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Teselas

Espacio antropológico

Gustavo Bueno ofrece una breve exposición de cómo se entiende el espacio antropológico desde el materialismo filosófico. El concepto de espacio antropológico fue definido en 1978 en un artículo de la revista El Basilisco, y reexpuesto en 1996 en la lectura segunda de El sentido de la vida. Frente al espacio plano o bidimensional del materialismo histórico, se recupera desde el materialismo filosófico un espacio antropológico tridimensional, donde sus tres ejes, siempre desde una perspectiva antrópica y para evitar contaminaciones con otras ideas preexistentes, se denominan de forma neutra como eje circular (que incluye las relaciones de unos hombres con otros hombres), eje radial (que incluye las relaciones de los hombres con entidades no humanas y no personales, englobadas antes en el borroso concepto de Naturaleza) y eje angular (el hombre en su contexto con otras entidades que no son humanas pero que se parecen mucho a los hombres, donde se incluyen sus relaciones con los númenes, que se identifican con algunos animales ya desde el Paleolítico, númenes que irán históricamente transformándose en dioses y relaciones que constituyen el fondo de todas las religiones).


Gustavo Bueno, Espacio antropológico

Tesela nº 5 (Oviedo, 11 de diciembre de 2009)

Transcripción GTGB ⋅ t005
Espacio antropológico
1 ❦ 00:00

Vamos a hablar hoy del espacio antropológico. Dos palabras para explicar cuál es la razón de ser de este concepto, que es fundamental en el materialismo.

2 ❦ 00:13

Todo el mundo sabe que “espacio” es una multitud de elementos que no son caóticos, sino que tienen una cierta organización, susceptible de ser clasificado en ejes diferentes. El concepto más generalizado de espacio, claro es el de espacio geométrico, o espacio físico, que está organizado dentro de ejes que están formados por el propio espacio. Es decir, los ejes del espacio cartesiano no se sobreañaden al espacio, sino que los ejes están formados por puntos que pertenecen al mismo espacio. Y naturalmente, el espacio no es solamente el espacio geométrico, porque depende de la naturaleza de los puntos.

3 ❦ 00:56

Nosotros definimos el espacio como una symploké, es decir, como una multitud de elementos que están vinculados no todos con todos (puesto que hay ciertas discontinuidades o independencias; hay puntos cero, por ejemplo, los ejes ortogonales, &c.). El concepto de espacio lo aplicamos a la Antropología, a la consideración del hombre en general.

4 ❦ 01:24

Es fundamental advertir, yo creo, que el hombre ha sido muchas veces intentado definir como si fuese una entidad absoluta, inteligible por sí mismo, de forma que no necesita de nada para ser entendido. Por ejemplo, recordamos siempre el “Hombre Volante” de Avicena, un hombre que estuviera flotando sin contacto con el exterior seguiría siendo hombre. En esta misma línea recordamos el propio concepto de “Hombre” de Fichte, el “Yo Absoluto”, el Yo es autosuficiente –herencia del cartesianismo, por supuesto–, y el mundo es simplemente una proyección del Yo (es el idealismo de Kant llevado al término absoluto por Fichte). Y para citar un ejemplo reciente, ya de antropólogo estricto diríamos, aquella afirmación de Gehlen (un discípulo de Max Scheler), cuando decía algo así, “hasta ahora, el hombre ha intentado ser entendido desde Dios o desde la Naturaleza, pero el hombre debe ser entendido desde sí mismo”. Todas estas definiciones de hombre como algo absoluto, yo creo, que son evidente expresión de una forma de idealismo más o menos oculta o emboscada.

5 ❦ 02:55

Desde la perspectiva del materialismo, el hombre no se puede definir en sí mismo, sino que está siempre inmerso en un contorno, en un entorno, y está siempre en relación con cosas que no son propiamente él. En este sentido, es fundamental tener en cuenta que, conectando esta idea con la de espacio, estas referencias que hemos hecho al hombre, que se entiende desde sí mismo, vendrían a equivaler a atribuir al hombre un espacio unilineal (de una sola dimensión, el propio hombre). Pero, de hecho, lo cierto es que las más diversas tradiciones, para entender el hombre, las diferentes ideologías o concepciones del mundo, parece que han necesitado incrementar una gran cantidad de referencias –de ejes, diríamos– para poder situar lo que es el hombre (para emplear una fórmula muy acuñada, “el puesto del hombre en el cosmos”, en mundo, en el universo). Por ejemplo, los gnósticos, una secta importantísima del siglo II, parece que necesitaban, para llegar a lo que es el hombre “anthropos”, partir de una dualidad (el “bythos” y la “syzygía”), luego añadir otra dualidad; con ello formaban una tétrada; después de estas tétradas (bueno, esto es larguísimo de contar, como es natural) aparecía una “ogdoada”, después el “pleroma”. Es decir, traducido a términos de espacio, multitud de ejes que iban saliendo, y de ese “pleroma” resultaba el “hombre” (anthropos) y después la Iglesia, y Jesucristo. Es decir, parece como si los gnósticos necesitasen rodear al hombre de una multitud de entidades, más o menos fantásticas o metafísicas (pero esto es lo mismo, para efectos del espacio), y dar un espacio antropológico “multidimensional”.

6 ❦ 04:59

Para citar un ejemplo más conocido en nuestra tradición. El cristianismo, para situar el hombre, San Agustín, por ejemplo, empezaba por introducir a Dios con la Trinidad, después los ángeles (con todos sus coros), arcángeles, &c., después la creación del mundo material (la luz, la tierra, las aguas, el hombre), y todo esto formaba el espacio antropológico del hombre.

7 ❦ 05:32

Esta multiplicidad de dimensiones de estos espacios tradicionales, es interesante constatar que en la Edad Moderna se reduce notablemente (sobre todo en filosofía) y se hace mucho más sobrio, por así decirlo; un espacio antropológico reducido a tres dimensiones prácticamente. Estas tres dimensiones suelen ser por una parte la Naturaleza, por otra parte Dios y por otra parte el Hombre. Es la tesis de Bacon, &c.

8 ❦ 06:05

Y estas tres dimensiones se reducen a su vez a dos en la Época Moderna, y esto viene a ser lo que hemos llamado el espacio plano, de dos dimensiones. Es el espacio por ejemplo de Kant (Naturaleza y Libertad), es el espacio de Hegel (Naturaleza y Espíritu) es incluso el espacio del materialismo histórico (Naturaleza e Historia, o Mundo e Historia, por ejemplo en Engels). Y esta reducción del espacio antropológico a un espacio plano de dos dimensiones presenta muchísimos problemas, puesto que multitud de fenómenos del espacio antropológico del Hombre quedan sin localizar; concretamente, todo lo que tiene que ver con los fenómenos de tipo religioso. Es decir, Dios (que estaba presente de algún modo en todos los anteriores espacios antropológicos) queda o bien reducido al Hombre (es decir, es un contenido del Hombre) o bien es la Naturaleza.

9 ❦ 07:05

Pues bien, lo que hacemos en el materialismo es introducir un espacio de tres dimensiones fundado en una clasificación de los fenómenos. Los fenómenos se pueden clasificar partiendo siempre del Hombre, claro, porque parece imprescindible tomar como referencia al Hombre; dicho de otra manera –en términos más recientes– el espacio antropológico del materialismo es “antrópico”, el Hombre siempre está como punto de referencia. La clasificación sería en estos tres tipos.

10 ❦ 07:37

Primero, el Hombre en contexto de otros hombres. Es lo que llamamos el “eje circular”, en virtud de un diagrama que para evitar todo tipo de contaminación metafísica, tomamos la referencia de este diagrama.

diagrama

11 ❦ 07:51

Segundo, el Hombre en relación con entidades que no son humanas, pero tampoco tienen que ver con el hombre, no son personales. Más o menos correspondería esto a la Naturaleza, pero no queremos citar la Naturaleza, porque es un concepto muy oscuro, y simplemente nos atenemos a remitirnos al diagrama, y definir esto como el “eje radial”.

12 ❦ 08:14

Y por último, el Hombre en contexto con otras entidades que no son humanas, pero que sin embargo se parecen mucho al Hombre por ciertas circunstancias. Éste es el “eje angular”. Y en este “eje angular” es donde incluimos a los númenes, principalmente, que no son propiamente dioses (los dioses aparecerán de los númenes). Estos númenes hay que identificarlos, porque como númenes pueden figurar los extraterrestres, los ángeles del mundo antiguo, pero que nosotros identificamos con los animales del Paleolítico (los que están dibujados en las cavernas), que entonces no son ni meros productos de la fantasía humana (es decir, del “eje circular”), ni tampoco son entidades de la Naturaleza zoológica, sino que son unos animales que son percibidos con una especial disposición, una especial dimensión numinosa, que después se va transformando, naturalmente, en otras diferentes.

13 ❦ 09:15

Y de este modo el espacio antropológico consta de tres ejes, que naturalmente tratan de clasificar a todos los fenómenos o bien en un eje solo, o bien en dos ejes o bien en los tres ejes.

Final ❦ 09:30

GTGB

Sobre el concepto de 'espacio antropológico' (El Basilisco, nº 5, 1978)

Sobre el concepto de 'espacio antropológico' (lectura segunda de El sentido de la vida, 1996)

Espacio antropológico (Diccionario filosófico)

Espacio antropológico (video de 55 minutos, grabado el 21 de agosto de 2002)