasión para dedicar devoto algunos desvelos a la averiguación de la milagrosa Historia de mi Glorioso Patrón Santo Domingo de la Calzada, y formar algunos borrones en la narración de sus grandes virtudes, como mejor ha podido ejecutarlo mi cortedad. Que aunque de esta materia he predicado muchas veces, por la obligación de mi oficio, me dice Tritemio, (B) y la experiencia lo manifiesta, que es mucho más provechosa la doctrina escrita, que predicada. Porque predicada, se acaba en corto rato: escrita, dura mucho. Oyese una sola vez el Sermón, y se suele olvidar muy aprisa; mas la lección, como puede repetirse muchas veces, renueva otras tantas la noticia. Cesa con el Predicador el Oficio de Orador Evangélico, y su doctrina cesa; pero el Escritor aun después de muerto, hace con sus líneas efecto.

2. Empleo ha sido este de mi anhelo, no de [xxix] presunción, soberbia nacido, porque me desengaña la esfera corta de mi capacidad, que reconozco, movido sí de la devoción cordial, que a mi Santo tengo, instado de muchos, y confiado en que la poderosa protección de tan grande Santo ha de lograr feliz éxito a mi empresa, bien, que la reconozco mayor, que mis fuerzas cortísimas. Pero cuando mi insuficiencia no logre todo el lleno de tan alto asunto, como ya lo supongo, me disculpará el mismo, por tan mucho. A cada paso encuentro innumerables dificultades, por la suma variedad con que hablan los Escritores de esta materia, y otras concernientes a ella; pero diré lo que mi desvelo ha podido rastrear, y lo que más verosímil me parezca, guiado por las noticias que ministran los Santorales, Martirologios, Breviarios, Calendarios, Historias, y papeles, que iré refiriendo. Y porque la diversidad de noticias pueda suavizar en parte lo desabrido de mis voces procuraré ajustar la vida de mi Patrón Santo, con la del Gran Patriarca Abrahán, de quien si mal no lo he mirado, fue nuestro Santo imitador perfectísimo; especialmente en la Hospitalidad, y Caridad grande para con los Peregrinos, en que se aventajó mucho a otros el Patriarca en sus tiempos, y excedió a todos nuestro Santo en los suyos.

3. Pónese a referir el Eclesiástico (C) los mayores hombres de el Pueblo escogido en todo género de perfección, y llegando al Patriarca Abrahán, dice, que fue tan grande, que no hay otro semejante a él en la Gloria, y que mejor conservase, y guardase las Divinas Leyes, Padre de una gran multitud de personas. San Ambrosio dice del Santo Patriarca, tantas, tan grandes alabanzas, que a no referirlas tan docto, y grande Santo Doctor, y de un Varón tan conocido, manifestado, y [xxx] engrandecido en la Historia Sagrada, pudiera peligrar en hipérbole la ponderación. Pues llegando a tratar de sus muchas virtudes, y heroicos hechos, se dejó decir, (D) que fue mucho menos lo que de muchos ha ponderado el engañoso hipérbole, y la ficción apasionada, que lo que realmente se halló de perfección en este Varón grande, siendo cierto en él todo lo que la Retórica más alta les atribuyó entre ficciones a muchos. Y todo esto parece, que se cortó para ejemplar de Santo Domingo, Imagen perfecta del Patriarca: piles de él dice el Breviario antiguo de Calahorra, de quien algunas veces nos hemos de valer, estas palabras: (E) Tal era necesario, que fuese el Bienaventurado Santo Domingo Santo inocente, sin mancha de culpa, apartado de los pecadores, y formado con mayor perfección, que los Cielos. Porque fue, como veremos, la más fiel copia de Abrahán, que pudiera idear la devoción mas apasionada, y un Abrahán segundo. Pues la Hospitalidad, en que con especialidad se empleó tanto tiempo nuestro Santo, asistiendo caritativo a los peregrinos, y pobres fue la virtud, que ponderan más los Escritores, y la Sagrada Escritura del Patriarca. Será preciso dilatarme más de lo que quisiera, porque necesito de averiguar algunas dudas, controvertidas por los Escritores. Y porque deseo, que todos lean esta prodigiosa Historia para honra, y Gloria de Dios, y del Santo, y para dirección de las costumbres, la pondré cuidadoso en estilo, no culto, aunque lo vituperen los que gustan de lenguaje peinado.

protestación

4. Y conformándome gustoso, y reverente con el decreto de nuestro muy Santo Padre Urbano VIII, de feliz recordación, expedido por las Sagradas Congregaciones de Ritos, y Universal Inquisición de la Santa Iglesia Romana, en el año de Cristo de mil seiscientos y veinte y cinco a trece de Mayo, declarado por su Beatitud a cinco de Junio [xxxi] del año de mil seiscientos y treinta y uno, y confirmado en quince de Julio del año de mil seiscientos y treinta y cuatro. Protesto con el mayor rendimiento, como verdadero Católico, y obediente hijo de la Iglesia Romana, que todo lo que dijere en esta Obra de virtudes, de milagros, de visiones, de revelaciones, de favores de Dios extraordinarios, y sobre el orden natural, y común de cualquiera sujeto, los cuales no estén aprobados, o permitidos por la Santa Sede Apostólica, no lo entiendo, ni pretendo afirmarlo, ni referirlo en otro sentido, que el que suelen tener las cosas, que solo estriban en autoridad humana; ni solicito, que tengan más crédito, que el que se debe comúnmente a una Fe humana, falible, y a una cuidadosa, humana diligencia: queriendo yo solamente, que en esta conformidad se reciban mis escritos en lo que no estuviere determinado, o permitido por la Santa Católica Iglesia, y no en otro. Y las palabras, y elogios, de que usaré algunas veces, de Santos, Beatos, Santidad, y Beatitud, caen en las personas, en todos aquellos, que estuvieren Canonizados, o Beatificados verdaderamente, o tenidos por tales, y permitidos por la Santa Sede Apostólica. Y de los que no lo estuvieren, no lo entiendo de las personas, ni intento, que dichos nombres, y títulos caigan sobre ellas, sino sobre sus obras, opinión, y costumbres en el sentido común, y según se suelen atribuir a los que viven con edificación, y ejemplaridad en sus obras, al parecer humano. Y esto lo pondré, sólo refiriendo lo que otros han dicho, sin darle más crédito, ni querer que se le de, que el que se les debe a las Historias, cuando no hablan de cosas definidas, o permitidas por la Santa Iglesia. Porque confieso, que a su determinación toca privativamente el juicio de todo lo referido. Y si en lo que aquí escribiere pusiere alguna cosa menos ajustada, y concorde a la Doctrina [xxxii] Católica, a los Sagrados Cánones, a las Morales, Cristianas costumbres, o a la verdad cierta (no lo permita Dios) desde luego la retracto, y estoy pronto a enmendarla, y ser corregido, así por la Santa Iglesia Católica Romana, como por todos los Santos Tribunales, y por cualquiera otro sujeto, que en ello sienta mejor que yo. Porque solo deseo profesar en todo la verdad, y seguir lo mejor. Y si no lo hiciere, será por no llegar a alcanzarlo.

(A) Paul. ad Rom. 15. Quacumque scripta sunt ad nostrum doctrina scripta sunt.

(B) Tritem. de laudib. scriptor. Maior est Scriptorum pietas officio Predicantis: quia illius, cum tempore, perit monitio, istius perseverat in annos multos, anunciatio. Praedicator loquitur, duntaxat, praesentibus Scriptor praedicat etiam futuris. Illius Sermo semel auditus, in nihilum reddigitur, istius lectio millies reppetita, nunquam minuitur cum Praedicator déficit, cessat officium, Scriptor, etiam mortuus, facit institutum.

(C) Eccles. 24.20. Abrahán magnus pater multitudinis gentium, & non est inventus similis illi in gloria, qui conservaret legem excelsi.

(D) S. Ambr. lib. i. de Abrah. c. 2. Magnus, plane vir, & multarum virtutum clarus insignitus: quem votis suis Philosophia non possuit, aquare. Denique minus est, quod illa finxit, quam quod iste gessit, maiorque ambicioso, eloquentia mendatio, simplex veritatis fides.

(E) Brev. Calag. die 12 Maii. Talis ese, decebat, ut nebis essit B. Dominica Sanctus Innocens impollutus, segregatus a peccatoribus, & excelsior Caelis creatus.

(José González Tejada, Historia de Santo Domingo de la Calzada, Abrahán de la Rioja, Madrid 1702, páginas [xxviii-xxxii].)

 
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