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Escuela de Filosofía de Oviedo

Gustavo Bueno Sánchez

La institucionalización de la Historia de la Filosofía en España

23 febrero 2015


cartel para este acto de la Escuela de Filosofía de Oviedo El rótulo «Historia de la Filosofía» se acuñó mediado el siglo XVII, en inglés, por el literato Tomás Stanley, que tituló así una recopilación de vidas y opiniones de filósofos de todas las sectas. Feijoo utilizó en 1730, en español, el rótulo «Historia de la Filosofía», al mencionar la obra de Stanley. Treinta años después el jesuita Andrés Marcos Burriel ya andaba preparando una «historia de la filosofía en España». En pocas décadas la Historia de la Filosofía se fue consolidando como nueva disciplina independiente por Inglaterra, Alemania y Francia. En 1843 se nombra a Julián Sanz del Río catedrático de esa nueva disciplina, y en 1849 cada una de las diez universidades españolas contaban con su catedrático de Filosofía con un resumen de su historia. Pero mientras el historiador oficial de la filosofía se entretenía propagando a Krause, alguien que no era profesor, sino gobernador civil, Patricio de Azcárate, publicaba los cuatro volúmenes de su pionera Exposición histórico-crítica de los sistemas filosóficos modernos.

 
Vídeo de la lección de Gustavo Bueno Sánchez, La institucionalización de la Historia de la Filosofía en España (2 h 15 m)

Oviedo, lunes 23 de febrero de 2015

Anuncio de La institucionalización de la Historia de la Filosofía en España (Oviedo10.es)

La institucionalización de la Historia de la Filosofía en España

Las Vidas de los filósofos más ilustres, del escritor griego del siglo tercero Diógenes Laercio, inspiraron un milenio después La vida y las costumbres de los viejos filósofos, de Gualterio Burley, clérigo inglés del siglo catorce, obra que pronto corrió traducida al español en distintos manuscritos.

Pedro Sánchez en 1590, desde Toledo, ya une la historia con la filosofía en su valiosa Historia moral y filosófica en que se tratan las vidas de doce filósofos.

Pero el rótulo «Historia de la Filosofía» no fue acuñado hasta mediado el siglo diecisiete, y lo hizo, en inglés, el literato Tomás Stanley, cuando tituló así una recopilación de vidas y opiniones de "filósofos de todas las sectas", obra que fue traducida al latín a principios del siglo dieciocho.

El benedictino padre Feijoo fue el primero en utilizar, en 1730 y en español, el rótulo «Historia de la Filosofía», al mencionar la obra de Stanley. Treinta años después el jesuita Andrés Marcos Burriel ya andaba preparando una «historia de la filosofía en España».

En pocas décadas la "Historia de la Filosofía" se fue consolidando como nueva disciplina independiente por Inglaterra, Alemania y Francia.

En 1849 cada una de las diez universidades españolas contaban con su catedrático de "Filosofía con un resumen de su historia", y en 1855 arranca en la Universidad Central la cátedra específica de "Historia de la Filosofía", que durante quince años ocupa un Julián Sanz del Río que, en realidad, se dedica a propagar entre nosotros la secta de Krause.

Su sucesor, Francisco de Paula Canalejas, escribe poco más que el programa de la asignatura, y menos aún José Campillo, único catedrático de "Historia de la Filosofía" en España cuando comienza el siglo XX. Poco produjo tal cátedra universitaria durante su primer medio siglo de existencia.

Pero hay vida fuera de la Universidad. Y en 1861, un año después de que Sanz del Río, el historiador oficial de la Filosofía, firmase como suyo un Ideal de la Humanidad que en realidad había traducido directamente de Krause, publicó don Patricio de Azcárate, que no era profesor, sino gobernador civil de Murcia, los cuatro volúmenes de su pionera y monumental Exposición histórico-crítica de los sistemas filosóficos modernos.

Y quince años después, mientras el joven Armando Palacio Valdés desvelaba prudentemente que el libro de Canalejas, único catedrático de historia de la filosofía, titulado Doctrinas religiosas del racionalismo contemporáneo, estaba plagiado de otro que había escrito un pastor luterano francés… el dominico Zeferino González, Obispo de Córdoba, preparaba su famosa Historia de la Filosofía, la primera gran exposición católica del género que se mantenía en un horizonte filosófico, con pretensiones sistemáticas y críticas, en plena restauración del tomismo.

 
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